Kamala Harris ha afrontado un reto decisivo en la Convención Nacional Demócrata del 19 de agosto de 2024 celebrada en Chicago: aceptar la nominación a la presidencia de los Estados Unidos. “La esperanza está de vuelta”, dijo Michael Obama en su intervención en la Convención; y Robert F. Kennedy, hijo de Robert Francis, “Bobby” Kennedy, candidato independiente, ha retirado su nombre de la papeleta en diez entidades para elevar las probabilidades de victoria de Trump. Cinco de sus hermanos se manifestaron así en un comunicado sobre este hecho: “La decisión de nuestro hermano de apoyar a Trump es una traición a los valores de nuestro padre y nuestra familia”.
Estos dos hechos me han traído a la memoria el papel relevante jugado por los Kennedy en la política de este país. Originarios de Irlanda, el patriarca del clan Joseph P. Kennedy llegó a EE.UU. en 1948. Se casó con Rose Fitzgerald Kennedy y se mantuvieron unidos la friolera de 62 años. Aunque gozaron de poder, prestigio y gloria, también soportaron tragedias, hecho éste que ha pasado a la historia con el nombre de “La maldición de los Kennedy”.
Rosemary, hermana mayor de John Fitzgerald Kennedy (JFK), nació con una leve discapacidad intelectual por lo que la sometieron a una lobotomía prefrontal quedando incapacitada. Por ello la ingresaron en un convento de Wisconsin donde pasó el resto de su vida. Joseph P. Kennedy Jr., primer hijo del matrimonio, pilotaba un avión dedicado a la lucha antisubmarina por el Canal de la Mancha durante la II Guerra Mundial: falleció el 12 de agosto 1944 con 29 años cuando la nave, cargada con diez mil kilos de explosivos, explotó en pleno vuelo antes de cumplir su misión. En mayo de 1948, Kathleen “Kick” Kennedy (hermana de JFK) y su amante, decidieron emprender un vuelo por el sur de Francia con tiempo tormentoso: su avión se estrelló en la ladera de una montaña en el valle del Ródano y ambos murieron.
John Fitzgerald Kennedy siempre fue un hombre enfermo. Durante toda su vida tuvo que lidiar con osteoporosis, urticaria, infección intestinal, colon espástico, ulcera duodenal, unos terribles y continuos dolores de espalda y la enfermedad de Addison. Con 43 años se erigió como el 35 presidente, el más joven de esta nación y el primer mandatario católico, algo que siempre le reprocharon y a lo que respondió: “Yo no soy el candidato católico a la presidencia; soy el candidato del Partido Demócrata a la presidencia, y además soy católico”. De todos sus mensajes estos dos trascendieron al mundo: “Así pues compatriota, no preguntes lo que tu país puede hacer por ti sino lo que tú puedes hacer por tu país”, dicho en el discurso de su toma de posesión el 20 de enero de 1961. “Ich bin ein Berliner” (“Yo soy un berlinés”), frase pronunciada el 26 de junio de 1963 en la alocución que dirigió en las escaleras de entrada al Rathaus Schöneberg, el Ayuntamiento de Berlín occidental. Murió asesinado por un disparo realizado por Lee Harvey Oswald el 22 de noviembre de 1963 a las 12:30 h. cuando su coche embocaba la Plaza Dealey en Dallas (Texas): aquí murió la persona y nació el mito: Robert Dallek, “J.F. Kennedy, una vida inacabada”, 2018.
Robert Francis, “Bobby”, Kennedy (hermano de John) murió igualmente el 5 de junio de 1968 de un disparo efectuado por el palestino Sirhan Bishara Sirhan cuando celebraba la victoria de las primarias de California en el Hotel Ambassador de los Ángeles. También su hijo Michael falleció jugando al fútbol americano en Aspen (Colorado). Patrick Bouvier Kennedy, hijo de JFK, nació prematuro y falleció dos días después de nacer el 9 de agosto de 1963; de la misma manera, Ted, el benjamín del clan, se vio involucrado en un percance cuando el 18 de julio de 1969 asistía a una fiesta en el islote Chappaquiddick (Massachusetts). A eso de las 19:30h. se marchó en compañía de la joven Mary Jo Kopechne y el coche cayó al lago Poucha. Ted nadó para salvarse abandonando a Mary Jo que murió ahogada al quedar atrapada en el auto. El padre de la familia Joseph P. Kennedy falleció el 18 de noviembre de 1969 a causa de un accidente cerebrovascular. Asimismo, Jacqueline Lee Bouvier, esposa de John F. Kennedy, dio a luz a una hija muerta y otro de sus hijos falleció en la infancia. En noviembre de 1993 cayó de su caballo mientras participaba en una cacería de zorros que contribuyó a un deterioro de su salud. Murió el 19 de mayo de 1994 a la edad de sesenta y cuatro años a causa de un cáncer linfático.
El pasado 16 de julio se cumplieron 25 años de la muerte de John F. Kennedy Jr. hijo de JFK. La avioneta que pilotaba cuando se dirigía a su mansión en Martha’s Vineyard (Massachusetts) para celebrar la boda de su prima Rory, se desplomó en el Océano Atlántico a causa del mal tiempo del que fue avisado. Pero no hizo caso; la rebeldía y el nadar a contracorriente eran dos de sus señas de identidad. En el accidente murió también su esposa Carolyn Bessette y su cuñada Michael. La sobrina-nieta de JFK Maeve Kennedy Townsend y su hijo de ocho años desaparecieron en la bahía de Chesapeake de Maryland: subieron a una canoa para ir a buscar una pelota que se había caído al agua y después de cinco días de búsqueda fueron hallados los cadáveres.
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Maestro,
doctor en pedagogía
y profesor titular de universidad