Muchas personas, sobre todo las mayores, dicen que al mar se va a tomar los baños, con agua calma y buena temperatura. Es buena para la piel. Sin embargo, cuando llega esta época, parece que para nadar lo que gusta es una piscina.
En la piscina el tiempo se dedica a nadar. Un largo tras otro. Y otro más. Hasta que el cuerpo y la mente dicen basta. Porque al nadar el cuerpo desarrolla la coordinación, se trabajan diferentes grupos musculares de manera simultánea, aumenta la capacidad pulmonar y mejora el sistema respiratorio, mejora la circulación y el sistema cardiovascular, reduce el estrés, mejora la memoria y la claridad mental, previene y trata lesiones, y es apta para todos previo aprendizaje.
Bueno, pues hay políticos que no se mojan, ponen la toalla alrededor de la piscina, toman el sol y charlan sin parar, sin meter un dedo en el agua. Otros se tiran en bomba y ponen a todo el mundo chorreando. Los más correctos, saludan, se meten en la piscina, previa ducha, y hablan y nadan con los vecinos. En la playa, no digo nada de los que se quedan en la arena en una tumbona. Esos dormitan y se queman al sol. Casi ni protector solar se ponen. Y luego vienen los problemas.
Las elecciones de mañana, 23 J, son para escoger buenos nadadores y nadadoras. Qué se mojen. Qué naden. Con olas y sin ellas en la playa. Y en la piscina solos o con gente. Qué no creen problemas, qué los solucionen. Qué no tengan que acudir los socorristas en su auxilio. En las elecciones del pasado 28 M los baños fueron en piscina cubierta. Ahora es al aire libre. En el mar el agua se renueva de forma natural. En la piscina los productos para su mantenimiento no sientan bien a todo el mundo. Muchos microbios viven naturalmente en el agua y el suelo de playas y piscinas, así que ojo, mejor con un calzado adecuado.
Y por si fuera poco, los baños aumentan el apetito. Sin una buena dieta, hasta se pueden engordar por mucho ejercicio que se haga. Una piscina, un cajero automático, una tienda, un colegio, un consultorio médico y un bar hacen que las poblaciones pequeñas no se vacíen sino que atraigan nuevos habitantes, si hay vivienda y trabajo.
Futuros, e inminentes, diputados y senadores hay que mojarse bien para progresar adecuadamente. Texto basado en la carta que publicó el diario IDEAL en la edición impresa del domingo 18 de junio. Y foto en homenaje a los amigos y amigas que están y que ya no están. Un cordial saludo a los lectores y lectoras de IDEAL en Clase.