El viernes 13 de junio tuvieron lugar en el IES Montes Orientales de Iznalloz, y por segundo curso consecutivo, diversos actos de homenaje y reconocimiento a las víctimas de la represión y del genocidio franquista en el marco del día establecido por parte de la Junta de Andalucía como tal para los centros andaluces (14 de junio, Día de recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la Dictadura, Ley 2/2017 de Memoria andaluza).
Como se ha referido, ya se ha instaurado este día como uno de los múltiples actos, actividades y proyectos que nuestro centro desarrolla desde hace cinco cursos académicos sobre memoria histórica y democrática, en nuestro caso centrándonos en la repercusión y el alcance que la dura, larga, profunda y sistemática represión franquista tuvo sobre el territorio y las gentes de esta olvidada y deprimida comarca de los Montes Orientales de Granada, un páramo socioeconómico, político y cultural a caballo entre Granada, Jaén y Almería que las nuevas vías de comunicación han aislado todavía más.

Es por ello que desde hace cinco cursos el proyecto sobre memoria histórica y democrática pretende centrarse en la investigación, estudio, recuperación y dignificación de las víctimas que sufrieron represión mediante las múltiples y variadas vías que la dictadura franquista llevó a cabo, desde ejecuciones hasta la depuración, incautación, esclavismo, exilio forzado y deshumanización. Y es una labor que desde el inicio del proyecto han protagonizado y llevado a cabo los propios alumnos y alumnas de nuestro centro educativo, el cual acoge alumnado de los diferentes pueblos de la comarca.
Ellos y ellas son las encargadas de investigar, conocer, descubrir, reconocer y dignificar desde su modesta aportación a estas víctimas que son sus víctimas, ya que descubren que en su propia familia, en sus propios pueblos tuvieron lugar estos atroces actos de represión y deshumanización que tan lejanos e irreales parecen vistos a través de las películas y series. Y no sólo eso, sino que además se encargan de elaborar y crear conocimiento y llevarlo más allá del aula, a través de sus familias y su entorno más inmediato, siendo conectores y transmisores de la memoria y la identidad. Y finalmente, son igualmente los responsables y protagonistas directos del proceso de divulgación y difusión de ese conocimiento creado y generado mediante una metodología científica y la consulta de fuentes primarias, tanto de archivo como orales e historiográficas.

En este sentido, las vías de investigación que diversos alumnos y alumnas han llevado a cabo este curso 2024-2025 se ha centrado en tres sectores de la población de nuestra comarca: las maestras que ejercieron su magisterio en los diferentes pueblos de nuestra comarca y que fueron depuradas por las autoridades franco fascistas; los paisanos y paisanas que sufrieron el cínicamente llamado “turismo carcelario” tan propio del franquismo, localizando hasta la fecha a hombres y mujeres que fueron encarcelados y usados como mano de obra esclava en batallones de trabajo, batallones disciplinarios y cárceles provinciales, todos ellos en el norte de país; y finalmente un reconocimiento a la población gitana, especialmente a las mujeres gitanas, que sufrió la represión y la deshumanización por cuestión de etnia, sumada a la ideológica y de género.
Con lo expuesto, el citado viernes 13 de junio adelantamos los actos de recuerdo y homenaje a estas víctimas establecidos para el 14 de junio. Estos consistieron en exponer brevemente los resultados y productos finales de las investigaciones realizadas en el presente curso. Unos actos que, como viene siendo habitual, protagonizan y desarrollan en exclusividad los alumnos y alumnas de diversos niveles educativos del centro y que estaban abiertos a toda la comunidad educativa, así como a los agentes político sociales de la comarca, que quisieran asistir y participar.

A las 10:30h una breve presentación de la jornada dio lugar a un recital poético dedicado a la represión sexual y sexuada femenina, con poemas extraídos de cartas de familiares de mujeres que fueron encarceladas, violadas y finalmente ejecutadas. El recital se cerró con la lectura de “Yo era Caperucita”, de Gloria Fuertes, y “No han pasado los años”, de Rafael Alberti.
Acto seguido una veintena de alumnas y alumnos declamaron y reclamaron voz en grito y puño en alto reconocimiento y dignidad para los 101 paisanos y paisanas identificados este curso y que sufrieron presidio y explotación esclava en el norte de España. Y lo hicieron recitando sus nombres y apellidos y sus localidades de procedencia.

