Jóvenes que resultan heridos como consecuencia de un nuevo reto viral de Tiktok (el denominado Superman Challenge), un desafío en el que los participantes imitan la postura de un superhéroe mientras los otros aguantan, si bien luego se sueltan provocando la caída del primero o lo lanzan por los aires. También, vemos otro juego que empieza a convertirse en tendencia, con el nombre de El que se mueva, es gay.
Este último juego consiste en quedarse quieto cuando alguien grita esa frase para demostrar que no se es homosexual. Lo hemos visto en lugares como colegios e institutos, discotecas o campos de fútbol.
¿A qué obedecen estas acciones carentes de raciocinio o sentido común?
Algo está pasando, cuando en nuestra sociedad chicos y chicas viralizan juegos o retos que dañan física, verbal o psicológicamente.
Los medios telemáticos han cobrado protagonismo en 2024, con términos que son algo más que palabras. Necesidad de revisar estas y otras acciones, hacer frente a motes, insultos o burlas, pararnos y reflexionar ante datos que son muy preocupantes.
Instituciones, medios de comunicación y centros educativos han de poner freno a situaciones de maltrato infantil. Ya en 2012, un estudio de Microsoft arrojaba que el 37% de los jóvenes españoles sufría ciberacoso.
En casos extremos, la víctima de bullying puede llegar al suicidio.
La historia se repite en niños y niñas que se sienten aislados, como le ocurrió al exjugador de baloncesto Iñaki Zubizarreta, quien quiso contar su historia en Subnormal una historia de acoso escolar.
Como él ha señalado en numerosas entrevistas, y, así se recoge en la obra, su físico portentoso no impidió sufrir la dureza del bullying durante su escolarización.
Basado en la historia de este profesional de la canasta, Fernando Llor y Miguel Porto (con la supervisión de Iñaki) han hecho realidad esta novela gráfica, muy necesaria para tomar conciencia sobre las consecuencias del acoso escolar.
En 2024, se cumplen también 20 años del fallecimiento de Jokin Ceberio Laboa, un adolescente español que se suicidó a causa del acoso escolar y moral continuado por parte de sus compañeros.
Dos décadas más tarde, desde este portal educativo, debemos lanzar un SOS, hacer un llamamiento, revisar, mejorar y hacer cumplir los protocolos existentes para acabar con esta lacra.
Mónica Ceberio, prima de Jokin, aquel joven de 15 años que decidió acabar con su vida, habla abiertamente de los protocolos de las escuelas, de la necesidad de acabar con un problema que sigue acumulando nombres, historias que debiéramos tomar en serio (recogemos la entrevista concedida al programa La ventana de la cadena Ser y el artículo que Mónica escribió para El País).
- Entrevista en La ventana de la cadena: https://cadenaser.com/nacional/2024/10/04/el-poderoso-alegato-de-monica-ceberio-contra-el-acoso-escolar-llegan-a-hacerte-pensar-que-la-vida-no-tiene-ningun-sentido-cadena-ser/
- Artículo publicado en El País, escrito por Mónica Ceberio:
Kira también se quitó la vida en 2021, al no aguantar más. Son dos historias o nombres que deben llevarnos a decir: “¡Basta!”
El padre de esta adolescente, quiso recoger miles de firmas, con un claro propósito: pedir al Ministerio de Educación un protocolo nacional contra el acoso escolar o ‘bullying’.
[Foto 01, con el pie de foto: Los padres de Kira en las puertas del Congreso de los Diputados]
Según la Fundación ANAR, el 9,4% del alumnado sufre acoso escolar, con un 6,5% presencial y un 1,1% de ciberbullying (en un 1,8% de los casos, asistimos a ambos tipos de acoso de modo simultáneo).
Pero, hay más, dado que algunos estudios ofrecen datos muy preocupantes, encontrando que casi un 50% de los casos de acoso escolar obedecen a la orientación sexual o identidad de género.
Jamel Myles (niño de 9 años de Denver) es tan solo uno de esos casos, un niño de 9 años que se suicidó en 2018, tras anunciar días antes que era homosexual.
En 2023, un estudio de la asociación COGAM, colectivo madrileño, revelaba que un 35% del alumnado tenía prejuicios hacia el colectivo LGTBI.
Hace falta políticas de inclusión afectivo- sexual, medidas de prevención para tratar el bullying homofóbico, evitar que las actitudes de hostigamiento se repitan, analizar con datos lo que está pasando para poner de una vez por todas freno al acoso escolar.
Abrazar la diversidad sexual ha de ser un desafío en nuestro día a día, poner en marcha protocolos de actuación que funcionen, intervenir ante posibles casos de discriminación, trabajar las diferentes casuísticas con intensas y eficientes campañas informativas dentro y fuera de las aulas (también en los hogares), ha de servir para concienciar a toda la sociedad.
Niños, jóvenes o adolescentes han de mirar al otro sin prejuicios. No deben ser discriminados por el mero hecho de tener un color de piel distinto, ser inmigrante, sacar buenas notas, por su estatura, ser obeso, comportarse raro o a tenor de su orientación sexual.
El bullying es un problema de Estado, no es únicamente un problema escolar, y, sí un problema social.
Afecta a todos/as, por lo que precisa de más y mejor regulación legal, con nuevos mecanismos para proteger a las víctimas.
Espero que mis deseos no caigan en saco roto.
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