Tras el verano comienza una nueva temporada para el Centro Artístico, Literario y Científico y en concreto la vocalía de Arte lo hace con la exposición de Carmen Egea titulada, ‘Tradición o modernidad’ que se inauguraba en la tarde del martes, 5 de septiembre, con las intervenciones de Marijose Muñoz, Paco Pérez y Juan Garcés, maestro de pintura de Carmen Egea.
Con la sala llena de público intervenía en primer lugar la vocal de Arte y Feria del Arte de esta institución, Marijose Muñoz quien tras alabar «el montón de matices que hay tanto en la acuarelas como en los óleos» de las obras que se podían clasificar en dos grupos, unas referidas a la modernidad y otras a lo tradicional, lo cual, a su manera de ver le parecía «tan bonito porque realmente los modernos venimos de la tradición y el que no respete eso no sabe vivir la verdad». A continuación daría lectura a su texto poético inspirado en 24 títulos de las obras de Carmen, no sin antes dejar de justificar la ausencia de su presidente y vicepresidente y de invitar a los presentes que no son socios de la entidad « a sumarse al Centro Artístico en su lucha nuestra por la cultura, las artes y las ciencias. Estáis todos invitados, ya sabéis que las cuotas son muy poquitas y en verdad lo
que somos es mecenas de la cultura». Texto que reproducimos a continuación:
EXPOSICIÓN DE CARMEN EGEA
Con 24 títulos de la exposición he creado este poema.
PINTORA DE OJOS ABIERTOS
Por Marijose Muñoz Rubio
Entre la “tradición y la modernidad” existe un universo de cambios, el mundo gira tal vez muy deprisa para unos corazones cargados de amor. “Carmen en su balcón” y escuela, Trazando su vida, con pizarra y tizas mostrando a los niños un mundo mejor, formando personas, creando futuro, con risas y sueños, con arte y pasión.
Ahora que vive serena y tranquila, que pasea por “la azucarera” quiere ser maestra de un niño mayor, quiere reforzar el pasado bello, dar las gracias siempre a quién la enseñó. Quiere recordarnos con lirismo acuoso, con aceite libre de todo color, que hay que ser humildes, que hay que ser personas de buen corazón, como “mis vecinas que visten mantillas en la procesión”, “frente a las Angustias” para dar las gracias con fe y devoción.
Carmen nos muestra una Granada, con mil y un colores, ciudad de historia, belleza y pasión. Con su afanosa mano detalla y provoca, sumerge en la tela el raso dorado, de una tarde amable que muestra el crisol, Es un sueño eterno, el “lavadero del sol”. La nube plomiza que lleva la lluvia, pasa de puntillas en un “día de compras por el Zacatín”, y junto a aquella estrella, arriba en el cielo de “San Nicolás, que es el mirador” cerquita, cerquita la cara de Dios. “Casimiro” sueña con un “día de música y poesía por el Albaicín” y al caer los sueños por el empedrado beben de la “corredera del río Darro” y así, engarzadas en paisaje pardo llega al viejo “secadero de la Vega de Granada” el rayo de escarcha de algún “graffitero” temblando el tabaco bajo nuestra espada, que tiñe de arte la tapia olvidada, la ruina de escombros, la casa en olvido de mi abuela buena, que marchó hace tiempo, colmando mi pena.
“María la canastera” con su delantal, “En Constitución” se contonea para los turistas de nuestra ciudad llenando las calles de gracia y bondad. En “un rinconcito de su Sacromonte” abre las ventanas mirando hacia el “Carmen de la media Luna” soñando un amor romántico, eterno, nacido de cuna. La “Puerta del Vino”, en “el día de la Cruz” “Puerta de las Pesas” forma de canción. En lienzo o papel cuenta sus historias: de calle, de luna, de vida… caminos de amor. “Joven, en la peña de Castril” absorta en horizontes, quizá añoraba convertirse en “drag queen”. “Mirando al mar” allí a lo lejos, detrás de la “Sierra, Nevada” y eterna seguirá pintando Carmen Egea, a Nelva, a Marijose o a cualquier persona que toque su alma con mirada limpia y que la emocione.
Intervención de Juan Garcés
A continuación hablaría la propia artista para agradecer la posibilidad de exponer su obra en este espacio y hacer una breve exposición de sus inicios como autodidacta, la importancia de que en su camino se cruzaran dos magníficos artistas e inmejorables profesores, Nadia Samerozum y Juan Garcés, ambos presentes en la sala, pues ambos le ampliaron sus conocimientos tanto en acuarela como óleo y técnica mixta, y que le animaron a creer en ella. Después explicaría como es castrileña de nacimiento y maestra de formación, habiendo desarrollado su labor docente en colegios de Granada y Sevilla, pero siempre buscando tiempo libre para dedicar a la pintura pues «le apasiona y divierte». Así mismo explicó que con la exposición pretende «mostrar la antítesis entre lo tradicional y lo moderno», por en sus obras lo mismo se puede ver un pastor que un grafitero, unas mujeres con mantilla y una drag queen. «Me he inspirado en escenas de la vida cotidiana que conviven y contrastan y en las que he visto belleza», explica antes de añadir que su estilo oscila entre el impresionismo y el realismo figurativo, siendo uno de sus pintores favoritos es Vladimir Volegov. Para terminar enumeró a sus amigas de siempre y otras que ha conocido por su actividad artística, especialmente a Consuelo Manzano, Ana Rivas, Dora Crespo y, por supuesto, a Marijose Muñoz. También a su hijos pro su paciencia y consejos pues son «unos magníficos críticos tanto por su fonación como por su sensibilidad».
Después se invitaría a Juan Garcés para que dirigiera unas palabras dedicadas a «su amiga más que alumna» que «lejos de ser una molestia, es para Nadia y para mi una satisfacción y un honor que confíe en nosotros y nos dé esa oportunidad». A continuación Juan diría de Carmen que es una artista con mayúscula pues más que un ejercicio de disciplina es «una fuerte necesidad interior de expresarse con imágenes». Así mismo que la artista se plantea auténticos retos de contenido, buena muestra era la presente exposición, y de su forma de expresarlo. Para terminar también destacaría «su talento, su espíritu investigativo, su ansiedad y empeño por lograr transmitir sus sentimientos desde lo más hondo, su constancia de trabajo sin desmayo, merece respeto y admiración. Deseamos que no decaiga su inspiración, sus ganas de seguir adelante y de continuar llenando nuestras vidas de belleza». Cerraron el acto Marijose Muñoz y Paco Pérez con el recitado del poema de Antonio Machado, ‘Caminante no hay camino’, a cuyo estribillo se pidió se sumase el público presente.
La exposición de Carmen permanecerá en el Centro Artístico hasta el 16 de septiembre, pudiéndose visitar en horario de mañana y tarde.
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