En el pasado mes de enero tuvo lugar la primera fase del intercambio entre el IES Alto Almanzora de Tíjola (Almería) y un centro educativo de Francia, el Collège Marcel Bony de Murat-le-Quaire, una localidad situada en el departamento francés de Puy-de-Dôme, cercana a Clermont-Ferrand.
Durante la semana del 16 al 23 de enero el alumnado y profesorado francés realizó la visita a Tíjola y su comarca, el Valle del Almanzora. Dieciséis alumnos/as de 3º, fueron acogidos por las familias de sus correspondientes, 15 chicos y chicas de 3º y 4º de ESO, de Tíjola, Armuña, Bayarque y Lúcar.
El martes, 16 de enero, llegaron a Tíjola procedentes del aeropuerto de Málaga. “El encuentro fue realmente emocionante” -comenta una de las profesoras que han organizado esta actividad – “La mayoría de los alumnos ya se habían puesto en contacto vía Whatsapp y redes sociales con sus compañeros de Francia, pero el momento de verse y saludarse fue increíble”. A partir de ahí las actividades se sucedieron durante toda la semana.
El miércoles por la mañana fueron recibidos en el instituto pudiendo asistir a clase con sus correspondientes, recorrer el IES guiados por un pequeño grupo de alumnos/as de 1º de ESO y tomar un rico desayuno con chocolate y churros. También asistieron a un acto en la Casa de Cultura Fidela Campiña con distintas actuaciones musicales donde se les dio la bienvenida de manera oficial por parte de la dirección del centro y del Ayuntamiento de Tíjola. Posteriormente hicieron una ruta turística por el pueblo, organizada y explicada por los chicos y chicas de 3º, terminando con la degustación de una deliciosa paella en el restaurante El Polígono por gentileza del Ayuntamiento.
En los siguientes días los 30 alumnos/as de ambos centros, acompañados del profesorado responsable, realizaron múltiples visitas a lugares de interés dentro y fuera de la comarca.
El jueves 18 visitaron Macael, la ciudad del mármol, donde pudieron visitar una cantera y recibieron interesantes explicaciones sobre la utilidad, el valor y la extracción de esta piedra en nuestros días y en épocas pasadas. También pudieron ver la plaza de Almería, recientemente remodelada al estilo romano con la reproducción del mosaico del planetario de Itálica, así como un pórtico de columnas, una alberca y dos imponentes esculturas de mármol blanco, terminando el recorrido en la Plaza de la Iglesia, donde la guía local, Carmen Liria, les mostró y explicó con detalle una réplica exacta de la fuente del Patio de los Leones de la Alhambra. A continuación, visitaron el Museo Ibáñez en Olula del Río, un museo que incluye las obras del pintor Andrés García Ibáñez, además de algunas producciones de pintores tan relevantes como Soroya, Antonio López o los Madrazo. De ahí se dirigieron hacia Pulpí para visitar la Mina Rica y la Geoda, no sin antes pasar por la playa de San Juan de los Terreros. Allí pasaron un rato de esparcimiento disfrutando del sol y la playa. “Fue un momento muy agradable de disfrute para el alumnado, algunos se mojaron, empezaron metiendo los pies y ya no pararon de jugar y saltar en las olas, así que al final estaban calados hasta la cintura”- explican las profesoras. Hay que señalar que Murat-le-Quaire se encuentra en el Macizo Central, bastante distante de la costa mediterránea de Francia, la más cercana, por lo que puede que fuera el primer contacto con el mar para algunos de estos alumnos.
El viernes 19 la visita tuvo como destino la ciudad de Almería, donde pudieron ver los Refugios de la Guerra Civil, la Catedral y la Alcazaba. Por el camino hicieron una parada en un mirador para contemplar el desierto y los antiguos escenarios cinematográficos Fort Bravo, hoy parque temático del western. La excursión concluyó con un paseo en el autobús por la playa de Cabo de Gata y la subida al mirador de las Sirenas.
