“Lo que me indigna no es lo que fue ni lo que hizo,
sino el engaño en el que nos mantuvo a todos durante tantos años.”
G. GARCÍA MÁRQUEZ: “El amor en los tiempos del cólera”
En la primavera de 2022 la editorial Piel de Zapa publicaba la última obra de Ángel García Roldán, “Las Revanchas”. A finales de ese mismo año la obra caía en mis manos, pero no ha sido hasta este comienzo de otoño cuando me he enfrascado de lleno en su lectura. Como bien saben mis lectores, habría que remontarse a la época del confinamiento por la pandemia cuando descubro –uno de los beneficios de tal restricción- a Ángel García como autor de “Las Cortes de Coguaya”, I Premio Internacional de Novela Plaza & Janés del año 1985 y cuya reseña me fue publicada por IDEAL EN CLASE el 31 de marzo de 2020. Abulense de Arévalo, Ingeniero Técnico de Obra Pública y guionista de cine (El viaje de Carol), es esta última faceta la que gravita permanentemente alrededor de su obra, como más adelante veremos.
Localizada geográficamente en el País Vasco y temporalmente en los diabólicos años de plomo de la organización terrorista ETA, “Las Revanchas” presenta como telón de fondo una profunda reflexión sobre las sobrecogedoras consecuencias que el odio y la violencia tejen obscenamente en lo más profundo del corazón del ser humano. Y como “atrezzo” de ese complejo escenario el binomio destino/muerte como elementos decisivos del transcurrir de la existencia humana y, al fin, el dolor, el horror y la nada como abismos permanentes del sufrimiento del ser humano. Y la lucidez: “¿Merece la pena ser lúcido? Mi respuesta es no. La inteligencia, como mucho, te puede proporcionar ciertos momentos de un estado placentero, hijo este de la vanidad, halagada por haber llegado a tal o cual conclusión. El resto, para el lúcido, es tomar aún más conciencia de la oscuridad, del absurdo, del horror que rodea al ser humano […] Acercarte a ser solo materia es una opción cojonuda.”
La novela arranca con un “disparo que se cruza en la vida de Unai” –desde el mismo comienzo de la obra el destino juega un papel decisivo en la vida de todos y cada uno de los personajes-, disparo que acabará con la vida de su padre, Lorenz, alto dirigente del Partido Socialista de Euskadi, ejecutado, en presencia del muchacho, por un gudari –o más exactamente un asesino- y que marcará física y emocionalmente el resto de sus días. Pero esta peripecia vital que ocurre en la vida del joven Unai nada más que comenzar “Las Revanchas”, no debe hacernos pensar que estamos ante el protagonista de la obra. Encuentro en la novela un cierto tono coral en la que cada personaje se encuentra perfectamente acoplado en el engranaje del relato. La fuerza con la que pone en pie a cada uno de sus personajes nos habla de la maestría de García Roldán, quien, conocedor de su oficio –y ahí se percibe al autor guionista cinematográfico- , emplea todos los recursos a su alcance destinados a tal fin. Y es esa misma fuerza –del destino la llama el autor- la que le lleva a zarandearlos, sin atisbo alguno de piedad, como peleles de trapo: “El puñetero ser humano está solo. Y no es la patria su infancia, menuda gilipollez. Su patria es el desarraigo, la soledad, la asunción de la condena a muerte. Si aceptas que esas son tus fronteras, quizás no serás una persona excesivamente desgraciada”.
De estructura en espiral –no se trata de un relato lineal-, cada nuevo giro nos aporta valiosísima información sobre cada uno de los personajes y es en este ir y venir en el tiempo y en el espacio (flash-back) donde García Roldán crea toda la tensión narrativa en un permanente “in crescendo” que mantiene expectante el interés del lector a lo largo de sus páginas. El apreciable supuesto “colegueo” que mantiene el narrador con sus lectores, así como el empleo de un lenguaje excesivamente callejero, cuando no soez, -otra vez estamos frente al guionista cinematográfico- y que podría señalarse como un vicio de estilo, y no menor, es salvado por el autor con una habilidad pasmosa utilizando el recurso de mantener oculto hasta el final de la obra al narrador omnisciente.
Seleccionada junto a otras catorce obras –entre decenas de ellas de distintos países de habla hispana- para el proyecto “Rodando páginas” en su sexta edición, pronto podría convertirse en film o en una serie televisiva, tal es el potencial de “Las Revanchas”. Sea como fuere, transitar por las páginas de este relato constituye una aventura existencial que nos obliga a reflexionar sobre aspectos tan trascendentales de la vida como el amor, la muerte o, lo que es peor en ocasiones, el propio horror en el que se convierte la vida sin que jamás lo hubiésemos ni siquiera sospechado.
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