Hablar de Radio Praga es como un sueño y el día que dejó la onda corta [ya saben, llegó Bruselas y, parodiando a Fidel, mandó parar] fue un sepelio inesperado aunque, a veces uno trasnoche para tratar de oírla vía WRMI desde Miami gracias al amigo Jeff que, desde allí, coloca un buen número de voces en el éter gracias a su potente centro emisor.
Radio Praga fue una de las primeras emisoras con las que comencé a escribir y la que me alimentó a lo largo de sesenta años, posiblemente porque me permitía recibir unos preciosos sobres de primer día que, cuando salía de la escuela, escuchaba con delectación, en el comedorcillo de la casa familiar en el Callejón de la Parra, número 5, al mediodía: uno siempre estaba atento a la melodía identificativa del Postillón, era el preludio de las famosas Novedades Filatélicas; ibas tomando apuntes, escribías una carta con esos detalles y, prácticamente a vuelta de correo, apenas un mes, llegaba un sobre certificado con esas joyitas que tan primorosamente preparaban las chicas de la radio en la no menos célebre y familiar Calle Vinohradská, casi en la praguense Plaza de San Venceslao y donde alguna vez tuve la dicha de ser acogido.
Hoy toca recrearse en la conmemoración filatélica del centenario de la radio, digamos que, a pesar de ser una emisora relativamente modesta, en la onda corta de finales del XX gozaba de una gran popularidad, especialmente en el mundo de habla hispana y por sus ondas salieron las voces de nuestros exiliados, muchos, por aquello de la seguridad, prácticamente quedaron en el olvido, aunque, si los archivos no se perdieron, seguro que aún están allí registrados para la historia y esperando que alguien los saque del anonimato. Algunos regresaron a España tras la muerte de Franco, y también bastantes de ellos acabaron regresando a tierras checas ante la sociedad que encontraron y que descubrieron que no era su mundo.
No es la primera vez que la radio checa aparece en los sellos, hay un puñado de timbres con diseños realmente atractivos jugando, como ahora, con el escaso espacio disponible para dar cabida a todo lo que la radio representa: en mi caso 60 años de oyente, de recuerdos y de personajes. Evidentemente, al margen de la historia y los políticos, hay nombres que nunca se olvidan; siempre tuve un gran cariño por mi tocayo Jan Proshazká ¡Qué placer para un muchacho del medio rural oírle en una hermosa prosa y en español!, algo que hacía que muchas veces volvieras a la escucha, ya que la emisión se repetía varias veces al día y, en caso de no conseguir captarla, simplemente te quedabas hasta medianoche cuando comenzaban a transmitir hacia América.
Cuando pregunté por él, en Praga, el más absoluto silencio [estamos en la era comunista y el que caía en desgracia, para esa ideología, prácticamente desaparecía y se le amargaba la vida hasta cotas inimaginables] pero, cada vez que aparece su apellido en las ondas o en la literatura, yo vuelvo a mi infancia feliz, revivo mi adolescencia y llega el momento en que, aprobadas las primeras oposiciones, me veo impelido a abandonar la tierra que me vio nacer y marchar al destino que Madrid me asignó en tierras catalanas. Esos recuerdos son justo del mismo año que él moría hace ya más de medio siglo, pero volvamos al sello de 30 coronas que el 9 de mayo de 2023 comenzó a realizar su función: tener poder liberatorio para que el objeto que lo soporta tenga vía libre hasta su destino aunque podría darse el caso que esa liberalidad ya no se la apliquen ante la TAXUD que en plena crisis sanitaria nos largó Bruselas y todo lo que llega desde fuera de la UE, dependiendo de las manos que lo tratan, se convierte en una pieza a “gravar” y te cae una media de 6.5€ cuando, muchas veces, lo que recibes sólo tiene valor emocional pero, para ellos, lo importante es trincar y no descansan: lo tienen fácil ya que la gran mayoría del correo internacional llega por el cuello de botella de Madrid.
Se trata de un efecto en formato vertical donde, los micrófonos y las ondas hertzianas, son los elementos protagonistas, también elemento clave del matasellos para el sobre de primer día que va ilustrado con un viejo autobús de la radio checa y que uno puede visionar en la web de la emisora -por cierto actualmente hay un granadino en ella-. Personalmente, ese vehículo, me recuerda a la célebre unidad móvil que inició la historia de RNE en tierras de Castilla cuando Franco comenzaba a poner los cimientos de esa gran emisora que hoy languidece ante la desidia y el “fórcep” al que los sesudos políticos “democráticos” le han colocado; con leves retoques, este tipo de vehículos “radiales” prácticamente están ahí y el último que pude contemplar fue en El Cairo cuando paseaba para la Ciudadela de Saladino, al margen de los equipos transmisores, estaba dotado de una buena antena, lo que indica su uso aún hoy y a pesar de las modernas tecnologías que todo lo controlan.
El diseño de esta nueva estampilla radial lo realizó Pavel Sivko mientras que el grabador del sobre de primer día fue Václav Fajt, tamaño de 23×40 mm, se imprimió en Hradistko, pliegos de cincuenta efectos y tirada de 400.000 ejemplares. El autobús lleva un par de altavoces frontales, un mástil/antena con otros dos más pequeños y el potente faro que servía para iluminar el lugar. Digamos que el autor se inspiró y se recreó al montar esta figura que, en la práctica, no refleja fielmente la historia del citado vehículo, sino que libremente la recrea para el goce y disfrute del aficionado.
Felicidades a Radio Praga y confiamos seguir disfrutando de su buen hacer radiofónicamente hablando, sus programas están colgados en la web. Hasta bien reciente podíamos escuchar las estaciones de Onda Larga y Onda Media pero, como sucediera con la Onda Corta, también enmudecieron. Por lo visto en Bruselas molesta que cada uno tenga su propia voz y tratan por todos los medios de ir cortando alas y creando cada vez más distancia entre los europeos que ven cómo crecen las estaciones de frecuencia modulada, insípidas, chabacanas, alienadoras; mientras tanto enmudecen verdaderos tesoros de la radiodifusión pública continental.
La estolidez de los que nos gobiernan, y no se escapa nadie, ha llegado y se ha aposentado en Bruselas; desde allí no cejan en su empeño por constreñir nuestras libertades, vaciarnos los bolsillos y ponernos cada vez más cerca del abismo aunque, con su retranca, ellos, tan ricos, quieren hacernos creer todo lo contrario. Y todavía se extrañan de la indiferencia con la que muchos ciudadanos miran a la UE en ese peculiar ránking de EUROSTAR y sus barómetros donde ya tenemos, casi, un 60% totalmente alejados de todo los que huele a Bruselas por cuanto imponen unas directrices que no siempre son aplicadas como debieran y, automáticamente, el descontento de la ciudadanía. Ese peculiar podio lo encabezan, por ahora, Austria, Eslovaquia y Grecia ¿Por qué será? Imaginemos la que nos viene cuando comiencen a apretar los tornillos para tratar de recuperar los multimillonarios presupuestos que hicieron en la ‘Plandemia’ y que han hecho que la UE tenga que endeudarse. ¿Por qué será?
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Maestro de Primaria, licenciado en Geografía
y estudios de doctorado en Historia de América.
Colaborador regular, desde los años 70, con publicaciones especializadas
del mundo de las comunicaciones y diferentes emisoras de radio