Despierta el día con el cielo poblado de un ejército de nubes blancas y negras. Náufragos rayos de luz se infiltran entre los nubarrones. La montaña desnuda, con la geografía dibujada de la gran falla a media ladera. Las casas blancas y sus tejados irrumpen entre la luz y las sombras del nublado. En frente Nigüelas, un pueblo sostenido sobre la línea arada de la falla geológica.
La asociación de estudiantes ALUMA con acertada decisión ha programado la visita a unos de los pueblos de Granada con un encanto especial.
Con frecuencia, la misma visión se repite cuando visito un pueblo, un inquieto palpitar se instala, un circulo vacío, sólo veo un paisaje desvaído donde la calle fue el paraíso de los juegos infantiles, del trasiego de bestias y rebaños, la plaza con su fuente rodeada como una isla por los hombres con boina, bastón, rostros cuarteados por el sol y colilla en los labios.
Con la fatiga de los años, la vida rural ha ido perdiendo su rastro de identidad. El abandono de sus pobladores, ahora sólo queda el tiempo en la memoria de lo que fue, el caño de la fuente que no consume el tiempo pero que no tiene cántaro para llenar, el desamparo de las casas puertas sin las sillas de neas, sin mujeres esbozadas en sus negros vestidos de duelo perpetuo, parajes acallados del canto del gallo, del ladrido del perro, del maullido de la gata en celo, colores y formas que se fueron para no volver, el tiempo se escapó en los pueblos pero me queda aquel niño feliz que pasaba de la ciudad al pueblo en ámbito puro.
Pueblos de Granada que donde se une la tierra y el agua. Día otoñal donde se marca en un día claroscuro las formas de las ausencias y se acentúa los silencios.
Como centinelas del pasado nos reciben olivos centenarios, con su tronco abierto en canal por el paso de los siglos. Ha sido replantados para su conservación y memoria, para enlazar pasado y presente de la tradición del aceite de oliva.
Nos recibe la Presidenta de la Fundación Zayas Juana Mª Rodríguez Masa, socia de ALUMA, mujer con su marcado carisma comprometida con los fines sociales, nos trasmite su pasión por esta tierra, por la labor cultural y patrimonial de la Fundación en Nigüelas.
La fina y perezosa lluvia nos acompaña en las empinadas, angostas y retorcidas calles, donde quedó fijado para siempre la huella Nazarí.
Iniciamos la visita a la Casa señorial de Zayas, del siglo XVI, que conserva intacta su estructura del tipo de arquitectura granadina palaciega. Un edificio centrado por un patio con fuente de mármol y rodeado por columnas, con una huerta-jardín en su parte posterior. Concebida como una finca de recreo, donde se integran jardines ornamentales, huerta y arquitectura. Desde 1992 albergar la casa consistorial, el Ayuntamiento de Nigüelas.
El aire fresco en un flujo continuo cala en los huesos, acoge la humedad los pasos decididos del grupo por la Ruta de la Pavilla o paseo de los enamorados. Sinuoso camino labrado sobre la ladera de la montaña solapados con el cauce de la acequia. El agua habla, el agua canta en su fluir desde el pico del Caballo, el agua penetra en la tierra en túneles cavados por el hombre y vuelve a renacer.
Recorrer la acequia de La Pavilla, es recordar, es un camino escrito por besos y abrazos de los enamorados. Las parejas al caer la tarde en sus escarceos amorosos “pelaban la pava”. El paso tiene un sabor dulce y agradecidos al contemplar desde una atalaya, la rambla del río Torrente, el inicio del Valle de Lecrín. Es evidente que desde este punto de observador se contempla la magia de la naturaleza de millones de años, los signos del levantamiento alpino que hace 20 millones de años inició la ascensión de Sierra Nevada sobre las aguas del mar de Tetis.
Con un nuevo impulso extra subimos la pendiente hasta llegar al Mirador donde se encuentra la Falla Geológica de Nigüelas. Lugar donde se aprecia la fragilidad del planeta un tesoro para la geológica. Como consecuencia del desplazamiento del terreno se originó un plano de falla que destaca por la intensa claridad de su composición en mármoles y que muestra muy claramente las estrías y fisuras producidas por el rozamiento de los bloques de materiales y que debido a la relativa juventud del proceso no han sido borradas por los agentes erosivos
Sin descanso después del recorrido visitamos el Centro de interpretación Almazara La Erilla y a la cata de Aceite de oliva virgen extra.
La almazara de aceite de oliva más antigua del Sur de Europa datada del S. XV,
conserva todos los elementos originales, un lugar único y con encanto. Recorrimos el proceso milenario de cómo se conseguía el aceite de oliva hace cinco siglos y de los dos sistemas de molienda.
A continuación, una cata de aceite de oliva de diferentes tipos de olivas de la zona, donde los experimentados estudiantes con su buen olfato y paladar apreciamos las diferencias organolépticas, los matices de los diversos aceites: Este huele a mata verde de tomate y almendra, este otro amarga y pica, su color dorado con maíces de verdes…
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Rafael Reche Silva, alumno del APFA
y miembro de la JD de la Asociación
de estudiantes mayores, ALUMA.
Premiado en Relatos Cortos en los concursos
de asociaciones de mayores de las Universidades
de Granada, Alcalá de Henares, Asturias y Melilla.
Comentarios
4 respuestas a «Rafael Reche: «ALUMA visita Nigüelas, pueblo de tierras, aceite y agua»»
Otro magnífico artículo a que nos tiene acostumbrado Rafael, donde con mucha sutileza, encanto y maestria descriptiva nos muestra una des las actividades de ALUMA, en esta ocasión visitando el bonito pueblo granadino Nigūelas, y sus alrededores.
Que estupenda iniciativa y cuanto une al grupo. Enhorabuena y sigue adelante.
Gracias amigo Diego, cuando vengas por Granada, ya te invitaré a que lo conozcas.
Muy bien explicado. Cuántos recuerdos de cuando era niño y jugábamos por las calles. El pueblo donde se nació nunca se olvida y los campos con sus árboles y ésas acequias que llevan el agua para regar esos olivos y todo el alimento de las personas y animales porque la ciudad no da alimentos. Un abrazo amigo Rafa.
Amigo Antonio, es necesario conservar y darle vida a los pueblos en parte de nuestra idiosincrasia.