El fin de semana fue el tiempo de convivir con las familias, que según las profesoras, fue lo más interesante, ya que permitió al alumnado relacionarse y conocerse mejor. Y, sobre todo, vivir en persona las fiestas de San Sebastián. Hay que decir que este fue uno de los momentos más apreciados de la visita ya que la procesión de los roscos, tradicional en algunos de los pueblos de la comarca, fue todo un descubrimiento para los alumnos/as de Murat, una verdadera inmersión lingüística y cultural.
Tras el intenso fin de semana, el lunes salieron hacia Granada para ver el monumento más esperado por el profesorado y alumnado francés: la Alhambra, que no los decepcionó. Después tuvieron tiempo libre para moverse por el centro histórico de la ciudad y finalizaron recorriendo las callejuelas del Albaizín hasta el Mirador de San Nicolás con su conocido ambiente bohemio y cosmopolita, donde un pintor callejero ofreció dos de sus obras como regalo para el instituto. La despedida, en la mañana del día 23, fue un momento muy emotivo en el que se manifestaron los fuertes vínculos que se habían creado durante estos días.
Valoraciones
Las dos profesoras que han organizado esta actividad consideran que el resultado ha sido óptimo, que los esfuerzos realizados han merecido la pena y que se han cumplido sus objetivos: fomentar la sociabilidad del alumnado, ampliar sus conocimientos del patrimonio natural, artístico e histórico de nuestra región, así como mejorar la competencia en comunicación en lengua francesa de los chicos y chicas. También han recibido la valoración positiva por parte de las familias implicadas, que se han volcado para acoger a los correspondientes de sus hijos e hijas en las mejores condiciones.
En cuanto al alumnado, la opinión generalizada es que ha sido una experiencia muy positiva, ya que han aprendido “a convivir con personas de otra cultura y país” comenta la alumna Rocío Calvo.
A nivel personal todo el alumnado coincide en lo mucho que el intercambio les ha aportado: “He mejorado mis habilidades sociales y he aprendido que las diferencias entre ambas culturas no son un factor limitante y que sirven para convertirnos en personas más tolerantes” explica Leo Torres , o que “muchas veces un abrazo vale más que mil palabras” opina África Sánchez, quien añade que ha llegado a la conclusión de que “somos iguales”.
Otro beneficio que el alumnado ha obtenido con esta experiencia es el reconocimiento del valor de su propio patrimonio, al haber tenido que trabajar sobre ello previamente y al verlo desde los ojos de sus compañeros visitantes. Además se sienten más motivados que nunca para seguir avanzando en el aprendizaje de la lengua francesa, ya que como afirma Lorena Pérez: “Este intercambio me ha hecho empezar a soltarme y a tener menos vergüenza. También me di cuenta de que tenía más nivel de francés de lo que pensaba”. Este intercambio les “ha ayudado mucho a desempeñar todo lo aprendido estos años en francés”, reconoce Juan Felipe Segura. También Leire Mesas y Carla Ortega señalan que han notado “una mejora en la pronunciación y la fluidez”, pero sobre todo, esta experiencia les ha hecho perder el miedo a hablar en francés, como reconocen la mayoría.
Por otra parte, en lo referente a la cultura y las costumbres, la mayoría del alumnado ha observado notables diferencias, como que “comen poco y duermen mucho” según apuntan Pablo Serrano y Yasmin El Rouli, o que “son muy fiesteros” en opinión de Jhandri Mendieta, que “se duermen antes y madrugan más”, comentan Sara Yeste, Pedro Luis Mateo e Irene Pordoy, dicen que “se quitan los zapatos al entrar en casa para no manchar el suelo”, o que “la siesta para ellos no existe” según M.ª Nati Fernández. En definitiva, han aprendido “que es muy importante aprender idiomas para poder comunicarse con personas que no hablan nuestra lengua” valora Antonio Jiménez.
Podemos concluir que ha sido una experiencia exitosa ya que el alumnado, que es el destinatario de la actividad, la ha valorado tan positivamente en diferentes aspectos y manifiestan que la volverían a repetir. El intercambio concluirá cuando se lleve a cabo la segunda fase con la visita del grupo de Tíjola a Murat-le-Quaire a principios de abril.