El deporte en general tiene su magia, lo hemos podido vivir a lo largo de las Olimpiadas de París 2024, pero el fútbol posee algo que lo hace incomparable. Tiene el poder de unir a todo un país y de hacer que 49 millones de personas olviden, aunque sea por un instante, las crisis y las penas.
La selección sub-23 de España ha conseguido la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, venciendo a Francia, el equipo local, en un ambiente hostil. Este es el segundo oro olímpico en la historia del fútbol español, 32 años y un día después de la gesta en Barcelona ’92. Un nuevo éxito que se suma a la reciente conquista de la Eurocopa, lograda apenas veintisiete días atrás, el 13 de junio en Alemania, donde la selección absoluta se alzó con su cuarto título europeo.
Recordando la épica final de 1992, en la que jugadores como Toni, Abelardo, Guardiola, Solozábal, Kiko Narváez, Alfonso, Luis Enrique y Cañizares, entre otros, se alzaron con la victoria, España, como anfitriona, disputó el partido en el Camp Nou de Barcelona ante más de 95,000 espectadores, la mayoría de ellos animando a nuestro equipo y convirtiéndose en el jugador número 12. Aquel 8 de agosto de 1992, España derrotó a Polonia 3-2, con goles de Abelardo y Kiko Narváez, en un partido inolvidable.
Es esencial destacar la excelente coordinación en el fútbol español, desde las categorías inferiores hasta el fútbol profesional. En particular, la estrecha conexión entre el entrenador de la selección sub-23, Santi Denia, y Luis de la Fuente, seleccionador de la absoluta, ha sido fundamental para este éxito. Luis de la Fuente lo profetizó: «Volveréis con la medalla de oro».
Estos deportistas son un gran ejemplo para nuestros niños y niñas, demostrando sacrificio, humildad, solidaridad y trabajo en equipo, en un país que vive el fútbol con gran pasión. Con este nuevo oro, podemos soñar con un futuro prometedor para el fútbol español. Si seguimos en esta línea, es posible que jóvenes futbolistas continúen trayendo alegrías a un país que, aunque no atraviesa su mejor momento en cuanto a la gestión política, encuentra en estas victorias un alivio y una razón para la unión en una sociedad dividida por diferentes cuestiones ajenas al deporte.
No podemos cerrar este artículo sin mencionar a esta nueva generación de jugadores como Arnau Tenas, Eric García, Cubarsí, Fermín, Sergio Gómez, Miranda, Álex Baena, Abel Ruiz y Sergio Camello, entre otros, quienes seguramente nos darán muchas alegrías en el futuro. España se proclamó campeona olímpica por segunda vez el 9 de agosto de 2024, al vencer a Francia por un contundente 3-5 en un partido frenético. Tras comenzar perdiendo, España remontó hasta un 1-3, pero sufrió un empate en el último minuto que llevó el marcador a 3-3 y forzó la prórroga. Sin embargo, España no se rindió y desplegó un juego colectivo y asociativo perfecto, haciendo honor a la «furia roja». Los cambios realizados en el equipo resultaron ser tan efectivos como los titulares, demostrando que contamos con un gran conjunto, un excelente cuerpo técnico y un país capaz de desarrollar el mejor fútbol del mundo, con un estilo de juego que roza la excelencia. Destacar los dos goles de Fermín, mejor jugador de las Olimpiadas, un gol de Alex Baena y dos goles de oro marcados por Sergio Camello, un jugador que estuvo fuera de la convocatoria y que su lucha y constancia le han dado sus frutos.
El partido se disputó en el Parque de los Príncipes, un estadio parisino con capacidad para 48,583 espectadores. A pesar de que la mayoría de la afición era francesa, España logró una hazaña aún mayor que la conseguida en Barcelona ’92 al vencer en París a Francia y a todos sus seguidores.
Debemos valorar lo conseguido por esta selección, compuesta por jugadores menores de 23 años que representan a España bajo la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Desde 1992, esta categoría ha sido la encargada de defender los colores de España en los Juegos Olímpicos, una competición organizada por el Comité Olímpico Internacional (COI).
¡Viva España y viva el fútbol! Más que un deporte, es un estilo de vida que, ya sea como practicante amateur, deportista profesional o simple aficionado, nos beneficia a todos de alguna manera. Es, sin duda, el deporte rey.
Texto:
Raúl Cerezo García
Profesor de Educación Física
CEIP Federico García Lorca (Olivares)