Cuenta con una nominación a los premios Broadway World Spain Awards por su trabajo en el musical Frankenstein
Que usted está pensando en rodar una película en Granada. Que lo que tiene en mente es montar una obra de teatro, una ópera. Quizás grabar un videoclip o va a protagonizar un espectáculo y no tiene que ponerse…
No lo dude. Acuda a un especialista. Contacte con José Riazzo Andreu.
Es que ya está tardando en llamar a uno de los creativos más interesantes de Granada.
Si no está en ninguna de las circunstancias anteriormente citadas, quédese a conocer a este personaje porque tendrá otra visión cuando acuda a una representación teatral, operística o musical. Y, porque tendrá ocasión de refrescar parte de lo ocurrido en la escena granadina en los últimos 15 años.
Lo que Riazzo hace no tiene nombre. Y no, no es que seamos unos exagerados. Es que no hay un concepto que defina correctamente su profesión.
Vestuarista, figurinista, estilista, diseñador de vestuario… no nos sirven. Se quedan cortos. Juan Antonio se siente cómodo con el término italiano costumista
Habremos de encontrar un sustantivo que designe a la persona responsable de la concepción global de la imagen de los participantes de una obra escénica. Y esa responsabilidad incluye, el diseño del vestuario, la elección de tejidos, la confección, así como vestir, maquillar, peinar y complementar a los intervinientes.
Estamos haciendo auténticas filigranas para no hablar de cuerpo actoral o musical porque en el último de los encargos, La niña que salvará nuestro mundo, de Francisco de Paula y Julie Vachon en una coproducción de Claroscvro teatro con el Teatro de la Zarzuela, ha vestido también a los títeres.
Y que para hacer lo que él hace hay que saber mucho.
Hay que ser curioso para investigar el contexto histórico
Hay que ser paciente porque es un trabajo que necesita una planificación
Hay que ser un buen oidor y entendedor para captar lo que el director de escena o el director artístico, casi ni siquiera pronuncia
Hay que tener capacidad para visualizar la obra en conjunto y por partes
Hay que trabajar pensando en la iluminación
Tiene que tener un buen olfato. Para reconocer el aroma del que hay que impregnar a los ropajes
Poseer alma de regidor y conocer la obra al dedillo
Debe de tener formación en patronaje…
Y, saber coser
Tiene que tener buen gusto para elegir los tejidos
Visualizar la escena para acertar con las texturas
Ser imaginativo para hacer de la falta de recursos una virtud
Y tener sangre fría… Nos cuenta como destrozó el vestuario recién creado para el musical Frankenstein. Se trataba de un primoroso vestuario de estilo rococó… me tuve que poner a romperlos, desgarrarlos, manchar los bajos … la gente que los había visto terminados no acababan de entender ese furor destructivo ¡Pero había que transmitir las profundas diferencias sociales en la Europa del siglo XVIII!
La culpa de todo la tiene Jesucristo Superstar.
No está suficientemente reconocida la importancia del teatro en la escuela. Quizás sea el musical más representado en el teatro amateur, el que cambió la vida a aquel niño tímido y retraído que estudiaba en los Salesianos del Zaidín.
Ya nunca más abandonaría la escena. Cómo actor, como músico o como responsable de vestir las obras.
Paso a paso. De la misma manera que se ha hecho adulto ha madurado su vocación
Primero fue en la compañía, hoy desaparecida, La butaca vacía. Balbuceando aún, montaron el musical, Los miserables. Riazzo, tocado por la magia de la creación, hizo de coordinador de vestuario.
El siguiente paso fue de gigante. El musical original de Santiago Martín Arnedo, Boabdil, el último rey de Granada, montado como homenaje al letrista, Francisco Martín Cruz
¿Lo recuerdan ustedes? El estreno fue en el Teatro Isabel la Católica. El trabajo fue espléndido. Tanta juventud, tan bien formada musicalmente, sobre el escenario. El vestuario, espectacular, pero la marca Riazzo, aún no había alcanzado la mayoría de edad. Todavía no había articulado esa concepción sobre el poder del vestuario que tanto nos interesa.
