Nadie pone en duda que el accitano Pedro Antonio de Alarcón se encuentra en un lugar principal en el mundo de las letras hispanas. Parece que fue el novelista más leído durante tres décadas del siglo XIX. Prueba de ello son las numerosas reediciones y traducciones y los grandes elogios recibidos por parte de la crítica. Además de escritor, fue periodista, académico, viajero y testigo de su época, lo que le llevó a crear una obra rica, variada y amena.
Su obra no se ha dejado de leer y estudiar a lo largo de los años. Pero no lo suficiente. Conozco a un puñado de fieles estudiosos alarconianos, sobre todo en su tierra natal. A pesar de esto me pregunto quién lo lee, qué hacen en su Granada, en su Guadix por conocer, disfrutar y difundir su obra.
Hace un par de años, en julio, en un aniversario de su muerte, consulté en redes sociales si había alguna actividad conmemorativa en su ciudad natal. Hubo quien me contestó con cierto malestar diciendo que Pedro Antonio ya tenía una estatua en el parque, había un premio (por cierto, muy valioso) y un instituto con su nombre. A lo que podríamos añadir que da nombre a las calles de la movida de finales del siglo XX en la capital granadina. Y ya está. Con eso era suficiente.
El caso es que hace unos días, el 2 de agosto de 2024 se han cumplido 150 años de la publicación de una obra fundamental, El sombrero de tres picos. La obra, inspirada en el romance de “El corregidor y la molinera”, apareció primero por entregas en la prensa y después en un volumen. Alcanzó un gran éxito de crítica y gran difusión. Se trata de una obra que, además de la influencia literaria, encandiló e inspiró a grandes artistas del mundo de la música y la pintura como Manuel de Falla, Pablo Picasso o Salvador Dalí. El primero compuso la música para los ballets rusos de 1919. Creó una obra con gran riqueza musical en la que hay gran variedad de ritmos, referencias musicales a artistas como Beethoven,… Posteriormente incluso ha sido adaptada para guitarra flamenca por Paco de Lucía. Picasso, por su parte, diseñó el decorado y los figurines. Por último, Dalí ilustró una edición francesa de 1959. Además esta obra también se ha llevado al cine en varias ocasiones.
En mi opinión, la mejor edición que existe de la obra salió en 2009 en la editorial Padaya de la mano de grandes alarconianos como Luis Muriel Burgos y Julio García de los Reyes. Algunos cafés nos tomamos hablando de las posibilidades didácticas de la obra, proyecto que se vio truncado por el temprano fallecimiento de Luis Muriel.
Llevo esperando más de medio año que alguien hable del ciento cincuenta aniversario de El sombrero de tres picos. Hasta donde yo he podido saber, solamente ADEPA, una asociación que defiende el patrimonio, y algún que otro particular, lo han reivindicado en estos meses.
En la Red de Bibliotecas escolares de la provincia de Granada parece que no ha calado este aniversario en el pasado curso. Por otra parte, hace unas semanas pasé por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Guadix, pregunté por el tema y me dijeron que algo había previsto después del verano.
Me llevé una grata sorpresa cuando hace unos días organizaron una magnífica ruta por el Guadix de Pedro Antonio de Alarcón, guiada magistralmente por el profesor José Manuel Rodríguez Domingo. Y además con gran afluencia de público. Lo curioso es que parece que la bombilla se les “encendió” a partir de mi comentario reivindicativo. A lo mejor debemos hablar, pedir y sugerir más. Desde el Ayuntamiento me aseguran que se avecinan buenas iniciativas en el futuro. Y algunos lo esperamos ansiosos.
Siento envidia cuando en Granada se huele, se saborea, se palpa, se respira a Lorca, en Soria a Machado, en Praga a Kafka o en Dublín a Joyce,… ý me da pena que Guadix, la comarca y la provincia de Granada le den la espalda una vez más a Pedro Antonio de Alarcón.
Siempre en su tierra las iniciativas han sido escasas y aisladas y nunca ha habido un programa estable sobre el gran escritor y su obra. Es evidente que se puede y se debe hacer mucho más. Lo mismo que se reivindican otras fiestas y tradiciones, por ejemplo el Cascamorras, el Carbonero alcalde en La Peza, ahora la leyenda del monstruo de Ferreira,… Guadix debería estar llena de corregidores y molineras, tío Lucas y Garduñas, capitanes Venenos, Venegas y Fabianes Conde, mujeres altas y calaveras con clavos,… Debería haber fechas, rutas, congresos, encuentros, dramatizaciones,… y todo lo que se nos ocurra.
Es una auténtica barbaridad que en los colegios, institutos, escuelas de artes, centros de profesorado, bibliotecas escolares de la ciudad, la comarca y la provincia no se lea y se difunda la obra de Pedro Antonio entre el alumnado
¿Y qué decir del mundo educativo? Es una auténtica barbaridad que en los colegios, institutos, escuelas de artes, centros de profesorado, bibliotecas escolares de la ciudad, la comarca y la provincia no se lea y se difunda la obra de Pedro Antonio entre el alumnado. Los que conocemos ese campo sabemos todo lo que se promocionan determinados temas y efemérides. Con financiación del Ministerio de Educación y de la Junta de Andalucía he recorrido varias veces nuestro país y nuestra comunidad acompañando a escolares en rutas literarias, culturales y científicas y puedo asegurar que eran viajes de mucho mayor calado que cualquier viaje de estudios al uso. ¿Dónde están las unidades didácticas y las situaciones de aprendizaje que acerquen a los más jóvenes a Pedro Antonio? Si nosotros no conocemos, compartimos y amamos lo nuestro, ¿quién lo va a hacer?
Las iniciativas también pueden venir desde otras instancias. ¿Por qué no el apoyo de la prensa granadina con una edición por entregas como la primera? ¿Y la labor activa del Centro de estudios alarconianos? ¿Y una edición conmemorativa a cargo de la Diputación provincial? ¿Dónde recalará por fin la sala alarconiana? Creo sinceramente que estamos desperdiciando un tesoro que habla de nuestra idiosincrasia y de nuestra propia historia. Creo que, a todos los niveles, seguimos dándole la espalda a nuestro gran escritor.
No quiero perder la esperanza. Quiero dormir lo que queda de verano y soñar con un otoño y un futuro alarconiano. Quiero pensar que todos estos meses han sido de preparativos y reuniones y que, a la vuelta de vacaciones, desde todos los ámbitos y rincones de nuestra tierra, desde este valle risueño, se está trabajando para hacer justicia a nuestro Perico.
(NOTA: Este artículo de Dori Delgado García se ha publicado en la edición impresa de Ideal Granada (pág. 18), correspondientes al lunes, 12 de agosto de 2024)
Dori Delgado García
Profesora, aficionada a la lectura, escritura, música,
teatro, fotografía, senderismo, viajes,…
y a compartir buenos ratos con su gente
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