Hace más de veinte años codirigía una tesis, con el profesor de la universidad complutense Luis Miguel Ruiz Pérez, indagando el proceso para conseguir la excelencia en el deporte. En este caso fue con los subcampeones olímpicos de baloncesto en los JJ.OO de los Ángeles en 1984. Mauro Sánchez Sánchez, (2002) “El proceso de llegar a ser experto en baloncesto: un enfoque psicosocial”.
Recordemos que España perdió la final ante Estados Unidos 96-65. De los Jugadores: Arcega, Beirán, Corbalán, De la Cruz, Jiménez, Llorente, López Iturriaga, Margall, Fernando Martín, Romay, «Epi» y Solozábal. Se seleccionaron para entrevistar a nueve jugadores que lógicamente mantenemos en el anonimato.
Recordando este estudio y ante el éxito de María Pérez quiero resaltar que la medalla olímpica de plata en 20 km, marcha, hay factores similares que influyen para llegar a ser excelente en el deporte de la marcha. La diferencia es, en el primer caso, era un deporte de equipo y en este caso, el deporte es individual.
Analicemos a nuestra campeona:
María Pérez nació en Orce (Granada) en 1996. Comenzó a practicar la marcha atlética en el colegio de Galera, a la edad de 11 años con su maestro de EF Pepe Hernández y con Inma García, monitora, ambos en contacto con Jacinto Garzón que desde los 14 años será su entrenador desde entonces, formado un tándem inseparable.
Participó en dos Juegos Olímpicos de Verano, medalla de plata en París 2024, en la prueba de 20 km marcha y el cuarto lugar en Tokio 2020, en la misma prueba. Y el último éxito, oro en París en Marcha relevo mixto, junto al extremeño Álvaro Martín.
Es bicampeona mundial del año 2023 y campeona europea de 2018.
Tiene el récord del mundo con 2:37:15 en 35 Km marcha
Un palmarés extraordinario, pero no exento de dificultades, descalificaciones, lesiones…
Destacaría tres dimensiones: la persona, la social y la deportiva.
En la dimensión personal señalaría la personalidad, motivación, sus emociones, el esfuerzo, forma de afrontar la competición y las dificultades (lesiones, enfermedades). Una persona simple, normal, trabajadora y cariñosa (como ella misma de define) y siempre dispuesta a ayudar a los demás.
En todas estas características podemos comprobar que María las afronta con gran calidad. Es la base de esta competencia personal. Es cierto que además podríamos señalar su inteligencia, capacidad de aprender, disciplina, confianza en sí misma. Capacidad de tomar decisiones en los momentos más importantes de la marcha… María, además de practicar deporte a alto nivel, ha estudiado estudió, en Baza, los estudios de técnico superior y ahora estudia el Grado de fisioterapia en la UCAM.
En la dimensión social es y ha sido muy importante su núcleo familiar, su estabilidad emocional, su pareja, los modelos recibidos de otros marchadores (Dani Plaza, María Vasco, Miguel Ángel López, Jesús García Bragado) y de otros deportes que han sido su referencia. Capítulo esencial es su entrenador, Jacinto Garzón, así como todo el equipo técnico y médico. También habrá que recordar sus inicios en el deporte. Todos claves en sus respectivas funciones. Hoy, hay una diferencia, las redes sociales pueden ayudar o dificultar el empeño del deportista.
En la dimensión deportiva tendríamos que señalar la edad en que empieza a practicar la marcha con once años y sus primeras experiencias, su condición física, los datos antropométricos, talento deportivo, el entrenamiento formal e informal. Son muchas horas de trabajo en los entrenamientos tanto físico, técnicos y estratégicos.
Detrás de María hay muchísimas horas de trabajo visible e invisible (sesiones de trabajo técnico, de condición física aplicada), una gran motivación como motor de éxito, la resiliencia para superar los obstáculos (antes, durante y después de la carrera), gestión de la ansiedad, una gran concentración. Un apoyo médico, biomecánico, fisiológico, rehabilitador, nutricionista…
Se puede afirmar que en el proceso de llegar a ser excelente en el deporte se requiere una formación multideportiva, variada y divertida, con muchas horas de entrenamiento y práctica deliberada, acompañada por un entreno favorecedor y una personalidad fuerte.
Quizás tengamos que añadir factores incontrolables, la suerte en el rendimiento deportivo es uno de ellos. Evidentemente que existe la otra cara. Es la desgracia de una lesión. Tenemos el caso de nuestra campeona Carolina Marín. Es obvio que no lo podemos controlar todo en el rendimiento deportivo y en el resultado. En el fondo es que pasa algo que no depende de nosotros, un suceso inesperado que no nos deja sin opciones.
Lo mismo puede ocurrir en la marcha.
Para mí, lo más importante de María es que está siendo un referente positivo para las niñas y los niños para que hagan deporte y que ella misma da mucha importancia a que hay que ser un ejemplo para los niños.
Si repasamos los valores olímpicos observamos que se cumplen en María: excelencia, respeto, juego limpio, esfuerzo, superación, constancia, compañerismo, colaboración, amistad y probablemente se me quede alguno fuera de este listado de valores.
María una persona influyente con un gran corazón. Declaraba recientemente en el IDEAL del día 10 de agosto: “Mi único objetivo fue siempre hacer feliz a la gente”
Para este escrito he contado con la ayuda de Jacinto Garzón Jiménez, su entrenador.
(NOTA: Este artículo de Miguel Ángel Delgado Noguera se ha publicado en IDEAL correspondientes al domingo, 18 de agosto de 2024)
Miguel Ángel Delgado Noguera
Doctor en Educación Física y
Director fundador del INEF de la UGR