José A. Delgado: «De guerra en guerra»

“Ningún pueblo ha insistido más firmemente en que la humanidad tiene un destino y la Historia un propósito”, Paul Johnson, La historia de los judíos (2023, pág. 13).

Los judíos, a lo largo de la Historia, han tenido una influencia excepcional en el desarrollo de la humanidad en diferentes campos de la ciencia, el arte, la música o el pensamiento. De toda la pléyade de judíos influyentes, basta con citar esta muestra: Karl Marx, Ludwig Wittgenstein, Karl Popper, Hannah Arendt, Theodor W. Adorno, Herbert Marcuse, Sigmund Freud, Fran Kafka, Gustav Mahler, Émile Durkheim, Marcel Proust, Lev Trotsky, Lucian Freud, Ana Frank, Robert Oppenheimer, Noam Chomsky, Serguéy Brin y Larry Page (creadores de Google) o Mark Zuckerberg (fundador de Facebook).

El espacio geopolítico llamado hoy Israel o Palestina ha sido un país conocido desde los romanos, quienes dieron a esta tierra el nombre de Palestina. IIian Pappé, profesor de Historia y director del “European Centre for Palestina Studies” de la Universidad de Exeter (Reino Unido), en su obra “Los diez mitos de Israel” (2019), dice que existen analistas que consideran la Biblia como una fuente histórica y otros que no dan valor a dicha consideración. Bajo esta apreciación, traigo a colación esta cita pues creo que aquí empezó todo: “Moisés y Aarón se presentaron al Faraón y le dijeron: así dice el Señor, el Dios de Israel, deja salir a mi pueblo para que celebre una fiesta en mi honor en el desierto” (Éxodo 5.1). Después de escapar de la esclavitud de los egipcios, bajo el liderazgo de Moisés, luego de cuarenta años vagando por el desierto, los israelitas regresaron a la región de Canaán (la Tierra Prometida o Israel) que fue conquistada y ocupada bajo el mando de Josué.

Dos hechos significativos evidencian la búsqueda de un lugar para el asentamiento del pueblo judío: la obra de Theodor Herzl “El Estado judío: ensayo de una solución moderna de la cuestión judía” (1896) y la “Declaración de Balfour” (1917). Theodor Herzl propuso que la solución al problema judío era la creación de un Estado judío independiente y soberano donde cupiesen todos los judíos del mundo. La “Declaración de Balfour” nos dice que Gran Bretaña fue la primera potencia que apoyó la constitución de un Estado judío en Palestina. El 2 de noviembre de 1917 Arthur James Balfour comunicó a lord Rothschild el apoyo al sionismo político: Juan P. Cavero, “Breve historia de los judíos” (2018).

La guerra parece ser el sino de israelíes y palestinos al menos desde que la ONU puso fin al Mandato Británico sobre Palestina mediante la Resolución 181 (II) de 29 de noviembre de 1947. Por dicha Resolución se decidió dividir Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío, con un régimen internacional especial para Jerusalén. El 14 de mayo de 1948, David Ben Gurión, máximo representante de la comunidad judía en Palestina, leyó una “Declaración de Independencia” por la que se proclamó el establecimiento de un Estado judio en “Eretz” (“Tierra”) donde Israel que sería reconocido como el Estado de Israel. Pues bien, no pasaron siquiera 24 horas cuando los países árabes vecinos lo atacaron. Comenzó así la primera guerra árabe-israelí conocida como “Guerra de la Independencia”.

Ilan Pappé, en la obra citada, nos presenta la cronología de los conflictos desde que Israel se constituyó como nación. En 1948 Israel fue atacada por los árabes vecinos; en 1956 Israel se une a Gran Bretaña y Francia en una guerra contra Nasser en Egipto: masacre de Kafr Qasim; en 1967 la Guerra de los Seis Días: Israel ocupa el Sinaí, la Franja de Gaza, los Altos del Golán, Jerusalén Este y Cisjordania; en 1973 la Guerra de Octubre por la que Israel ocupa parte de Egipto y retiene el control de los Altos del Golan; en 1978 ataque de la OLP en Tel Aviv e Israel ocupa parte del sur del Líbano. En 1995 se firma el “Acuerdo Oslo II” para el control palestino de parte de Cisjordania y la Franja de Gaza: Yitzhak Rabin es asesinado; en 2008 la Guerra de Gaza, “Operación Plomo Fundido”; en 2014, la “Operación Borde Protector”.

El 7 de octubre de 2023 Hamás lanzó una lluvia de misiles sobre Israel. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró: “Estamos en guerra, y ésta será larga y difícil”. A todas luces que lo está cumpliendo. No obstante, Joe Biden, en una comparecencia en la Casa Blanca el 31 de mayo, arrojó un halo de esperanza: “Es el momento de que esta guerra acabe y de que empiece el día después”. Este anuncio constituye la posibilidad más viable para poner fin a la tragedia iniciada aquel 7 de octubre. No obstante, Benjamin Netanyahu ya ha dicho que no habrá un alto al fuego definitivo hasta que no destruya a Hamas.

Respecto a la solución de los dos Estados, Pierre Assouline, escritor, periodista y uno de los más destacados intelectuales franceses, autor de “Regreso a Sefarad” (2019), ha manifestado que la solución consistente en la creación de dos Estados es muy complicada y que ahora no es el momento de abordarla. Ilan Pappé considera que esa solución de dos Estados como la única forma de avanzar en el conflicto es un mito y lo expresa así: “La solución de dos Estados es como un cadáver sacado de la morgue de vez en cuando al que se viste elegantemente y se presenta como un ser vivo. Cuando se ha demostrado una vez más que no le queda vida, se devuelve a la morgue”: “Los diez mitos de Israel” (2019, pág. 188).