El ciclo Poesía en el Jardín se volvió más familiar y granadino que en las sesiones anteriores. No lo decimos solamente porque los asistentes pudieron ver a un padre, Javier Bozalongo, y a su hija, Paula, sobre el escenario leyendo poemas, algunos muy personales, de sus respectivos libros y algún que otro inédito, sino también porque una buena parte del público, fiel a estos recitales, empieza a reconocerse al coincidir en cada una de las veladas.
La del pasado martes, también muy agradable, aunque las temperaturas más suaves y un vientecillo perenne hicieron agradecer la manga larga. Igualmente por el acompañamiento musical que en este caso estuvo a cargo del dúo integrado por Toni Travé ‘El Oso de Benalúa’ y Tony Molina Moya. Antes, Álvaro Salvador, en nombre del Ateneo, daría la bienvenida al público y reiteraría sus agradecimientos a las instituciones comprometidas con este proyecto (Centro Andaluz de las Letras, Ayuntamiento, Centro Lucini de Canción de Autor,…), con la novedad de que en esta ocasión también incluiría a todo el personal (técnico de sonido y empleados del Cuarto Real ) «que no demasiadas veces se les tiene en cuenta y, sin embargo, sin ellos sería imposible hacer estos actos», para los que pediría un fuerte aplauso.
De Javier Bozalongo destacaría su origen tarraconense y su granadinismo de adopción pues no en vano son tres décadas las que lleva residiendo en la ciudad de la Alhambra, donde se ha desarrollado diversos oficios como gestor -más tarde de definiría como agitador- cultural pues ha sido asesor del Festival Internacional de Poesía, también estuvo en los orígenes del Ateneo de Granada, en el que desempeñó las funciones de tesorero. Pasaría después a hacer un breve recorrido por su trayectoria literaria recordando sus principales títulos publicados, algunos de ellos reconocidos con premios, y su participación en diversas antologías publicadas en Costa Rica, México, Ecuador o Argentina. Para terminar esta presentación informaría que su próximo libro de poemas, ‘Mecanismo de arena’, está a punto de salir.
A continuación también daría unas pinceladas biografía de Paula, nacida en Granada en 1991 y residente en Madrid, donde se graduó y trabaja como arquitecta. Paralelamente señalaría que se ha ido adentrando en la poesía con buen pie ya que con poemario ‘Diciembre y nos besamos’ obtuvo el XXIX Premio Hiperión de Poesía, además de haberse traducido a diversas lenguas. Esta joven poeta incluiría la lectura de algunos poemas de su segundo libro ‘La piel de la naranja’, publicado por Hiperión, en 2022. Durante el acto, además de dirigirse padre e hija alguna que otra mirada cómplice también se dedicaron determinados poemas. Respecto a los músicos, Álvaro Salvador resaltaría que «son uña y carne musical desde hace más de tres lustros» y de cómo partiendo de la tradición del blues se han ido abriendo a diversos estilos y formaciones hasta culminar su propuesta de ‘Elemento Deserto’, la banda granadina de pscicodelia que actualmente lideran, en la que se muestran «muy compenetrados”, con la que ya han editado tres álbumes que han obtenido una buena acogida por parte del público y de la crítica.
Tras las presentaciones llegarían las esperadas lecturas, algunas sorprendentes como la referida al propio nombre del poeta pues hace años que nadie le llama por él, ni siquiera en el ámbito familiar, puesto que todo el mundo le conoce por su apellido que al ser muy largo lo resume en dos vocales y dos consonantes, al que seguiría otro sobre la relevancia de las mujeres en su familia y otro dedicado a la tristemente asesinada Ana Orantes, a la que en el 25º aniversario de su muerte, con quien se identifica en el poema que concluye «Si te quiere no te pega/ si te pega no te quiere/ adivine el poder de la televisión/ y mi denuncia fue un éxito de audiencia/ grande como su furia/ Si la entrevista dura un poco más/ mi muerte hubiera sido/ en prime time y en directo».
A él le seguiría la lectura de un largo poema dividido en cinco partes que daría paso a las lecturas de su hija, intercaladas con las actuaciones musicales propias del dúo, algunas sin título y todavía en fase de creación, precedidas de una curiosa intervención de Tony Molina quien reconocería, «no estamos acostumbrados a hablar en sitios con tanta solemnidad».
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