Tal y como estaba previsto, el martes 18 de marzo, se presentaba en el Espacio V Centenario, el libro títulado ‘Historias que nunca me atreví a contar’ (Ed. Acentuarte) de Rafael Reche Silva. El autor contó en la mesa con la compañía del presidente de ALUMA, José Rodríguez, y del profesor, poeta y coordinador de la Tertulia Poético-Literaria, y Luis de la Rosa. El Día de Libro, 23 de abril, está previsto volver a presentarlo en la Universidad de Jaén, donde será presentado por la vicerrectora de Cultura, Marta Torres, junto con la filóloga y profesora de la UJA, Águeda Moreno e igualmente, con su porloguista, Luis de la Rosa (19:00 h). El estupendo broche musical lo puso la Tuna de la Asociación ALUMA , dirigida por Antonio Guardia (Nono).

Reproducimos a continuación el texto que Luis de la Rosa dedicó al autor:
PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE RAFAEL RECHE SILVA
Es un placer estar aquí hoy para presentar un libro que no sólo nos invita a la lectura, sino que nos sumerge en un universo donde la fantasía, la intriga y la emoción se entrelazan con la realidad cotidiana. Este libro, nacido de una mente inquieta, de un alma sensitiva y curiosa, nos recuerda que la literatura es, ante todo, una forma de mirar el mundo con asombro.

Desde la primera página, el autor nos lleva de la mano a través de escenarios que, aunque reconocibles, pronto se desdoblan en paisajes insospechados. Hay en sus relatos una magia sutil que no necesita de artificios deslumbrantes para atraparnos. Cada historia parte de una realidad concreta, de un detalle cotidiano, de un recuerdo, de un gesto, de un rincón conocido. Pero de pronto, algo se desliza en la narración y nos encontramos en un territorio inesperado donde lo ordinario se transforma en prodigio.

En estos magníficos relatos que Rafael nos ofrece encontramos unos análisis introspectivos que desvelan un alma curiosa por todo lo que le envuelve, y esto, junto a sus ganas de vivir y gozar de todo aquello que se le pone a su alcance, convierte estas narraciones en una expresión simpática y luminosa de vida e ilusión. A veces ese entorno suyo se ofrece como algo misterioso, con lo que consigue transmitir una sensación de intriga ante la realidad circundante, con una capacidad admirable de prolongar la emoción de la historia, de tal modo que el lector siempre se mostrará ávido por descubrir la verdad de la misteriosa realidad que hábilmente se presenta mediante descripciones muy bien elaboradas, tanto de los personajes como del paisaje o del mismo relato que cuenta. Se advierte detrás de estas leyendas un espíritu curioso que indaga entre la verdad y la apariencia del mundo, con una imaginación desbordante para sacar partido literario de situaciones que podrían ser anodinas y que sin embargo se presentan con un atractivo que estimula continuamente al lector. Y junto a una exquisita sensibilidad se descubre un alma reflexiva que se pregunta por la verdad de las cosas y nos hace dudar de todo aquello que pudiéramos tener como cierto. Descubrimos también un soñador que enriquece la realidad con sus sueños al tiempo que hace soñar al lector. Pero no es sólo el mundo presente lo que interesa al narrador sino que, en algunas historias, sabe penetrar magistralmente en ese mundo del pasado vivido por otras civilizaciones, siendo capaz de recrear escenas con algunos de sus personajes, atrayéndonos a momentos de la historia que se nos ofrecen como presente.

Este libro es una celebración de la imaginación, pero también de la vida misma. Su autor, dotado de una vitalidad contagiosa, nos muestra que la fantasía no es sólo evasión, sino una herramienta para iluminar lo real, para descubrir lo insólito en lo habitual. Hay en sus páginas un gozo por el lenguaje, un placer por la narración que nos recuerda que contar historias es una de las más antiguas y esenciales de compartir lo humano.
Y, sin embargo, no todo es juego y misterio. Junto a los relatos de intriga y humor, hay otros de una ternura profunda, de una sensibilidad que nos detiene y nos obliga a mirar con otros ojos. Personajes que, con unas pocas pinceladas, cobran vida y nos conmueven, porque nos reconocemos en ellos, en sus anhelos, en sus pequeñas victorias y derrotas.

El humor, por supuesto, ocupa un lugar esencial en este libro. Pero no es un humor ligero o gratuito. Es un humor inteligente, a veces sutil, otras veces desbordante, que nos lleva a reírnos no sólo de los personajes y sus situaciones, sino también de nosotros mismos. Porque, al fin y al cabo, ¿qué es la literatura sino un espejo donde nos reflejamos y descubrimos nuevas facetas de nuestra propia existencia?
La escritura de Rafael Reche Silva tiene, además, una cualidad lírica que impregna cada relato. No se trata sólo de contar sino de hacerlo con un ritmo, con una cadencia que nos envuelve, y todo esto con una plasticidad admirable gracias al uso acertadísimo de comparaciones ingeniosas y muy líricas. Su prosa es ágil, precisa, pero con momentos de una belleza singular, donde cada palabra parece estar elegida con el esmero de un poeta.

Este libro, “Historias que nunca me atreví a contar”, no es sólo una colección de relatos, es un viaje. Un viaje por mundos que, aunque surjan de la imaginación, resuenan con nuestra propia experiencia. Nos recuerda que la literatura no sólo nos transporta, sino que nos devuelve transformados.
Les invito, pues, a adentrarse en estas páginas con la curiosidad abierta y el ánimo dispuesto. A dejarse sorprender, a sonreír, a emocionarse. Porque, al final, eso es lo que hace un buen libro: nos susurra al oído historias que, de algún modo, acaban perteneciéndonos.
Disfruten de la lectura. Muchas gracias.
Granada, 18 de marzo de 2025
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