El DLE (Diccionario de la Lengua Española) define magnicidio como “Muerte violenta dada a persona muy importante por su cargo o poder”. Magnicidios fueron los que se llevaron a cabo en los Estados Unidos de América sobre estas personas: Abraham Lincoln, John Fitzgerald Kennedy, El-Hajj Malik El-Shabazz (Malcolm X), Robert Francis Bob Kennedy y Martin Luther King Jr. Igualmente hubo otros dos intentos con Ronald Reagan y Donal Trump que por suerte sólo quedaron en un susto.
La violencia política en la nación más potente del mundo viene de lejos. John Wilkes Booth, de veintiséis años, actor de profesión y partidario del sistema esclavista, se preparaba para pasar a la Historia. El presidente Abraham Lincoln y su espesa Mary Todd asistieron al Teatro Ford de Washington D.C. John irrumpió en el palco, se colocó detrás de Lincoln y le disparó en la cabeza con un revólver al gritó de “¡Así siempre a los tiranos!”. El público pensó que la intervención de Booth formaba parte del espectáculo. Varios soldados llevaron al presidente a una casa de huéspedes cercana. Después de una intervención médica falleció el 15 de abril de 1865 a la edad de cincuenta y seis años.
John Fitzgerald Kennedy (JFK) murió el 22 de noviembre de 1963 en el Hospital Memorial Parkland de Dallas (Texas, EE.UU.) a los cuarenta y seis años: la causa fue un disparo de los tres efectuados por Lee Harvey Oswald que impactó en su cabeza. Eran las 12.30 h. de una mañana tranquila y soleada. Lo hizo desde la ventana del cuarto piso del Texas School Book Depository en el que trabajaba como empleado cuando la limusina en la que viajaba el presidente y su esposa Jackie embocaba la plaza Dealey. La Comisión Warren, creada por Lyndon B. Johnson para investigar este asesinato, concluyó que el primero de los tres disparos no impactó en el coche sino en la acera, que Kennedy recibió dos disparos y que uno de ellos le hirió mortalmente en la cabeza. Tres días más tarde el féretro de JFK marchaba por las calles de Washington camino del cementerio de Arlington. Oliver Stone, director de “JFK: Caso revisado”, el documental en el que intenta indagar en todos los hechos que se conocen sobre lo que realmente ocurrió, afirmó: “Creo que nunca se sabrá la verdad sobre el asesinato de JFK”.
El-Hajj Malik El-Shabazz (Malcolm Little), más conocido como Malcolm X, fue un ministro religioso, activista y defensor de los derechos humanos y de las libertades civiles de los afroestadounidenses: un líder respetado de esta comunidad. El 21 de febrero de 1965 cuando se disponía a celebrar un mitin en el Audubon Ballroom de Nueva York, estando junto a su esposa embarazada y tres de sus hijas, recibió varios disparos. Norman 3X Butler, Thomas 15X Johnson y un tercer hombre fueron declarados culpables de asesinato en marzo de 1966. Fueron condenados a cadena perpetua: Malcolm X tenía cuarenta años.
Robert Francis Bob Kennedy, también conocido como “Bobby” Kennedy, entró en la carrera por la nominación a la presidencia de los EE.UU. el 16 de marzo de 1968 representando al Partido Demócrata. Pasada la medianoche del 5 de junio, pronunció un discurso en el Hotel Ambassador de Los Ángeles (California) anunciando su victoria. Tras concluir, y mientras se disponía a abandonar el hotel a través de la cocina, un hombre armado le disparó a quemarropa. Era Sirham Bishara Sirham, un palestino de veinticuatro años. “Bobby” fue trasladado al Hospital El Buen Samaritano donde falleció pocas horas después a los cuarenta y dos años. Lo enterraron en el cementerio de Arlington cerca de la tumba de su hermano John.
Martin Luther King Jr. fue un pastor baptista estadounidense defensor de los derechos civiles de los negros. En el verano de 1963 movilizó a una población de la comunidad afroamericana que culminó en la histórica marcha sobre Washington congregando a 250.000 manifestantes. Al pie del Lincoln Memorial pronunció su ya conocido discurso “I have a dream” (Tengo un sueño): “Mis cuatro hijos vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por su carácter”. Fue abatido de un tiro en la cabeza por James Earl Ray mientras saludaba a sus seguidores desde la terraza del Motel Lorraine: era el 4 de abril de 1968 y tenía treinta y nueve años. El 14 de octubre de 1964 se le concedió el Premio Nobel de la Paz convirtiéndose en la persona más joven en recibir este reconocimiento.
El 30 de marzo de 1981 Ronald Reagan sufrió un intento de asesinato a la salida de una conferencia en el Washington Hilton Hotel. Él, junto a otras tres personas, fueron heridas por John W. Hinckley Jr. Aunque Reagan no recibió el impacto directo de ninguna bala, una de ellas salió rebotada produciéndole una leve herida superficial en el pecho: tenía setenta años. También Donal Trump resultó herido leve cuando un hombre abrió fuego desde la terraza de un edificio cercano cuando daba un mitin en Butler (Pensilvania) el pasado 13 de julio: “Me di cuenta inmediatamente de que algo andaba mal al escuchar un zumbido, disparos y de inmediato sentí la bala perforando la piel”, declaró en un comunicado.
En unos tiempos en los que la política parece desacreditada por acciones poco edificantes de quienes la ejercen, es pertinente traer a colación el dicho de Woodrow Wilson, vigésimo octavo presidente de los Estados Unidos: “No existe causa que sea tan sagrada como la causa de un pueblo, no existe idea tan elevada como la idea de servir a la humanidad”: Robert Dallek, “J.F. Kennedy. Una vida inacabada” (pág. 121). Desde luego, en los siete casos expuestos, este oficio, además de sufrido, deviene lacerante.
(Nota: Este artículo de José Antonio Delgado se ha publicado en las tres ediciones impresas de IDEAL, correspondientes al miércoles, 31 de julio de 2024)
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