Excelente el reportaje que acabo de leer sobre el crecimiento de la pobreza en Granada, sobre todo en mujeres con hijos. Algo no me concuerda con las declaraciones, perspectivas y posibilidades de crecimiento de la economía española que se sitúa para este año alrededor del 3%, pero resulta que en nuestra ciudad no vemos por ningún sitio.
Ya no hablo ni escribo sobre el tema sanitario, el museo arqueológico, el Tranvía-Metro, el tren, el AVE, el IBI y toda la parafernalia de La Alhambra y Sierra Nevada. Hablo y escribo que Cáritas atiende a 35.000 peticiones de ayuda básica, lo que supone un 26% más que el año anterior.
Dónde está el famoso estado de bienestar que tanto se nos ha venido vendiendo, dónde el crecimiento económico, dónde los brotes verdes, lo que es aquí en Granada parece ser que no llega o al menos nos están mintiendo. Aquí no se pide agua para llenar la piscina del chalet, ni segunda circunvalación, solo se piden cosas básicas, como ropa, alimentos o material escolar o el pago de recibos de luz, agua y tienda de comestibles.
Luego vendrán los buitres y agoreros diciendo que Cáritas exagera y que su informe es siempre catastrofista y ve la botella medio vacía, cuando la verdad es que ni siquiera tienen botella. Invertir casi 7 millones de euros en atender las múltiples necesidades de las familias que acuden para intentar solucionar sus problemas. Y esto contando con que el 70% de sus recursos proceden de aportaciones privadas. Y siempre contando con la ayuda de casi 2.000 voluntarios.
Y al final llegó a la conclusión simple pero real, de que nos miente, España puede que esté creciendo, pero Granada cada vez vamos a peor y ya no hablo de gobierno municipal, autonómico o central, el caso es que seguimos a la cola de infraestructuras, ayudas y atención a la gente más necesitada.
La falta de vivienda, la dificultad de acceder al mercado laboral, las carencias de salud y del entorno familiar hacen cada vez más difícil la incorporación y participación en la sociedad de las personas en grave estado de exclusión.
El engaño es harto evidente, la situación de fractura social que padecemos en Granada, no es un efecto de la crisis, sino una consecuencia del modelo socioeconómico; ya que dos de cada tres personas que están en exclusión, proceden de antes de la crisis.
Así que pido justicia social y una mayor distribución de la riqueza, para que el año próximo los datos sean un poco mejores y un hurra bien fuerte por Cáritas y la labor desarrollada, que de otro lado debiera ser el estado quien subsanarse estos terribles desbarajustes. Basta ya de tanta mentira.
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