Reconocer las buenas acciones de los demás, es un acto de dignidad; premiar los méritos merecidos de otros, es un símbolo de grandeza
El pasado día uno de febrero, festividad de San Cecilio, patrón de Granada y del Hospital Universitario Clínico San Cecilio, emplazado en el actual y conocido Parque Tecnológico de la Salud (PTS), tuve la oportunidad de asistir al homenaje que dicho centro sanitario, ofrecía a tres destacados empleados, con motivo de la fiesta del patrón y de su próxima jubilación. El eminente evento, tuvo lugar en el amplio y confortable Salón de Actos del mismo. Estuvo presidido por su director, el doctor Manuel Enrique Reyes, el señor José Hervás, presidente de la asociación “Amigos del Hospital Clínico San Cecilio”, la directora médica doctora Susana Moya, la directora de enfermería Irene Bolívar y el director de Economía señor Ramón Cabello.
Todos hemos asistido a algún homenaje durante nuestra vida y, muy especialmente, los referidos a la jubilación. Pero, por frecuentes que estos sean, no dejan de tener un alto valor humano, y, a veces, están cargados de emoción, como el que comentamos, por lo que, afortunadamente, no hemos dejado de celebrarlos. Mayor relevancia adquiere este hecho en la sociedad actual, caracterizada por la superficialidad y las prisas, que nos enajenan y nos impiden disfrutar de lo auténtico, lo común y sencillo. Agradecer es un deber, pero el agradecimiento no está de moda, sino casi olvidado; reconocer las buenas acciones de los demás, es un acto de dignidad; premiar los méritos merecidos de otros, es un símbolo de grandeza.
Los premios “Distinciones a los Valores del Hospital Clínico” son concedidos por el propio centro y por la citada Asociación de Amigos del Hospital Clínico. Su objetivo principal, es precisamente eso que, según se demostró y se vio, durante la presentación del acto, el pasado año se consiguió holgadamente: tres excelentes profesionales, que han desarrollado sus servicios correspondientes con ejemplaridad, compromiso integro y generosidad desbordante, y, todo ello, durante tres largas vidas de esfuerzo y trabajo continuo. Los citados valores, no son otros que los de servir a la salud pública, atender bien a enfermos y pacientes, actualizarse e innovar, mejorando su rendimiento y su trabajo, que han sido puestos de relieve y ejemplo para sanitarios, pacientes y ciudadanía general.
El primero de los profesionales premiados en intervenir, fue el doctor José Luis Callejas Rubio, responsable de la Unidad de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas, presentado por la doctora Susana Moya. Pronuncio una breve, pero sustanciosa conferencia titulada: “Más luces que sombras en la COVID 19” Efectivamente, con un profundo, profuso y experimentado conocimiento del tema, diserto y hablo sobre los aspectos más relevantes del mismo, incluidas sus propias y valiosas aportaciones científicas y destacando la utilidad y eficacia de los corticoides, en el tratamiento inicial de la COVID Todo ello con una amenidad y un sentido del humor, tan gratos como inteligentes.
En segundo lugar, intervino la enfermera, matrona y profesora/tutora de la Facultad de Ciencias de la Salud Amor Santos García, que durante cuarenta años ha dejado su piel y su cariño en el servicio maternal del Hospital Clínico. Una trayectoria laboral envidiable, porque, además, dicho servicio lo consideraba como su segunda casa, según cuentan sus compañeras. Irene Bolívar, en sus palabras de presentación dijo: tiene todas las cualidades del mejor profesional capacidad, voluntad, alegría, responsabilidad, trabajo, etc. ha tenido un comportamiento excelente con las mujeres que asistía y atendía, con los compañeros y compañeras, con los médicos y con todos los que trabajan en el hospital. Es una persona que no te deja impasible, cuando la conoces. Ella, en su contestación, tuvo una respuesta elegante: todo lo hemos conseguido entre todos, ha sido un honor para mí, que os agradezco muchísimo; doy las gracias a las madres que he asistido, a todos vosotros, que no nos hemos conformado con ser compañeros, sino una familia; una gran familia, compuesta por todas las matronas y matronos del Hospital Clínico.
La tercera persona premiada en intervenir, fue el señor J. Francisco Saldaña Alfambra, responsable del Mantenimiento General del Hospital, presentado por Ramón Cabello, director de Economía. Puede darnos miedo, nada más pensarlo; ser responsable de un espacio tan grande, tan complejo y complicado, con infinidad de necesidades y servicios, que precisan estar funcionando permanentemente, parece una meta imposible, pero este señor gestor, lo ha superado con creces. Me quedo con la frase más oída: “J. Francisco, es una persona excepcional, que lo resuelve todo”. El acto concluyó con una interesante conferencia de Doña Ana Agudo: “Desgranando los matices de la innovación en Salud”
Nos quejamos frecuentemente de lo mal que se hacen las cosas, del pésimo comportamiento de determinadas personas, pero no reparamos casi nunca en la buena gente, en las personas que callada y prudentemente hacen muy bien su trabajo y sirven amablemente a los demás. Ahora, hemos conocido tres magníficos equipos de trabajo. La sanidad pública funciona, estamos en buenas manos. Gracias sanitarios.
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Catedrático y escritor