José Gilabert Ramos, autor de 'Geografía de la fragilidad' (Ed. Támesis), ante la Fuente de las granadas ::A. ARENAS

José Gilabert: «He querido que la fragilidad sea la gran metáfora que atraviese todos los poemas del libro»

¿Sabremos al final de la memoria
retornar al refugio de los sueños,
al canto de la vida embravecida
y al aliento del mar en los ramajes?

Esta fragilidad que nos desnuda
como una sucesión de temporales
que carcomen los muros del hogar
cuando ya no es posible que los ojos
orienten nuestros pasos en la tierra
.

Gastamos lo que nos queda de la herencia
que nos legó la luz de los paisajes,
sabiendo la verdad que somos:
una verdad a medias que intuimos
y que nos duele siempre demasiado.

La levedad nos cubre con su sombra
para que no soñemos con lo eterno.
Vivir es navegar por estos ríos
que siempre desembocan en la muerte.

Con la lectura de este poema que da título a su octavo libro nos recibe en el entorno de la Fuente de las Granadas, el veterano poeta autodidacta, José Gilabert Ramos (Vejer de la Frontera, Cádiz, 1954). Después, con voz clara y pausada nos brinda un pequeño recorrido por su trayectoria literaria que se inicia con su llegada a Granada en 1976. Por eso, aunque no olvida sus raíces granadinas reconoce que se siente también granadino pues es aquí ha desarrollado toda su producción literaria hasta el punto de que se le ha incluido en varias antologías de poetas granadinos como ‘Todo es poesía en Granada‘ o la antología de ‘Poetas de Lumbre‘ de la revista Lumbre.

El poeta lee uno de los poemas de su libro ::A.A

Comienza a escribir poesía social a finales de los años 70 coincidiendo con los albores de la democracia española. Explica que se trataba «de una poesía con un cierto carácter religioso pero muy influenciada por una moral, por una ética». De hecho su primer libro llevaba por título ‘Gloria a Caín‘ que es una cita de Antonio Machado que dice «La envidia de la virtud hizo a Caín criminal. ¡Gloria a Caín! Hoy el vicio es lo que se envidia más». En él abordaba temas relacionados con el el ser humano, sobre el bien el mal, con una poesía muy sencilla, sin grandes recursos literarios. A él le sigue ‘Tu voz en los pronombres‘ , libro que ganó el Certamen de poesía Villa de la Zubia que define como «un conjunto de poemas de amor influenciado por la poesía amorosa de Pedro Salinas al que también le pide prestado el título inspirado en ‘La voz a ti de vida’. Su tercer libro esta relacionado con otro certamen, en este caso de Sevilla y vinculado al grupo Barro en el que resultó finalista. Se trata de poesía urbana, de las calles, de los bares, de los ambientes literarios de Granada que lleva por ‘Las aceras de la prisa‘ , muy cercano «a lo que entonces estaba en boga en Granada y y quizás en toda España que era la poesía de la experiencia».

José Gilabert, en los jardines del Salón ::A.A.

Su siguiente libro ‘Tiempo de mudanzas‘ recoge poemas de amor dedicados a su mujer María Angustias al que sucedió otro surgid de muchas lecturas relacionadas con la filosofía occidental y también oriental y que tituló ‘La luz en la materia‘ con «poemas muy profundos, muy desde el interior para sacar hacia ese anhelo que el ser humano tiene de trascendencia, de buscar la verdad». Le siguió su poemario publicado por Esdrújula Ediciones ‘Nacen claridades todavía‘, libro con el que intentaba solidarizarse con los derechos humanos, con la libertad y con la justicia. Otro de sus poemarios al que le tiene gran cariño es ‘Memoria de loco‘ con el que trataba de hacer un homenaje a su infancia gaditana, a sus amigos y a los paisajes de Barbate y Vejer que le han acompañado toda la vida e iluminado su universo poético.

Geografía de la fragilidad

Trayectoria poética que ha coronado en estos últimos meces con ‘Geografía de la fragilidad’ publicado por la Editorial Támesis, vinculada con el sello Baker Street. El título responde al reconocimiento de nuestra condición frágil como seres humanos, tanto desde el punto de vista de seres biológicos como también desde el punto de vista del paso del tiempo, de nuestra conciencia humana y de nuestra condición en la tierra. «He querido que la fragilidad sea la gran metáfora que atraviese todos los poemas de este libro de forma transversal porque creo que somos seres frágiles y que de nada sirve autoengañarnos diciendo que hay que buscar una fortaleza, que hay que superarse, que hay que llegar a la cima. Todo eso está muy bien pero la realidad casi siempre va por otro lado», añade. El libro está dividido en cuatro partes que de alguna manera hacen referencia a cuatro escenarios distintos, cuatro espacios geográficos pero del mundo poético no del mundo real.

Cubierta del libro :.A.A.

