… Y llegó septiembre. Y con él, el retorno de los granadinos que han disfrutado de sus merecidas vacaciones, la vuelta al trabajo y el inicio del curso escolar. También, para romper esta rutina, una nueva edición, la XIV, de Poesía en el Jardín, que, por segundo año consecutivo, se celebra todos los martes de este mes en el jardín del Cuarto Real. Actividad que organiza el Ateneo, especialmente su junta directiva, compuesta por Jesús Ambel, Álvaro Salvador y Antonio Lara, a los que se les veía satisfechos al comprobar que el listón que pusieron muy alto en la pasada edición se ha mantenido en la presente.
También por conseguir el apoyo del Centro Andaluz de las Letras y del Ayuntamiento de Granada y contribuir con este ciclo en la carrera por la capitalidad de la Cultura en 2031. Nos lo aseveraba poco antes del inicio el cantautor granadino, Enrique Moratalla que acompañado de su mujer, Pilar Aranda, se encontraban en las primeras filas, «’Poesía en el Jardín’ siempre ha contado con el respaldo del público, cuando comenzó en la Casa de los Tiros y ahora que se celebra en el Cuarto Real, un espacio más amplio y adecuado», observando además que entre el público -se ocuparon las 350 sillas, colocadas para la ocasión- predominaban las mujeres, pero también había bastantes hombres.
Desde casi una hora antes se fue formando la cola a la entrada del Cuarto Real que, una vez deja de ser monumento visitable, convierte su jardín en escenario poético-musical contando con una excelente megafonía. Los organizadores se encargaron de dar la bienvenida al público entre el que se encontraba el director de este periódico, Quico Chirino; José Medina Villalba, inmortalizando el acto con su inseparable móvil, la exdirectora del Patronato de la Alhambra, Mar Villafranca y bastantes poetas y docentes.
También Teresa Morillas, en representación del Centro Andaluz de las Letras, que justificó la ausencia de su director, el granadino Justo Navarro. Ambel destacaría que «la poesía y la música son dos maneras que tenemos en el género humano de no vernos con las miserias y con la mala vida que a veces llevamos» y cómo en la víspera, media hora antes de comenzar el reparto ya había más de 40 personas en la puerta del Ateneo. Por su parte Teresa manifestó que para el CAL «participar un año más en la puesta en marcha de este interesantísimo ciclo […] que pretende sea un referente en esta ciudad y en Andalucía». Por su parte, Álvaro Salvador se alegraba de «seguir manteniendo el nivel y ver lleno el espacio de amantes de la poesía» para pasar a dar una pequeña reseña biográfica de los dos invitados.
De Manuel Vilas resaltaría sus recientes éxitos en la narrativa y el impacto que causó su poesía en la década de los 90, poesía que calificó de «muy desenfadada, muy narrativa, en cierto modo dialógica, influenciada por ciertas corrientes de la poesía norteamericana pero muy bien adaptada a España». De Blanca Fernández realizaría un recorrido por su trayectoria profesional destacando como música de cámara y colaboradora de orquestas profesionales. En su intervención Manuel Vilas realizaría una explicaciones, no exentas de humor, de los poemas que recitaría a continuación para hacerlos más comprensibles. Comenzaría por el que dedicado a su automóvil y a su gato que lleva por título la matrícula del coche, HU-4091-L, y en el que entremezcla versos del soneto más famoso de la literatura española como es ‘Amor constante, más allá de la muerte’ de Quevedo. Le seguiría el titulado ‘Mujeres’ , con carácter social , «que desgraciadamente 22 años después sigue vigente» y el poema ‘Inmaduros’, basado en el dicho de su madre de que «las personas que se arrepienten de sus elecciones en la vida son unos inmaduros y yo me yo me arrepiento de todas». Para concluir lo haría con un largo poema que calificó de «desastre por ser políticamente incorrecto y que tiene un personaje que se llama como yo, pero no soy yo».
Alternando las lecturas, Blanca Fernández pondría la nota musical con su violín interpretando movimientos de Bach (Partita n°2) G. P. Telemann (Fantasía n° 7). Cerraría el acto con el pasaje musical extractado de la Chacona que Bach escribió como una oda o un «tombeau» a la muerte de su madre.
El próximo martes será el turno del poeta Lorenzo Oliván, que contará con el acompañamiento musical de Nicolás Medina (guitarra) y Walter Sabolo (teclados).
Ver vídeo de la primera sesión: