Llegó la esperada primavera donde los amaneceres abren las ventanas y su luz dentellea suave como una caricia. Los aromas de las flores y del azahar de los naranjos se extienden como una alfombra en Granada, una piragua enfila hacia la luz, en las aguas dormidas del embalse.

Los senior o mayores vivimos un tiempo que no es sucesión: ayer, hoy y mañana dejan de tener significado, sólo hay un hoy un presente, una aquí y ahora. Como si el tiempo y el espacio se abrazaran en uno, se despliega la seducción por la vida, disfrutar con mil ojos y con pasión cada instante.

Los años nos enseñan que la vida y la muerte dejan de percibirse como extraños y empiezan a entrelazarse con bastante habitualidad. Compañeros que al día siguiente han partido en busca de la luz y nos dejan la quietud de su asiento vacío y helado en la clase, el reflejo de su sombra vaga por los espacios habituales del edificio V Centenario de la Universidad y un velo de tristeza prende en cada uno que lo conocimos. D.E.P compañero del Aula (APFA) y lector de mis artículos, Antonio de la Rosa.

Tomemos como consciencia el lema de esta frase “no echemos años a la vida sino vida a los años”, un compañero me decía con su chispa de humor que llenemos la agenda diaria de actividades para que no tengamos tiempo de morirnos.

Seguimos atados al vivir, a la fuerza vital del presente, para contaros la experiencia enriquecedora y saludable del deporte náutico con un grupo de inquietos estudiantes mayores del Aula y de la Universidad de Granada, en un entorno único donde vibra el silencio.

Un delgado soplo fresco despierta las aguas tranquilas del embalse, mientras la luz primaveral se difunde en un silencio multiplicado entre los verdes árboles, al fondo Sierra Nevada que se resiste a disipar su manto blanco de nieve, los reflejos de sol se erizan sobre las pequeñas olas de la superficie, a modo de saludo un pez salta para volver a sumergirse, cuanta belleza suelta en este magnífico paraje del pantano de Cubillas.

En otoño pasado con un amplia aceptación y éxito, iniciamos la práctica del piragüismo con Dragón Boat en el Campus Náutico de la Universidad de Granada

Retornamos con un grupo de 18 chicos y chicas estudiantes de edad madura y con inefable espíritu de aventura, un equipo la mayoría sin experiencia previa en el piragüismo, pero con las incansables ganas de hacer ejercicio y divertirse navegando juntos a ritmo de tambor.

La embarcación Dragón es una especialidad deportiva de origen chino, con una antigüedad cercana a los 3000 años. Su mayor aceptación y práctica se desarrolla en toda Asia, América del Norte, Oceanía y cada vez más en Europa. En la actualidad mantiene la tradición en la estética de la embarcación, con la cabeza y la cola de un dragón.

El Dragón Boat, la tripulación está compuesta de 12 o 22 palistas, donde uno de ellos es el tambor, que dirige el ritmo de palada, y otro es el timonel, que lleva la dirección del barco. Sus tripulaciones las forman tanto hombres como mujeres, dentro de las categorías Júnior, Sénior, Open, Mixto y Veteranos.

En España existe una Liga de Barco Dragón y los Campeonatos de España en las distancias de 200, 500 y 2000 metros, todos ellos auspiciados por la RFEP.

Nuestro espíritu de superación y de soñar, nos motiva a que, con el entrenamiento e ilusión, a llevar la imagen del mayor con el deporte fuera de nuestra ciudad y practicar en otras ciudades sin descartar participar en la próxima JUEGOS EUROPEOS UNIVERSITARIOS 2030 en Granada, como estudiantes mayores del Aula Permanente de Formación Abierta de la UGR. (de forma testimonial, ya que no es olímpica esta modalidad de piragüismo).

La asociación ALUMA en su actividad novedosa de “Mayores a bordo” convocó a los piragüistas el viernes 26 de abril en las instalaciones del Campus Náutico de la UGR, todos equipados con la ropa ligera para el agua, sombrero, chaleco salvavidas, pala y los más veteranos con las camisetas verde de la UGR.

El coordinador de ALUMA, Rafael Reche explicó la motivación que nos lleva a formar un equipo, a entender los benéficos para la salud física, mental y emocional que proporciona la práctica de un deporte en grupo, la sensación de disfrutar aprendiendo las técnicas del piragüismo, el fomento del compañerismo y la unión en el esfuerzo colectivo.

Los jóvenes monitores, Alex y Nerea, afable y profesionales detallaron en tierra, la forma adecuada para subir y bajar de la estrecha embarcación, la manera correcta de coger y remar con la pala, después en el agua, coordinaron la navegación y los ritmos de palada. La compañera Leonor Argar, a proa tomó el tambor, pieza fundamental para con el sonido sincronizar todas las paladas.

Al principio, llevo tiempo, la coordinación sincronizada de las 18 paladas, con choques de palas, salpicaduras de agua al resto de tripulantes, todo con un humor y risas, pero en las dos horas con pequeños descansos logramos navegar a velocidad, y todos al mismo ritmo. Se desbordó la alegría de ver como un equipo actuaba como uno solo se deslizaba veloz el Dragón.

El tiempo se nos escapó rapidísimamente navegando para después disfrutar de unas cervezas y comida en una larga mesa compartida, donde reinó el buen humor, compañerismo y amistad. Nos despedimos con el deseo de volver en mayo a retomar el Dragón Boat.

Agradecemos al responsable de las actividades deportivas de la UGR, Rubén Sánchez, el interés y facilidades para que los mayores del Aula (APFA) practiquemos piragüismo.

Leer más artículos de
Rafael Reche Silva, alumno del APFA
y miembro de la JD de la Asociación
de estudiantes mayores, ALUMA.
Premiado en Relatos Cortos en los concursos
de asociaciones de mayores de las Universidades
de Granada, Alcalá de Henares, Asturias y Melilla.

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