Recientemente se celebró la XXXV ceremonia de investiduras de nuevos miembros de la Asociación-Orden de Caballeros, Damas y Grados Menores de la Basílica de San Juan de Dios, casa madre de la Orden Hospitalaria extendida por todo el mundo.
Y como grados menores las jóvenes, Andrea Fernández García, como decurión; y Jimena de la Paz Martínez, como escudero.
Fueron padrinos los caballeros José Maldonado, Pablo Gálvez Carrillo de Albornoz, José Antonio de la Paz, José Ignacio González, Antonio Manuel Alaminos; y el Gran Maestre, fray Juan José Torres, de la Orden Hospitalaria, y Rector de la Basílica de la Inmaculada y San Juan de Dios.
E intervinieron en el ceremonial la dama presidente María Castellano y los caballeros Pedro José Maldonado, Adrián Contreras, Valentín Pedrosa y Federico Torres; auxiliados por el escudero Florentino Ortíz y el decurión Ismael Romero, de esta benemérita institución que ha cumplido su XVIII aniversario, con varios centenares de miembros por toda la geografía española.
A San Juan de Dios, padre de enfermos y necesitados, se rogó especialmente, en el camarín de su santo sepulcro, por la paz en el mundo y la concordia en España.
Al finalizar la ceremonia tuvo lugar una cena solidaria de confraternización.
Los nuevos Investidos junto al Gran Maestre y al Maestro de Ceremonias.
Los nuevos cuatro Caballeros de San Juan de Dios.
En el transcurso de las Investiduras, el Gran Maestre, Fray Juan José Hernández Torres, de la Orden Hospitalaria de Hermanos de San Juan de Dios, disetó destacando los aspectos más relevantes de los Estatutos de la Asociación-Orden, exhortando a los Caballeros, Damas, Decuriones y Escuderos de San Juan de Dios:
– Al mantenimiento de la Basílica como fin principal Estatutarios.
– Junto a la salvaguarda de las Reliquias de San Juan de Dios, en caso necesario.
– A tener en cuenta el hermanamiento con la Hermandad del Santo Escapulario de San Juan de Dios y San Rafael para los temas de Caridad.
– A Vivir el Componente Simbólico de la Asociación, como una Orden de Caballería bajo la Advocación a la que se acoge, en este caso el Bendito San Juan de Dios, Padre de Enfermos y Necesitados.
– A Vivir los Valores del Evangelio y las Virtudes Cristianas que son los fundamentos para ayudar a mantener la Basílica y el Espíritu de la obra de San Juan de Dios, que todo constituye un monumento a la Caridad y al Amor de Dios, con un retablo que tiene en su base a la Eucaristía, en el centro el Santo Sepulcro de San Juan de Dios y se corona con la Virgen Inmaculada y el Espíritu Santo.
– A Vivir el Espíritu de Organización Civil que tiene la Asociación, constituida según las leyes vigentes.
– Y a Interiorizar los Valores Estéticos y Éticos, que encarnan los Caballeros y Damas de San Juan de Dios, en medio de la sociedad actual.
‘Servi inutiles sumus; quod debuimus facere, fecimus’.
DEUS CHARITAS EST
Un cordial saludo a los lectores y lectoras de IDEAL en Clase.
Maestro retirado