Carolina Cuesta Frías es malagueña, profesora de Lengua castellana, y, desde este año funcionaria en prácticas, al haber superado la fase de oposición.
Ella nos cuenta su experiencia, cumpliéndose la célebre frase: “A la tercera va la vencida”.
Así, tres han sido las tentativas, hasta lograr alcanzar la ansiada meta, con una primera como mero acercamiento (aprobando el primer examen), mientras que en la segunda obtuvo un 4.99, una nota tan devastadora como incomprensible, dado que contaba con una mayor preparación (guiada por una academia y dedicando más tiempo al estudio).
A pesar de llegar a plantearse tirar la toalla, el futuro le tenía reservado un final de cuento, cruzándose en su camino Leticia y Palmira (sus preparadoras o acompañamiento en pro de lograr una plaza). A ellas, Caro (como cariñosamente la conocen quienes la estiman), agradece sus consejos desde el minuto 1, ese aliento y ánimo tan necesarios.
No quiere desaprovechar la oportunidad de agradecer también el apoyo incondicional de padres, pareja (Amador) y amigas.
“Ha sido un año muy duro en lo personal y también en lo profesional, si bien aconseja a quienes continúan en la dura batalla de las oposiciones seguir, y, no pensar jamás en dejarlo. Porque hay días malos, pero cuando piensas que dar clase es tu mayor aspiración, todo lo malo se esfuma.
Tenemos una responsabilidad enorme con nuestro alumnado y la sociedad. Por eso, ser docente es la profesión más maravillosa del mundo”.
Sirva esta historia como inspiración para futuros enseñantes, porque el esfuerzo puede tener recompensa.
¡Qué mis deseos no caigan en saco roto!
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Categoría: ESO-Bachillerato.
