Huerto Alegre celebra su 40º aniversario con seis encuentros con trabajadores, equipo fundador, docentes, jóvenes, con Francesco Tonucci y con otros centros de Educación Ambiental
Desde sus orígenes los ocho impulsores de la Granja Escuela Huerto Alegre: Javier Ruiz, Francis Aguilar, Aurelia Calzada, Manolo Riveiro, Lucrecia Aguilar, Ernesto Páramo, Roser Buscarons y Mari Luz Díaz quisieron que en este espacio reinara la alegría junto con la educación ambiental, la cooperación y la ilusión,… Eran jóvenes y, por tanto, su loable pretensión no era otra que la de construir un mundo nuevo incorporando pequeñas aportaciones para hacer más habitable nuestro planeta y para lo que, en 1982, se constituyeron en cooperativa de Educación Ambiental. Así, con escasos recursos pero con muchísimas ilusiones arrancó Huerto Alegre, en una cortijada abandonada, de unas siete hectáreas, localizada en el término municipal de Albuñuelas y a 40 kilómetros de la capital.
Un proyecto pionero a nivel del estado español -junto con la granja Escuela La limpia, en Guadalajara- que a lo largo de sus cuatro décadas de existencia no ha cesado de mejorar su oferta de actividades y sus instalaciones, e incluso ampliarlas, con la incorporación en 1994 del Aula de la Naturaleza de Ermita Vieja, estando además en el germen de ya consolidado Parque de las Ciencias de Andalucía, en Granada. Usuarios de sus espacios se van sumando a esta gran familia que quedan marcados de por vida, significando para muchos un antes y un después de su paso por sus instalaciones, tal y como se está poniendo de manifiesto en los diferentes encuentros llevados a cabo para celebrar los 40 años de vida organizados a lo largo de 2023 por el equipo humano que mantiene vivo este proyecto, tal y como pudimos comprobar cuando los fundadores y amigos de los primeros tiempos se reunían este mes para celebrar, al igual que harán con docentes colaboradores en abril; con jóvenes en mayo, con el gran pedagogo Franceso Tonucci en junio y con otros centros y entidades de educación ambiental a las puertas del otoño.
Quienes en la actualidad visiten las instalaciones de Huerto Alegre no pueden ni imaginar las condiciones en las que se lo encontraron sus impulsores cuarenta años atrás. El abandono, la dejadez y la desidia habían convertido la cortijada en un lugar tétrico. O tal vez sí, contemplando algunas imágenes de entonces en las que se les ve a ellos reconstruyendo con sus propias manos suelos, paredes y techos. Por un lado, Lucrecia y Javier subidos al andamio; Ernesto, con su barba poblada y palustre en mano izquierda, arreglando el tejado; Rose, con los alicates haciendo el enmallado; Manolo, con su espátula eliminando los restos de yeso sobre los azulejos; Mari Luz abriendo una nueva ventana, con martillo y cincel. Y siempre alegres, preparando unas papas fritas en la chimenea o tomando un reparador almuerzo en el centro del patio, rodeados de cascajo. Trabajos a los que se sumaron algunos familiares y amigos para poder por fin recibir los primeros niños y niñas del Patronato de Escuelas Infantiles en 1983. Un proyecto que ha tenido muchas ramificaciones en forma de decenas de publicaciones, proyectos conjuntos con otras instituciones, desde el Patronato de la Alhambra y el Generalife a la Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Granada, Diputación de Jaén, etc.
Reconocimientos
Gracias a ese esfuerzo conjunto cada temporada ofertan numerosas actividades dirigidas a la comunidad escolar, social, profesionales de la educación y el medio ambiente, familias, naturalistas, tanto granadinos como de otras provincias. Calculan que anualmente Huerto Alegre tiene un impacto social sobre 150.000 personas, gracias a su implicación en programas como ‘La Alhambra Educa’, la coordinación de la Red Andaluza de Ecoescuelas, Recapacicla, Museo de la Fundación Rodríguez Acosta, Ecoturismo, etc. Trabajo que se ha visto reconocido con distintos galardones como el Premio Andalucía de Cultura y Medio Ambiente (1994), Medalla de Andalucía (1996), Arco Iris de Cooperativismo e Iniciativa empresarial con perspectiva de Género(2004), Galardón Andanatura (2006), Bandera de Andalucía (2007), Meridiana (2015), ADICAE, (2016), entre otros. A través de su página web (www.huertoalegre.com) y redes sociales tienen una presencia constante y ofertan su amplia gama de actividades dirigidas a escolares, familias y ofrecimiento de espacios para celebración de cursos, jornadas o encuentros, relacionados con la temática medioambiental.
Larga vida a este proyecto ya consolidado, definido como Centro de Innovación Educativa, con una veintena de personas en su plantilla que se ha convertido en todo un referente de la Educación Ambiental de nuestro país por el que, en sus cuatro décadas, calculan han pasado más de 200.000 escolares, de 4 a 17 años.
El próximo encuentro tendrá lugar el sábado, 15 de abril, con docentes, alumnado y familias que han participado en el devenir de Huerto Alegre a los largo de los años y con los que los impulsores han conformado un equipo con la intención de compartir y mejorar la tarea educativa para impulsar conjuntamente la educación ambiental y estilos de vida sostenibles. El programa dará comienzo a las diez y media con la acogida de los asistentes, seguirá con una mesa redonda sobre ‘El papel de los centros de educación ambiental en la Comunidad Escolar’ y las vivencias personales como docentes en Huerto Alegre. Posteriormente se visitarán las instalaciones del aula de naturaleza y un paseo por el entorno para concluir con una comida para todos los presentes.
IMÁGENES PARA EL RECUERDO, 2 DE FEBRERO DE 2023
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