Leandro García Casanova: «El vicio de leer periódicos y ver los telediarios»

Les voy a contar los secretos Para entender el periódico, basado en un artículo del año 1975 de un tal Vivillo, que he encontrado en una revista de La Codorniz. Al módico precio de 30 pesetas, se anunciaba en la portada con este lema tan famoso: La revista más audaz, para el lector más inteligente y, asimismo, se tenía como la decana de la prensa humorística.

La Codorniz fue multada y secuestrada en numerosas ocasiones por la censura, por lo que sus colaboradores tenían que hacer virguerías escribiendo. Según el escrito breve de Vivillo, cuando el periódico dice, no van a subir la gasolina y la leche: hay que entender que van a subir la gasolina y la leche. Cuando dice, en la CEE un periódico vale unas quince pesetas: es que va a subir el periódico. Excelente cosecha de patatas: pues van a subir las patatas. Pésima cosecha de trigo: va a subir el pan.

Portada de La Codorniz

Cuando dice, sube el agua: va a subir el vino. La epidemia no presenta caracteres preocupantes: es que los médicos están muy preocupados. ¿Nuevo brote de rabia?: pues van a morir miles de perros. Subió el coste de la vida un 1,33%: pues, hay que entender que subió la cosa un 13,3%. Las temperaturas, al menos, permanecerán estacionarias: las temperaturas también van a subir. En la TVE, a las 21,30, echarán una película interesante: pues, a las 21,30, será sustituida por una película tontorrona. Hay que tener en cuenta que esto se escribió en 1975, año en que murió el dictador Franco, y entonces no había libertad de prensa sino que estaba vigente la famosa Ley de Prensa e Imprenta de Manuel Fraga, que imponía fuertes multas y hasta secuestraba las publicaciones.

Fue a comienzos de los años sesenta, cuando yo me fui aficionando a la lectura del periódico. A las seis y media de la tarde llegaba al pueblo el autocar, conocido por el Correo de los Simones, con un puñado de cartas (la inmensa mayoría de los emigrantes), unos cuantos periódicos del día anterior y, con la baca atiborrada de paquetes, envueltos en una lona. Se me olvidaba la caja de pescado (que traían de Almería), pero tapada con unas hojas de higuera y con unos trozos de hielo por encima. Como mi padre era el cartero, yo me quedaba hojeando el Ya, el ABC y Pueblo, de Madrid, o bien los diarios Patria (era de Falange Española) e Ideal,que venían de Granada. No me daba cuenta del peligro que corría, pero, desde entonces, me quedé enganchado al vicio de leer periódicos. Como unos años después a los cigarrillos Celtas Cortos. El caso es que, si analizamos a una persona que lee un periódico al día y permanece siempre fiel al mismo, podemos deducir que su vida transcurrirá sin grandes sobresaltos y hasta es posible que disfrute de una larga jubilación. Estará bien informado y, si es algo crédulo, creerá todo lo que le dicen.

Portada de Patria

Ahora bien, cosa diferente es cuando se leen dos periódicos al día y se comparan las noticias. Entonces uno ya no sabe a qué carta quedarse… ¿Quién está diciendo la verdad? He ahí el dilema. Un diario le destacará a Pedro Sánchez, con una foto y a grandes titulares, mientras que Feijoo ocupará la parte inferior de la página, en un recuadro, como un actor secundario. En cambio, en el otro periódico, ocurrirá lo contrario: es el galego el protagonista frente a un Pedro Sánchez desdibujado. Tendrá que ser un lector avisado si quiere descubrir los gazapos. Leer más de dos periódicos al día es nocivo para la salud, a tenor de lo que dicen los cardiólogos y los de la tensión. Porque, vamos a ver: ¿A quién creemos?, sabiendo que los políticos no suelen decir la verdad y luego cada periódico ofrece la versión acorde con sus intereses. Se debe de leer el periódico afín, esto es, el de tus amores. Como decía el actor José Bódalo, el Madrid de mis amores.Y al otro periódico, pues echarle un ojo por encima y sin meterse en profundidades.

También es sabido que los presidentes del Gobierno envejecen en poco tiempo, por los problemas del país y la vida estresada que llevan. Por las mañanas, el ayuda de cámara les ofrece recortes de la prensa diaria en pequeñas dosis, para que no se atraganten demasiado. Baste recordar la de cafés al día que se tomaba Adolfo Suárez y, por las noches, no le faltaba su pastilla para dormir, según decían. La Transición lo consumió. O bien, recuerden las bolsas que tenía debajo de los ojos Felipe González, al cabo de varios años de presidente, aunque más grandes las tenía el siquiatra Fernando Jiménez del Oso. Falleció en 2005 y nadie se acordó de él ni de sus programas en televisión.

