El 15 de enero de 1850 nacía en Botosani, Mihai Eminescu o Mihai Eminovici; fallecía el 15 de junio de 1889; a pesar de su temprana desaparición, quedó consagrado como uno de los más grandes literatos rumanos. Hoy, esa fecha, es la elegida para las celebraciones del DÍA NACIONAL DE LA CULTURA institucionalizado por el Parlamento Rumano en 2010.
El otro escritor que le acompaña en la emisión postal del correo rumano es Ion Creanga, a la sazón profesor de la escuela número 2 de Pacurari; cuando Eminescu llegó al centro educativo en que ejercía [él era inspector escolar] quedó impresionando por el humor y la facilidad de palabra de Ion, sobre todo a la hora de contar historias a los discentes; la obra de este literato fue leída en Junimea [Círculo Juventud] que era un grupo literario de finales del XIX, y su relato sobre La madre con tres nueras (Sacra cu trei murori) rápidamente sería aceptada por los círculos literarios de la época. Cada vez que producía algo, Eminescu rechazaba corregirlo alegando que sus lecturas públicas en Junimea permitían exonerar al escritor de esa tarea y nadie tenía nada que decir o añadir.
Eminescu sobresalió como poeta, prosista, periodista y filósofo; pasa por ser el más conocido de los escritores rumanos de todos los tiempos, quizá El lucero, Me queda un sólo deseo o Cinco cartas, compongan el mejor trío de su gran legado. Como periodista colaboraba con la cabecera Timpul [del Partido Conservador del momento]. A destacar su poesía «Los jóvenes corruptos» que vio la luz en 1869, es una acerada crítica a la amarga indiferencia de la juventud de su tiempo hacia el mundo cultural y el compromiso social: doscientos años después poco nos hemos movido.
Ambos literatos son recogidos en un sello con un sencillo diseño: el busto de los escritores y, bajo mi punto de vista, nos quedamos sin Ion Luca Caragiale con el que tendríamos al trío más representativo de la literatura rumana hasta hoy. El profesor dejó un buen ramillete de obras literarias infantiles y juveniles. Muchos de sus cuentos y enseñanzas no superarían el revisionismo que nos barrió en el XXI; pero para muchas generaciones de rumanos sus obras fueron piezas clave en la formación en esa etapa infantil y juvenil cuando quedan ancladas las bases de la enseñanza. Puede catalogarse ese legado como verdaderas obras maestras de la lengua rumana y, a pesar de sus formación eclesiástica, Creanga incursionó en la literatura erótica, socialmente ese atrevimiento le costó más de un disgusto, sin duda la sociedad del momento aún no estaba preparada para tan avanzados relatos.
El correo rumano los honra con dos faciales de 10 y 13 Lei [hay hojita sin dentar y exigua tirada, apenas 260 ejemplares numerados, algo que nos hace pensar es una versión destinada a compromisos protocolarios] en donde nos encontramos a la pareja literaria: los padres de la literatura rumana. La emisión se complementa con la hojita citada donde aparecen las casas del recuerdo o Memoriales de Humulesti e Ipotesti, esa pieza va ilustrada en la parte superior con un texto firmado por A D Xenopol sobre la amistad que los unió.
Realizada por Mihai Vamasescu, comenzó a circular el 15 de enero de 2024 día que, en todo el orbe, la comunidad rumana celebró su fiesta. Suponemos que Valeriu Radulian, como responsable de la Embajada en Madrid, seguramente nos traerá un podcast sobre el tema, después de todo hasta hace poco era el director de las emisiones en español de Radio Rumania Internacional. La emisión se realizó en offset a cuatro colores en papel Tullis Russel por la Fábrica del Timbre de Rumania.
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Maestro de Primaria, licenciado en Geografía
y estudios de doctorado en Historia de América.
Colaborador regular, desde los años 70, con publicaciones especializadas
del mundo de las comunicaciones y diferentes emisoras de radio
