Fue una tarde histórica para Cacín. Que sepamos nunca la presentación de un libro en esta localidad había congregado a tantas personas, muchas de ellas venidas de fuera. Suponemos que a ello contribuyó la temática del libro, ‘Comacón. Cacín forever‘, un libro en el que su autor ha fijado vivencias y personajes de su infancia y adolescencia. También el carisma de Miguel Ángel Pérez Abad, capaz de congregar en Cacín a paisanos venidos ex profeso desde Mallorca, compañeros del instituto en el que se jubiló, el histórico IES Padre Suárez. Y, por supuesto, la calidad de sus acompañantes en la mesa, nos referimos al catedrático de Lengua y Literatura española y escritor, Juan Naveros Sánchez; el prologuista, profesor e historiador, Eusebio Pérez Gómez y el artista y cantaor, Pepe Cuchillas. Todos naturales de Cacín.
Pepi Ramírez, la alcaldesa del municipio, fue la encargada de dar la bienvenida a la concurrencia -unas 150 personas, muchas de las cuales tuvieron que soportar de pie las casi dos horas del acto- mostrando su satisfacción de contar con un público tan numeroso por lo que no dudó en calificar la tarde de «especial» y pedir un aplauso para los integrantes de la mesa. A continuación tomó el micrófono Miguel Ángel para agradecer el detalle a la alcaldesa, por haber estado toda la semana muy pendiente de absolutamente todos los detalles incluido las flores y también «por los resultados en las recientes elecciones municipales donde ha tenido un triunfo aplastante». Dicho esto comentaría cómo «la asistencia ha sobrepasado sus expectativas» y de la presencia de muchos forasteros, algunos de los cuales era la primera vez que visitaban Cacín, por lo que estaba cumpliéndose uno de los principales objetivos del libro, como es, el de poner a este pueblo en el mapa. También diría que la gestación y parto del mismo ha sido muy laborioso, tiempo que ha empleado para seguir publicando historias del río y del Cortijo del Amo en su Facebook. Así mismo, explicó que es consciente de que aunque el libro se centra en Cacín «muchas de las andanzas que se cuenta son extrapolables a otros pueblos».
Juan Naveros, otro hijo ilustre de Cacín
Seguidamente pasaría comentar algunos detalles de sus compañeros de mesa, siendo Juan Naveros, autor, entre otras de una novela demoledora, ‘La bruma que apacigua la memoria’ (Ed. Nazarí), que fue el primero en intervenir y comenzó felicitando por su autoría a su amigo de su infancia y antiguo compañero, también por su brillante trayectoria profesional y el profundo amor a su pueblo al que encumbra a la categoría de pueblo mítico «por esta valiosa narración que hoy presentamos que como todos los buenos textos escritos servirá para perpetuar las pequeñas vivencias de una población de escasos recursos y ninguna distracción pero con mucho coraje para sobrevivir hasta hoy». Destacando su prosa que se torna a veces prosa poética, rica en recursos lingüísticos y literarios «que cualquiera degustará en ese momento cumbre de su lectura cuando comienza la verdadera andadura de un libro». Más adelante, tras comentar lo original del título con en el que se funde Comala de Juan Rulfo y Macondo de García Márquez con el Cacín para siempre (forever) señalaría que «Miguel Ángel trasciende la realidad y la carga de tal fuerza literaria que reconcilia al lector con su mundo, con su porción de historia, con su protagonistas y con la bulliciosa vitalista y fundamental infancia porque para añadir más pesadumbre a los acontecimientos pasados están los historiadores».
De igual forma destacaría el buen hacer, la esmerada escritura, las bellas descripciones del paisaje y la intensidad de la emoción refrenada en sus páginas con las que pretende impresionar y sobrecoger el ánimo del lector fruto de la capacidad de observación y de la profunda reflexión sobre la condición humana y las viejas verdades universales para concluir resaltando algunos de los capítulos del libro como el escrupuloso ceremonial de una cencerrada, las copillas en verso de los cronistas más reputados del pueblo, las travesuras del imborrable pescadero ‘Alhendín’, los avatares de la Alsina. la lluvia torrencial de aquella noche de 1963, de vigilia y terror por el posible desbordamiento del Pantano y su reivindicación de las llamadas almas blancas, «un libro de 30 relatos que compendian vivencias como caminos recorridos en literatura en pequeños sorbos, una apuesta idónea contra la velocidad y la ausencia de tiempo, para el ocio cultural a nuestra utilitarista época y la existencia del hombre occidental». Para terminar le daría las gracias por triplicado: por el regalo de su lectura, por haberle incluido en un capítulo y por darle la oportunidad de acompañarle en su presentación.
