Hemos disfrutado durante muchas semanas de la maravillosa película “El maestro que prometió el mar”. Los comentarios y emociones de quienes la hemos visto han sido unánimes. Por un lado, hemos sentido el amor del maestro Antoni Benaiges, en su manera de educar. Por otro, hemos intuido la utilidad y felicidad sentidas por su alumnado, con la pedagogía desarrollada por el maestro. Otra historia similar que, siempre tengo muy presente, es la del entrañable maestro de “La lengua de las mariposas”
Tanto el relato, basado en hechos reales, del maestro que prometió el mar a sus alumnos y alumnas, como el personaje literario de don Gregorio, son deudores de las pedagogías activas del primer tercio del pasado siglo XX: las propuestas pedagógicas de Celestin y Elise Freinet y la Institución Libre de Enseñanza.
En estos tiempos de dominio casi absoluto de las redes virtuales, con un consumo mayoritariamente, superficial y acrítico de la información, es muy común tildar de anticuados muchos paradigmas y teorías anteriores a Internet.
Voy a intentar mostrar y demostrar que, las propuestas pedagógicas conocidas como técnicas Freinet, tienen perfecta vigencia en nuestros días. Realizaré un recorrido, necesariamente poco exhaustivo, de las propuestas más relevante de esta metodología, dejando que los lectores y lectoras, reflexionen y saquen sus propias consecuencias.
Se dice en “El principito” que, lo esencial es invisible a los ojos. Parafraseando la idea, diría que, hay principios pedagógicos que considero esenciales, que pueden parecer a primera vista invisibles o innecesarios pero, sin embargo, siguen siendo válidos a pesar del paso del tiempo. Estoy seguro que, el lector y la lectora, están pensando en algunos de esos principios. Me estoy refiriendo, a esos principios esenciales que utilizamos en el devenir de nuestras vidas y que conforman nuestro bagaje de valores.
El trabajo cooperativo
Uno de los principios más importantes de la pedagogía Freinet, es la cooperación. No es gratuito que, el movimiento pedagógico en el que nos agrupamos los docentes que realizamos estas prácticas docentes, se llame Movimiento Cooperativo de Escuela Popular.
Las actividades en nuestras aulas se organizan de manera cooperativa. Como no hay ningún grupo escolar homogéneo, la clase funciona como un ecosistema, en el que los saberes, las experiencias y los afectos son compartidos entre sus miembros. Del mismo modo, las distintas responsabilidades en las tareas del aula, son igualmente compartidas. También es muy frecuente, la existencia de relaciones con otras clases, con las cuales se intercambian diferentes materiales.
Tenemos en nuestras clases una cooperativa que, se encarga de gestionar los pequeños recursos económicos y en la que la responsabilidad de la tesorería suele ser rotativa entre el alumnado.
Diversas actividades, como la impresión de trabajos, preparativos para un teatro, elaboración de instrumentos sencillos, etc. se organizan en los talleres, siendo su funcionamiento y mantenimiento responsabilidad de todos y todas.
La participación de las familias es de gran importancia, participando en cuantas actividades sus aportaciones son de interés, tales como conferencias, viajes, fiestas, efemérides, etc.
La construcción del conocimiento
Cada semana, los alumnos y alumnas, rellenan su plan o contrato de trabajo. En él se apuntan, con la ayuda de los y las docentes, todas las tareas que creen pueden realizar. A lo largo del tiempo fijado, van realizando las tareas y se van corrigiendo en clase de manera individual o colectiva. Al final de la semana se realiza la valoración del trabajo, el cual es conocido y comentado por toda la clase. Ese contrato informado por el o la docente, se envía a las familias para su conocimiento. Como se puede ver, lo que se realiza cada semana es una evaluación continua, formativa y compartida.
Algunas de las actividades más comunes del trabajo escolar, son las lecturas de textos libres, las conferencias sobre algún trabajo de investigación, la elaboración de fichas autocorrectivas de lenguaje y matemáticas, lectura de libros, la presentación de útiles realizados en los talleres, elaboración de problemas de cálculo vivo,… Todas ellas encaminadas a la participación activa del aprendizaje.
El espíritu de nuestra pedagogía es facilitar que el alumnado construya sus conocimientos a partir de sus ideas previas e intereses. Esta propuesta está encardinada en las diferentes aportaciones de la psicología y pedagogía activa, con autores tan importantes como: Jean Piaget, Lev Vygotsky, Howard Gardner o Jerome Bruner.
El texto libre
Una de las técnicas más conocidas de la pedagogía Freinet es el texto libre. Darle a los chicos y chicas la posibilidad de usar libremente la palabra y la escritura, es otro de los principios esenciales de nuestra propuesta pedagógica.
Cada día se destina una parte de tiempo escolar, para que quienes lo deseen, puedan leernos sus textos y poesías. Tras su lectura los comentamos y elegimos el que por mayoría más nos haya gustado. Con ese texto trabajaremos de manera colectiva su temática, estilo, sintaxis y ortografía. Después tendrá los honores de ser reproducido en nuestra imprenta o fotocopia, pasando a formar parte del periódico escolar o del libro de vida de la clase.
Las investigaciones escolares
Otro de nuestros propósitos es que, nuestro alumnado conozca todos los saberes posibles, teniendo muy en cuenta sus intereses y su entorno. Para conseguir este objetivo, las investigaciones escolares son unas magníficas herramientas educativas.
Al elegir un tema de estudio, el alumnado tendrá que observar, realizar medidas, buscar informaciones, formular hipótesis y finalmente recoger lo investigado en un librito que pasará a formar parte de la biblioteca de clase.