Primera página de Ideal Granada, correspondiente al día 21de agosto de 1984 ::IDEAL

Volviendo al tema, recomendamos siempre llevar una vida tranquila y apacible, leer sólo la letra gorda y así el periódico se hojea en menos de una hora mientras usted saca tiempo para otros menesteres. Hace unos años, los entendidos aconsejaban ver los telediarios de Pedro Piqueras, en Telecinco, aunque se jubiló por la edad: sucesos, cine, lujo, glamour y moda. Uno se sentía relajado en cinco minutos, hasta diría que encantado con la pasarela Cibeles. Eso sí, encontraba usted cualquier cosa menos las noticias del día. En su defecto tenemos ahora los telediarios finsemaneros de Antena 3, con el sempiterno Matías Prats (con esa cara de niño bueno cuando empezó en el mundillo de la tele, mientras que su padre aparecía serio, con las gafas oscuras y con el bigote, radiando los partidos de fútbol), que también contienen de todo como en botica menos las noticias. Eso es. Él no se complica la vida, da las noticias de pasada y prefiere entrevistar a los viandantes: ¿qué piensa usted del alquiler de los pisos, cuando está por las nubes? ¿Cuántos años necesitan los jóvenes estar trabajando para pagar un piso?, y cosas por el estilo. Se ve que los corresponsales tienen libre los fines de semana y se entretienen con cualquier tema.

Portada de la Antología de la Codorniz, 1941-1978

Recuerdo que hace más de diez años, Matías Prats se quejó a los espectadores porque no lo dejaron hablar de un tema político en las noticias, el caso es que se ha ido domesticando con el tiempo y, claro, se ha dado cuenta que los fines de semana el personal tiene ganas de viajar, de ir a la playa y que no le calienten la cabeza. Y así vamos. Si quería usted un mundo feliz, con sus bosques, sus animalillos, ballenas con sus ballenatos y todo de color rosa: pues le podía echar un ojo a las noticias de Lorenzo Milá, pero hace tiempo que no se ve en las pantallas a este ecologista, que también presentó las noticias en la 2. Y es que claro, los políticos aseguran que, mientras menos piense la gente, mejor le va al país (y a ellos). Y los medios afines se prestan a las subvenciones. Esta anécdota la leí hace años y ya no sé si es verídica. Estaba un ministro de Franco echando un discurso y uno del público lo interrumpe y le dice: Yo he viajado por toda España y no es así como usted dice. Y le contesta el ministro, que para eso lo nombraron: Pues viaje usted menos y lea más los periódicos.

En fin, recordando a la revista La Codorniz (salió publicada en 1941 y cerró en 1978, cuando ya no había censura), Álvaro de Laiglesia fue uno de los directores y entre sus colaboradores destacaron muchos conocidos: Amilibia, Azcona, Chumy Chúmez, Edgar Neville, Antonio Mingote, Enrique Flórez, Forges, Francisco Umbral, Gila, Goñi, Julio Cebrián y otros.

Leandro García Casanova

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Comentarios

2 respuestas a «Leandro García Casanova: «El vicio de leer periódicos y ver los telediarios»»

  1. Querido amigo Leandro:
    En aquellos tiempos (y en estos) cada periódico y cadena de televisión se amoldaba a quien les daba de comer, y era el caso que según a quien leyeras estabas informado de una u otra manera, casi siempre diametralmente opuestas.
    En los tiempos que corren, a poco que nos fijemos, nos queda muy claro quién nos informa y quién nos miente; obviamente ellos mismos nos muestran el camino para que nos informemos verazmente.
    Pero ya sabes, siempre ha habido y siempre habrá quienes no vean más que un camino y sigan votando una y otra vez a quien ya nos engañó miles de veces. Y es que entre los familiares, los amigos, las barrigas agradecidas, los arribistas, etc., ya tienen casi aseguradas sus reelecciones.
    ¡Que no nos pase “na”!
    Un abrazo.

  2. LEANDRO GARCIA CASANOVA

    Amigo Roberto, en el artículo no he querido entrar en política. En tiempos de Franco había censura y consignas, o te multaban. Ahora hay subvenciones a algunos medios y te pongo algunos ejemplos. Hace unos días, el Tribunal Supremo le dio diez días de plazo al Gobierno para que se hiciera cargo de los mil menores que habían solicitado asilo en Canarias y lo acusaba de dejación de funciones, pues ni les había respondido a los menores. En Las noticias de Vicente Vallés (el pasado año fue premiado como el mejor periodista de España), de Antena3, dan la noticia así: El Gobierno se hace cargo de los menores de Canarias y ocultan lo del Supremo. Carlos Alsina (otro periodista premiado también, en 2023, pero los premios nunca van a los periodistas críticos) dice en Onda Cero, hace unos quince días, tratando de disculpar al Chacho Pedro y echarle una mano: Sus asesores no le han informado bien… Como el Gobierno subvenciona a Antena3, a Telecinco… pues van de monaguillos con el incienso. Sin embargo, para la Cope ni un euro.

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