Eusebio Pérez, prologuista e historiador
Después llegaría el turno de su primo, Eusebio Pérez Gómez, historiador y genealogista, responsable del «extraordinario» prólogo del libro que reconoce que su petición por parte del autor le sirvió para activar su vena cacineña. Persona muy interesada en el patrimonio de Cacín y que le ha aportado datos y anécdotas incluidas en el libro como el episodio del ‘vaso de Cacín’ o el de las tumbas neolíticas que es suyo entero. Eusebio comenzó reconociendo como la emigración ha hecho que muchos de los presentes ya no vivan en el pueblo y estén «desperdigados por media España», siendo «curioso y sorprendente que una historia del pasado, el recuerdo de nuestra vida de niño sea el acicate para reunirnos hoy. O estamos muy enamorado de nuestro pueblo o el recuerdo del pasado está muy presente en los que estamos aquí y es que la patria es la infancia como dice Ayala».
También contó contó que cuando los cacineños que están en Mallorca se reúnen siempre hablan de su pueblo y que los cónyuges que no son de Cacín ya saben tanto del pueblo como ellos. Habló igualmente de la «indiscutible calidad literaria» del libro de Miguel Ángel y de su capacidad para contar con cariño, dulzura y chispa acontecimientos de la infancia y que a todos les servirá para «abrir nuestro baúl de los recuerdos».
En su intervención Eusebio aprovechó para felicitar a la alcaldesa, «por su labor y compromiso en favor de la igualdad entre mujeres y hombres y su promoción de los cuidados y salud mental de todos y todas». También para que aunque no estén empadronados les tenga en cuenta para hacer cosas por y para el pueblo del que destacó el atractivo y enclave geográfico, su patrimonio histórico y cultural que lo diferencian de los pueblos circundantes. «Una muestra de los valores que tiene este pueblo lo manifiesta el hecho de que gente de otros países no solamente europeo se instale a vivir con nosotros», indicó antes de reconocer que es necesario crear puntos de interés que inviten a venir para lo que le sugirió concluir la mejora de carretera no solo para conectar Cacín con los pueblos vecinos sino también para descubrir y potenciar los puntos de interés turístico y exclusivo del pueblo como la carretera del Pantano hasta el Turro, una zona de recreo del ayuntamiento debajo del palo los Amotos, un Paseo iluminado desde el puente río arriba hasta el del palo los ‘Amotos’, que podría convertirse en el caminito que da la vida en las tardes calurosas, un puesto de observación de la fauna que vive y transita en la presa del Turro, etc.
Pepe ‘Cuchilla’, amigo y artista invitado
De nuevo tomaría la palabra Miguel Ángel, para felicitar a Eusebio por sus «ideas fabulosas» y presentar a su tercer invitado, «el pedazo de artista y cantaor Pepe ‘Cuchilla’ que aparece como otro de los protagonistas del libro y al que conoce desde «muy chiquitillo» y con que compartió algunas correrías de adolescentes hasta que uno tiró para Cacín y otro para Alicante donde Pepe en el año 77 tuvo una actuación estelar en radio La Voz de Alicante. Por su parte Pepe reconoció que desde aquellos lejanos años admiraba a Miguel Ángel pues«era un tío muy inteligente que nos superada en todo incluso jugando». También que «como a los cantaores Dios nos da la gracia de cantar pero no nos el don de palabra pues lo mejor era pasar a cantar». Cosa que hizo con dos temas locales, acompañado a la guitarra por Miguel Ángel, uno el de jóvenes de Onil de familia cacineña que visitaron el pueblo en los años 70 y otro de otros dos jóvenes que fueron en moto al Pantano y se salieron en una curva y dos fandangos, en este caso acompañado por Miguel Ángel González Moles, catedrático de la UGR de odontología, miembro de la OMS y uno de los ilustres que aparecen en el libro.
Por último sería el turno del autor quien comenzaría recordando a los cacineños que les habría estar presente en el acto y que no pudieron estar «pues había prometido nombrarlos» y que se encuentran en tierras Burgos, Bruselas, Onil, Tarrasa, Barcelona o Victoria. Después pasaría a relatar la génesis del libro»: «Ahora que vamos un poquito más adelante en la vida, nos damos cuenta que hay un punto de los 70 años cuando empieza uno a pensar que somos lo que recordamos, una frase vital que yo me la aplico perfectamente y de ese bullebulle que tenía yo en la cabeza no acababa de
concretarse de pura pereza, de vagancia, de desidia, hasta que el día 2 de noviembre pasado fui a ver la lápida de Mariana Pineda porque ese día abren la cripta que hay abajo de la Catedral y vi a muchos de mis profesores del seminario, allí enterrados. Cuando nos volvimos por la Plaza del Carmen nos encontramos a Pepe Luis ‘el de Bastianillo’, Rosa Mari Recio, su mujer; Dolorcitas, su hermana y Almudenita, ellos tienen la culpa de todo, estuvimos ahí hablando un buen rato, nos reímos un montón de todas aquellas aventuras y ya me dije esto no puede quedar en el olvido, esto no se puede esto no puedo desaparezca, tengo que fijarlo por escrito». También desvelaría los más de 15 títulos que barajó hasta encontrar el definitivo y pasaría a leer algunos fragmentos del libro de relatos pero también es una novela pues aunque sean relatos independientes forman parte de un puzle de esta obra poliédrica que se completa con dos dos glosarios, uno de apodos y otro, aparte del prólogo y el introito.
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