El CEIP Federico García Lorca de Olivares ha estado trabajando en el huerto escolar desde el inicio del curso, en septiembre.
Durante este tiempo, se han realizado diversas tareas, como el acondicionamiento y la preparación del terreno, así como la siembra de distintas variedades de hortalizas: habas, brócoli, coles, ajos, rúcula, acelgas, espinacas, judías, guisantes, cebollino, espárragos y alcachofas.
También se han plantado algunas especies ornamentales, como tulipanes y peonías, para dar color al huerto. Además, se sembraron aloe vera, un laurel y varias plantas aromáticas, como salvia y perejil.
Una vez realizada la siembra, se aplicó un acolchado de hojas secas para aprovecharlo como compostaje de superficie, lo que ayuda a fertilizar el huerto y a protegerlo de los fríos que se avecinan. Posteriormente, el huerto ha sido regado con regularidad, dado que las precipitaciones han sido muy escasas. Además, el alumnado, junto con su maestro, ha llevado a cabo pequeños arreglos, como el cuidado de las plantas aplastadas y la reparación de surcos dañados por diversas causas.
Después de tanto esfuerzo, el huerto evolucionaba de manera muy positiva, y todos estábamos muy satisfechos con los avances. Sin embargo, hace unas semanas nos encontramos con dos problemas. El primero, bastante grave, fue la invasión de los gusanos de la col. Una colonia de estos gusanos se estaba comiendo las hojas de las coles, dejándolas completamente deshechas. Ante esta situación, actuamos con rapidez, cortando las hojas afectadas y eliminando a los gusanos por aplastamiento. Esperamos unos días y observamos que parecía que la plaga había sido eliminada. Sin embargo, la semana siguiente volvimos a encontrar hojas agujereadas, lo que indicaba que los gusanos seguían vivos y continuaban su labor. Dado que la colonia no daba tregua, tuvimos que recurrir a un insecticida natural, específico para este tipo de insecto. Tras pulverizar las plantas afectadas y las no afectadas, por precaución, la plaga desapareció, aunque aún es pronto para celebrar una victoria definitiva. La intervención fue urgente, ya que las coles ocupan una gran extensión en el huerto, con dos surcos de 10 metros cada uno, donde se encuentran más de 10 plantas entre brócoli, col y coliflor.
Una vez resuelto este problema, surgió otro: una invasión de ortigas. El alumnado propuso arrancarlas, pero antes de actuar, el profesor consideró que sería mejor investigar sobre esta planta. Los estudiantes buscaron información sobre las ortigas y descubrieron que poseen propiedades medicinales muy potentes, además de ser comestibles, ya que son ricas en calcio, hierro, minerales y fibra. También se utilizan en infusiones. Tras conocer esta información, se procedió a identificar las ortigas y a recoger algunas muestras para observarlas en los microscopios del colegio. Los estudiantes pudieron ver los pelillos urticantes de la planta, los cuales causan picazón y escozor en la piel, por lo que utilizaron guantes, tijeras y pinzas para manipularlas. Después de empaparnos en tanta información sobre las ortigas, el maestro nos asignó una tarea adicional: investigar recetas en las que las ortigas fueran el ingrediente principal, como ensaladas, sopas, cremas, tortillas e incluso postres. Sin embargo, debemos ser muy cautelosos al utilizarlas para el consumo humano. Es importante lavar muy bien las hojas de ortiga con agua fría varias veces hasta que dejen de picar o, alternativamente, escaldarlas a baja temperatura durante unos 5 minutos. También es esencial destacar que solo se deben consumir los brotes tiernos y jóvenes, ya que las plantas más viejas no tienen buen sabor y es más difícil eliminar los pelillos urticantes.
En definitiva, cualquier situación en el huerto, ya sea positiva o que parezca un problema, puede convertirse en una oportunidad de aprendizaje.
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