Los cuadros, como el de esta caroca, son como piedrecitas en el zapato. Hay que evitar las zapatillas volantes, en lo posible. Para grandes y chicos. Algunos se han llevado un zapatillazo en las pasadas elecciones europeas…
Lo que más motiva al ser humano es ser apreciado y ser reconocido, por eso hacemos todo lo que sea posible. Buscamos ese afecto como compensación a los vacíos de la vida, que demuestran superficialidad, no profundidades. Fingiendo pensamos que los demás nos ven como queremos. Porque las ganas, de querer que todo el mundo piense que nuestra vida está llena, son universales. Hay que desmitificar a la gente que parece perfecta.
El reloj biológico natural nos dice que nos vamos haciendo mayores. Sabemos que la manera en la que nos enfrentamos a los problemas de la vida puede acortar o alargar nuestra impresión sobre la vida. La actitud positiva: me levanto, leo, hago deporte o ando, quedo con alguien, me venzo a mí mismo y voy hacia adelante. Mejora la salud física y psicológica. El optimismo es ver la vida como una gran posibilidad para mejorar. La gente que tiende a ver la vida en positivo, a pesar de las circunstancias, se suele acercar más al regocijo. El pesimista, el que convierte las emociones en un diván, se acerca demasiado a la formalidad, aunque disimule y no lo parezca. Preferible el contenido de la frase del regocijo, ¿no les parece?
Un cordial saludo a los lectores y lectoras de IDEAL en Clase.
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