La primera parte lleva por lleva por título ‘La luz del calendario‘ en la que habla del paso del tiempo, de cómo el tiempo pasa por nosotros. La segunda parte del libro titulada ‘Lugar de residencia‘ se centrado en los espacios íntimos, en su familia, en sus amigos, en su casa e incluso en el cuarto donde escribe. La tercera parte se llama ‘Otoño en las aceras‘ en la que el poeta reflexiona sobre cómo el tiempo ha ido pasando por su vida y de cómo se ha enfrentado a ese paso del tiempo y a la aceptación de la llegada de la vejez que conlleva una nueva condición biológica del ser humano que hay que aceptar con la mente lo más abierta . En la última parte que concluye con el poema que da título al libro, ‘Geografía de la fragilidad‘ el poeta reflexiona sobre lo social, lo político y de cómo ser persona humana y tener conciencia de que tenemos una vida para utilizarla. «A veces nos crea ansiedad, nos asusta, nos agobia pero como seres humanos estamos de alguna manera obligados a trascender nuestra condición biológica y poner a disposición del otro mi propia condición de ser humano», explica antes de leer un segundo poema que lleva por título ‘La luz del calendario’ y que considera que pese a su brevedad resume de alguna manera la filosofía y las ideas que yo ha querido transmitir en el libro:

Detalle de las páginas interiores ::A..A

La luz del calendario

Esta luz compasiva y amigable
empeñada en borrarnos los contornos
del paso inalterable de las horas.

Vivir es mantenerse cada día
vibrando con la voz del universo,
sosteniendo la débil construcción
de la precariedad de la existencia
.

Andamos aferrados a la tierra,
deseosos de abarcar el infinito
y todo se nos muestra quebradizo,
efímero, fugaz, inalcanzable.

Pero queda la luz del calendario
iluminando el tiempo de la espera
y las horas ganadas a la muerte.

Además de agradecer a Víctor y Mar, los editores de Támesis, el cuidado que han puesto en la en la edición , José Gilabert también tiene palabras de reconocimiento para para el autor de la imagen de la portada, Carmelo Ruiz Torres. El libro está ya disponible librerías y plataformas de venta online de libros. Fue presentó a mediados de enero en la sala de la Librería Moriarty, en la calle Carril del Picón. «Yo me he esforzado mucho en buscar una estructura fácil de leer. No me complico excesivamente la vida y tampoco pretendo complicársela a mis lectores. Mi poesía es accesible, es entendible pero aquí he puesto yo una gran parte de mi vida. Les invito a que lo lean a que lo adquieran, a que lo hagan suyo y lo lleven a a esos estantes del corazón donde los amantes de la literatura colocan los libros», señala al tiempo que informa que si alguien desea ponerse en contacto con él lo puede hacer a través de la editorial o de su correo electrónico: pepegilaber14[arroba]gmail.com

El poeta dedica un ejemplar de su libro ::A.A

Para terminar como empezó, lo hace con el recitado de otro de sus poemas de este libro que lleva por título ‘Granada’ del que aclara que forma parte de la tercera parte y que pese al título no pretendo hacer ninguna descripción de la ciudad sino más bien de hablar de su vida en la ciudad que le acogió, le dio trabajo, una mujer y dos hijos y a la que le debe mucho:

Granada

Esta ciudad me recibió una tarde,
de otro siglo,
hace ya muchos años .

Yo llegaba,
ingenuo e inocente,
a la ciudad de las puertas cerradas
y nadie se asomó
detrás de los visillos
a mirar la emoción
que cargaban mis ojos.

Luego más tarde,
se confabularon todos
para herirme la voz
y ensuciarme de barro
la mirada.

Pero yo cada tarde
buscaba el mar
por detrás de los bloques
de casas baratas
y aprendía a perdonar
la altivez de sus torres
el desdén de sus ríos
y la herida constante
de su luz avanzando
a la par de mis pasos
.

Yo soñaba encontrar
el olor a salitre
y la arena caliente
y sus calles me daban
bofetadas de asfalto
y semáforos rojos.

Eso fue en otro tiempo
ahora ya no me duele
el oscuro desprecio
de sus patios cerrados
ni la lenta agonía
de sus viejos palacios.

Ahora paso las tardes
contemplando en sus ojos
mi alegría perdida
y aceptando la paz
de su extraña belleza.

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Antonio Arenas

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Comentarios

2 respuestas a «José Gilabert: «He querido que la fragilidad sea la gran metáfora que atraviese todos los poemas del libro»»

  1. Ana Barea

    Hermoso poemario de Pepe Gilabert.
    Y magnífico trabajo de Antonio Arenas, como siempre.
    Gracias a ambos.

    1. Antonio Arenas
      Antonio Arenas

      Totalmente de acuerdo en lo que afirmas del poemario y muy agradecido por tus palabras.

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