Es “La Toma de Granada”
la fiesta que conmemora
haber sido redimida
ante fuerzas invasoras
de confesión musulmana,
propiciando esta victoria
la monarquía de Castilla,
determinante y católica,
con dos reyes que forjaron
la gran nación española.
Final de la Reconquista,
culmen de una trayectoria
que Granada reactualiza
teatralizando la glosa
cada día dos de enero
para el honor y la gloria
de aquellos que consiguieron
grabar su nombre en la Historia.
Más de setecientos años
de una usurpación impropia
desarraigando el islam
lo que era tierra católica;
pero los reyes cristianos,
mutaron luces por sombras
y al reconquistar Granada
promovieron la concordia,
la fe de tiempos pretéritos,
el verbo de nuestro idioma
y la intangible unidad
de las tierras españolas.
Con la Toma de Granada
respiró tranquila Europa
y repicaron campanas
desde el Báltico hasta Roma
al sentirse liberada
de unas fuerzas opresoras
tras siglos de ocupación,
de luchas y de zozobras;
por tanto, en calles y plazas
se celebró la victoria
festejando lo alcanzado
por la corona española.
Solo unas décadas antes
la bella Constantinopla
cayó en poder de otomanos
que instauraron la discordia
con la sangrienta invasión
y, por lo tanto, en Europa
lo acontecido en Granada
supuso un hito en la Historia.
En la ciudad de Granada
esta efeméride histórica
se inmortaliza y se ensalza
como el “Día de la Toma”
que inició una nueva etapa
y el fin de una moratoria.
La ciudad, el dos de enero,
luce su esencia española
y la fiesta es un derecho
que en ingenua ceremonia
encumbra la dignidad
de unos reyes que nos honran.
En la ciudad de Granada,
con este “Día de la Toma”,
renació de nuevo España
porque en la ansiada victoria
rescatamos lo perdido
y se reordenó la Historia.
Ver capítulos anteriores de
Profesor jubilado y escritor, autor de
‘Ortografía práctica del español’,
‘Ronda para niños’ (inglés),
‘Federico en su centenario’, ‘Las acacias del Macabe’,
‘Cervantes y Don Quijote’, ‘ La boca del infierno’
‘En la noche de San Juan’
y ‘Mencía de Mendoza. La nieta del cardenal’