Marzo ventoso y abril lluvioso, hacen a mayo florido y hermoso. Con las ventoleras políticas de estos meses, muchos no ven tan florido y hermoso el mes de mayo. Falta que abril y mayo sean lluviosos, porque hace mucha falta el agua. Ya hemos tenido tiempo soleado en la Semana Santa.
Marzo es el mes de la mujer, en mi familia me ganan por goleada, y también del bendito san Juan de Dios, ambos eventos con su centro en el día 8 M. Pero no hay problema, ¡con el bien que hizo el padre de los enfermos y hospitales por las mujeres de su tiempo! Y lo que continúan haciendo los hermanos, los profesionales y los voluntarios y las voluntarias de las 80 instituciones de Juan Ciudad que hay por todo nuestro país y las 300 repartidas en los cinco continentes. En fin, que no hay problema, que se ha podido celebrar a la vez lo profano y lo religioso.
Más tirantez parece que hay en las celebraciones estrictamente políticas. Pero nada logra vencer mi optimismo y mi fe en la Humanidad, que se esfuerza por “construir un Mundo mejor”. Aunque la guerra en Ucrania, la pandemia, el hambre en el mundo, las injusticias de todo calibre, el cambio climático y las corrupciones, por nombrar algunas calamidades, no ayudan nada a mantener el entusiasmo.
En fin, que hay que potenciar la parte altruista que tenemos frente a la egoísta. Hasta llegar a la poderosa idea del amor al prójimo, incluso al enemigo. No sé si hasta ahí llegará la IA, la inteligencia artificial. Porque, con el tiempo y las facilidades que aporta, a lo peor alcanza a poner en peligro nuestra capacidad de razonar y argumentar. Y que conste que estoy súper a favor de la ciencia, “sin ciencia no hay futuro”, frase que repiten con asiduidad en un famoso concurso televisivo, del medio día, al que estamos enganchados en mi casa.
Marzo y abril son los meses de los anticuerpos monoclonales y de otras medicaciones que ayudan a curar y aliviar dolencias. Llegó la primavera que comienza a ser arte en la naturaleza, en las artes bellas, en la filosofía y en la amabilidad humana. Y el verano se acerca a pasos agigantados.
¿No les parece a los amables lectores y lectoras de IDEAL en Clase?
[Artículo basado en la carta del 8 de marzo en la edición impresa del diario IDEAL]
Antonio
Alaminos López,
maestro retirado