Hace dos semanas, un grupo de doce estudiantes de 4º de la ESO y dos profesoras del IES Padre Suárez realizamos un viaje a Bruselas.
Hicimos lo típico de allí: ver Bruselas; con su imponente Grand Place, su característico Manneken Pis y su Catedral (sin contar otros tesoros como la Bolsa, el Palacio Real, etc.). Visitamos al tercer día Brujas y Gante, que nos parecieron preciosas. Hicimos un tour todo el día y vimos el Beguinario (Patrimonio de la Humanidad), las iglesias y las casas bucólicas de Brujas, y la inesperada Gante, que me sorprendió positivamente por su arquitectura y su ambiente urbano, aunque me asusté al ver que en una misma calle circulaban peatones, bicis, coches, ¡e incluso el tranvía! Llegados a este punto, muchos se estarán preguntando, tendrán que haber ido por algún motivo, ¿no? La respuesta es sí.
Como hemos comentado desde el Instituto en anteriores artículos, hemos recibido financiación del programa Jean Monnet, que promueve la investigación sobre la Unión Europea en la educación de sus países miembros; y estamos trabajando en una candidatura para ser Escuela Embajadora del Parlamento Europeo, por lo que la Unión Europea ha sido el eje central de este viaje.
El lunes por la tarde hicimos un tour por el Barrio Europeo. Nuestra guía nos enseñó todos los edificios europeos, desde el famoso Berlaymont, sede de la Comisión, hasta el gran Parlamento Europeo. Por el camino nos estuvo repasando la historia de integración de la UE mezclada con sus antecedentes, como las Guerras Mundiales, el imperialismo o la eterna rivalidad entre Francia y Alemania. Nos contó anécdotas, como por qué Bruselas fue elegida capital de la UE o cuánto cobran los funcionarios y eurodiputados, qué hay que hacer para trabajar en la Unión, etc. El tour terminó en el Berlaymont con la guía recitando a un visionario del milagro europeo como fue Victor Hugo.
El milagro europeo siguió presente al día siguiente. Hicimos una visita guiada a la Casa de la Historia Europea en inglés, y después de contarnos el guía todos los horrores de los imperialismos y las Guerras Mundiales, se detuvo en una vitrina que contenía carbón y acero, diciendo que esos dos metales eran los verdaderos artífices de este gran milagro europeo. Acabó mostrándonos un libro interminable que recogía todos los dictámenes de la UE hasta 2003, lo que da a entender la complejidad de esta organización. Finalizamos con la visita al interior de nuestra institución, la de todos, el Parlamento Europeo; donde trabajan los eurodiputados y sus equipos y se hace el trabajo diario (además de cuatro sesiones extraordinarias en un hemiciclo igual que el de Estrasburgo). Acabamos comiendo las tradicionales patatas fritas y charlando con un asesor español en el Parlamento en materia de agricultura. Yo personalmente rematé haciendo una entrevista a una periodista que cubría la salida de los líderes socialdemócratas rumbo al Consejo Europeo del 6 de marzo, que me estuvo explicando de qué iba ese Consejo y los reproches que desde la oposición italiana, su país de origen, hacen a Giorgia Meloni por su “estrecha relación con Donald Trump”
Hemos aprendido muchas cosas y muchas curiosidades acerca de la Unión y de la Historia de Bélgica. Hemos disfrutado “como en un parque de atracciones”, porque ha sido un viaje intenso, lleno de actividades y paseos a lo largo y ancho del Centro de Bruselas, Brujas y Gante, pero divertido y fructífero y muchas cosas aprendidas.
Santiago Mesa Peinado
4º ESO C
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