El jueves, 9 de enero, está prevista la clausura de la exposición fotográfica ‘Florece la mirada del silencio‘ de Mª Ángeles Jiménez Pino en el hotel Áurea Convento Capuchinos, está situado en el casco antiguo de Segovia, (Plazuela Capuchinos n º 2), cerca de la catedral y la plaza mayor.
De esta muestra su autora explica que el tema principal son las flores, la naturaleza de la que emana un lenguaje botánico, en la muestra una quietud aferrada a las formas, las líneas, ritmos, texturas, una narrativa, una aventura que mira al mundo vegetal como un espectáculo natural. Se trata de una selección formada por un total de 36 imágenes, distribuida en cuatro series en blanco y negro (28 imágenes de flores, ramas y sombras) y una serie en color (8 imágenes de texturas). Es un trabajo realizado desde el 2015 hasta 2022.
En la inauguración, que tuvo lugar el pasado 26 de septiembre la directora del hotel, Leticia Sanz, antes de invitar a los presentes a conocer a su autora a través de su mirada destacaría «el arte tiene el poder de transformar realidades, de abrir mentes y corazones, de inspirar cambios. Cuando contemplamos una obra de arte, no solo estamos viendo colores y formas, estamos conectando con la esencia del artista, con su visión del mundo, con su forma única de expresar lo que siente y piensa».
Así mismo, señalaría que «estas fotografías son una ilusión, constituyen alegorías emocionales de la realidad, una verdad del corazón. Blancos y negros en todas sus gamas dan forma poética al universo de María de los Ángeles a través de su dulce cámara. Un mundo personal y sugestivo, puro en la composición de una atmósfera llena de magia, frescura, espontaneidad y riqueza de matices». Por su parte M.ª Ángeles manifestaría su agradecimiento por su apoyo a la cadena Eurostars-hotel por ofrecer un espacio a la expresión artística, por fomentar el arte que es crear cultura, a Mónica Mellado, del departamento de arte y cultura, a Leticia Sanz directora del Áurea Convento Capuchinos, al personal que tan amables han sido, a todos los asistentes y, por supuesto, a su amiga Auxi Pérez, pues gracias a ella fue posible llevar la obra y montarla.
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