Luego fue el musical Frankenstein. Ese sí. Otra obra de Santiago Martín Arnedo. El éxito fue tal que fueron contratados durante cinco semanas en el Teatro Apolo de la capital de España. Todo un éxito para el teatro musical granadino. Y mayor, al aparecer nominados a la mejor iluminación y al mejor vestuario en los premios Broadway World Spain Awards.
Con esta nominación comenzó a recibir encargos externos. Nos atrevemos a decir que El escenario ambulante de Laviebel, y Electra y el Rey Lear para la Compañía del Carbón, supusieron la mayoría de edad de Riazzo como costumista y como teórico del vestuario en las artes escénicas.
Este es parte de su cuerpo teórico
Teoría del volumen
En el vestuario de la obra escénica… Más, es poco. No sólo hay que ocuparse de los ropajes. Se hacen necesarios estudios de maquillaje, complementos, peluquería…para construir figuras con volumen. En su caso, el trabajo con Luis Arance, maquillador, es fundamental. El espectador está muy lejos — no es cine- y es gracias al vestuario y la iluminación como se ayuda a crear la personalidad que la obra requiere.
Teoría del anacronismo
El vestuario de teatro no es arqueología. En la marca Riazzo, no tiene porque ser una representación fiel de la época. Lo que tiene que conseguir es crear un concepto, aunque para ellos sean utilizados elementos, colores o tejidos anacrónicos.
Teoría de los colores
Los colores transmiten emociones.
Junto al director de escena se hace necesario conocer el color de la obra. Mientras que para la ópera Caballería Rusticana, Tete Cobo, el director de escena buscaba un aroma de posguerra universal, a través del blanco y negro, en Elixir de amor, el mismo director, buscaba una explosión de color y alegría.
El color del vestuario te permite definir al personaje y su relación con el elenco, tanto de afinidad –usando la misma gama cromática- o de rechazo.
A golpe de vista, el espectador debe reconocer el orden jerárquico de los personajes.
La importancia del tejido
Esta teoría habla de la elección de los tejidos. Este elemento es tan importante para él, que supone el 70% de su trabajo. Una idea preciosa, un figurín maravilloso, no sirven de nada si no se encuentra el tejido adecuado
El patronaje
El patronaje para la escena es diferente. Las piezas también hablan y contribuyen al ritmo de la obra. Por ejemplo, el vestuario diseñado para el Rey Lear estaba repleto de piezas ingeniosamente cortadas y confeccionadas. Es un vestuario para verlo en movimiento. En esa obra…con las aberturas quería mostrar la agresividad y fortaleza, contribuyendo al dinamismo del relato
El resultado final
Nos movemos en dos escenarios posibles. Por un lado que el espectador sea muy sensible y perciba todos los detalles. Supondría un éxito. Como también lo sería cuando el vestuario pasa desapercibido para el espectador porque no hay ningún elemento que chirríe.
Si quieren seguir conociéndolo, no duden en seguirlo. Lo penúltimo, el trabajo realizado para Don Diego de Granada, ópera de cámara de Héctor Eliel estrenada en el Festival Músicas del Sur de Motril en 2022.
José Antonio, es hijo de Pepe Riazzo y de Toñi Andreu, del Zaidín. Un granadino impresionante. Contribuye a crear ilusiones. Su trabajo nos hace creer que habrá una niña que salvará al mundo, que hubo un señor, Don Diego, de apellido Hurtado de Mendoza que vivió en Granada, que en la movida madrileña, el elixir fue el amor, que en aquel ambiente rural de Caballería rusticana, no podría salir nada bien, que El Rey Lear, nunca debiera haber repartido su reino, que el hijo de Electra habrá de volver algún día, que el circo, o ¿la vida? es un Escenario ambulante, que Frankenstein representaba a la sociedad, que Boabdil tuvo momentos memorables. Y que a culpa de todo la tuvo, Jesucristo Superstar, en la escuela.
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Profesora de Geografía e Historia
IES Padre Suárez