No debemos confundir las investigaciones escolares con los típicos trabajos de “corta y pegar” que, con tanta frecuencia, se realizan en muchas aulas. Las investigaciones escolares, lo son, porque el alumnado interviene de manera activa y directa en todo el proceso de investigación.
Los talleres
Para Celestin y Elise Freinet era muy importante que, muchas tareas de la actividad escolar, se realizaran utilizando las destrezas manuales. Por tanto, no se trataba de los típicos trabajos manuales, en los que se realizan o decoran objetos, con una mera intención estética. Muy al contrario, en la mayoría de las ocasiones, lo que se hace en los distintos talleres, son objetos que se necesitan para alguna actividad.
En mis clases siempre tuvimos, de manera más o menos permanente, talleres de carpintería y pintura. En ellos se realizaron los decorados de algunas de las obras de teatro o se construyeron utensilios necesarios para la recogida de datos en las investigaciones en la naturaleza, tales como mangas para recoger insectos, listones para medir la profundidad de una charca, un disco Secchi para estudiar la claridad de las aguas, algunos buscafondos, etc.
En el taller de publicaciones se elaboraban el periódico escolar, los libros de la vida o los libritos de las investigaciones. En esos trabajos se imprimían los textos, se dibujaban y coloreaban las portadas o dibujos del interior y finalmente se grapaban. No teníamos en clase una imprenta de tipos, pero si una eficaz “membrillera” de gelatina, para usar más tarde la fotocopiadora del colegio. Las tecnologías cambian con el tiempo.
Una convivencia basada en la corresponsabilidad
Dijimos al principio, hablando de los contratos de trabajo, que su evaluación se hacía de manera colectiva. Al final de la semana nos constituíamos en asamblea y cada niño y niña explicaba al resto los trabajos realizados. También rendían cuentas los y las responsables de las distintas tareas encomendadas.
Finalmente se pasaban a ver las críticas, las felicitaciones o propuestas que a lo largo de la semana se habían ido poniendo en unos carteles o cajas preparadas a tal efecto. La idea fundamental de la asamblea es la de darle la palabra al alumnado. Aunque los docentes no podemos renunciar a la autoridad que nos ha otorgado la sociedad, si que podemos delegar en la asamblea, muchas situaciones de la vida de la clase.
La inteligencia artificial
Recuerdo hace ya mucho tiempo que, con la generalización de la televisión, había quienes auguraban el fin de las clases presenciales, sustituidas por una pantalla por la que el alumnado recibiría la información y las tareas a realizar. Algún tiempo después son los distintos dispositivos conectados en redes los que han tomado el protagonismo. Hoy discutimos si se han de prohibir los móviles personales o utilizarlos de manera educativa y responsable en las aulas.
Vivimos en los tiempos de las diferentes manifestaciones de la inteligencia artificial. Una de sus expresiones más conocidas es el ChatGPT. Con esta herramienta tecnológica podemos dar respuesta a casi todas nuestras dudas y deseos de información. Recordemos, sin embargo, que esa inteligencia es nada más, y también nada menos, que un sistema interactivo programado por la inteligencia humana. Dicho de otra manera para llegar a este momento y sus futuras evoluciones, los seres humanos hemos tenido que educarnos e instruirnos a lo largo de nuestra historia.
Defiendo que, en los procesos formativos de las personas, es imprescindible educarnos con unos principios primarios, básicos o esenciales que nos irán dotando de las herramientas necesarias para manejar las tecnologías. Sería algo así como lo que son las investigaciones básicas a las aplicadas. Para llegar a una investigación super especializada, antes hemos tenido que dominar los procesos básicos de cualquier investigación.
Por tanto digo que, al menos para las etapas de infantil, primaria y secundaria obligatoria, siguen siendo vigentes las pedagogías basadas en la cooperación, el autoaprendizaje, el pensamiento científico y crítico, el desarrollo de la creatividad y la gestión democrática de convivencia y el trabajo común. Y digo también que, docentes como el maestro que prometió el mar y otros muchos y muchas que a lo largo del tiempo han sabido distinguir entre educar e instruir, entre los principios y las tecnologías pedagógicas, tienen que seguir siendo los educadores del futuro. Lo más importante no son los dispositivos tecnológicos que, desde luego tienen su importancia e influencia, sino los y las docentes que son quienes tienen que sembrar los fundamentos esenciales que nos conforman como seres humanos.
(*) Para quienes deseen profundizar en las técnicas que, de manera breve se han presentado aquí, pueden leer el libro Educar es amar. Paco Olvera. 2ª edición. 2024. Granada. Editorial Entorno Gráfico.
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Comentarios
2 respuestas a «Paco Olvera: «La vigencia de la pedagogía de Celestin y Elise Freinet»»
Enhorabuena, Paco Olvera, magnífico artículo, precioso contenido, admirables película y movimiento pedagógico. Los maestros de básica, en primer lugar, y los profesores de Secundaria y Bachillerato, siempre a la vanguardia del auténtico progreso humano: la formación moral, social y personal de sus alumnos y alumnas, basada siempre —- desde el cuidado y la compasión de maestras y maestros — en el respeto a su libertad y a su personalidad, con la ilusión y el convencimiento de que no hay ni un solo minuto de su trabajo en la escuela que no haya merecido la pena. Lo recordaréis una vez jubilados: es lo que nos queda, nuestro único y mejor premio como docentes.
Muchas gracias Tomás por tu estupendo comentario que, viene a completar, de manera cooperativa el espíritu de mi artículo.