Ambos actos iniciales se llevaron a cabo delante del mural elaborado a lo largo de la semana por parte de diversos alumnos y alumnas, dedicado a estas víctimas encarceladas y esclavizadas. Dicho mural se realiza en el gran panel que preside la entrada al centro y muestra, bajo el significativo título “España era una gran cárcel”, una representación de la Península Ibérica rodeada de concertinas. En ella se ubica la comarca de los Montes Orientales y los diferentes lugares en lo que estos 101 paisanos y paisanas sufrieron presidio (Pirineo navarro, Vera de Bidasoa, Gipuzkoa, Bilbao, Burgos, Santiago de Compostela y Pontevedra). Además, en el centro de la península se reproducen unos versos del poema “Decidme cómo es un árbol”, de Marcos Ana, el preso español que más años pasó encarcelado:
¿Aún las noches se perfuman de enamorados
que tiemblan de pasión bajo la luna,
o sólo queda esta fosa?

Una vez finalizado el recital y homenaje, se procede a inaugurar y explicar por parte del alumnado los dos nuevos Rincones de Memoria y Reflexión instalados en el instituto. Por un lado el dedicado a las maestras depuradas que ejercieron en nuestra comarca, un panel de 1,80 m de largo por 1,50 m de alto situado en la primera planta del centro en el que se exponen pequeñas cartelas con el nombre y localidad de cada una de las cincuenta y dos maestras identificadas a lo largo del curso por el alumnado, que ha registrado y catalogado una tabla los datos de cada una de ellas, así como la referencia de sus expedientes de depuración, con el objeto de adquirirlos en un futuro.





Del otro, un homenaje y reconocimiento a la represión sufrida por parte de la comunidad gitana y especialmente las mujeres gitanas, los cuales sufrieron igualmente represión, deshumanización y exclusión política, económica y social por razones de ideología y de etnia, y en el caso de las mujeres, además, por cuestión de género. El Rincón de Memoria, de idénticas dimensiones que el anterior, se ha colocado en el hall de entrada del instituto, junto al acceso de la Sala de Profesores y en él se representa el mural que el alumnado realizó el pasado 16 de mayo en homenaje al Samudaripen, el Holocausto gitano, y aprovechando el acontecimiento para hacer extensible el homenaje a la población gitana de nuestra comarca. Es por ello que en él se representa una mujer haciendo frente al enemigo ofreciendo su pecho valientemente, escena de una obra del pintor anarquista y gitano Helios Gómez. En este caso el enemigo lo representa una hidra de tres cabezas, representando cada una de ellas el fascismo, el nazismo y el franquismo. una escena que tiene lugar con el skyline de Sierra Arana como fondo. Igualmente se reproduce el triángulo marrón con el que eran identificados los gitanos en los campos de exterminio.

Estos dos nuevos rincones de Memoria y Reflexión se suman a los tres instalados en cursos anteriores, dedicados a los deportados de nuestra comarca a campos nazi, a las mujeres represaliadas y encarceladas y a los guerrilleros antifranquistas que operaron en los Montes Orientales.
Un curso más, pues, cerramos el año académico con un acto comunitario en el cual se exponen, comparten y divulgan los resultados de las diversas investigaciones que el alumnado ha desarrollado paciente y diligentemente durante meses mediante metodología científica, diálogos frescos y espontáneos (no podía ser menos teniendo en cuenta “la ingenuidad y la rabia insolente de la juventud”) con fuentes primarias e historiográficas e interpelando la memoria familiar para, finalmente, poder elaborar y configurar un pensamiento y conocimiento propio, crítico y riguroso sobre el pasado más reciente de su familia, su pueblo y su comarca.
En definitiva, pretendemos que el centro educativo sea un punto de encuentro, de entrada y de salida del conocimiento generado por el propio alumnado, así como de diálogo con el pasado, el presente y el futuro personal, familiar y comunitario. Hacer que el centro educativo cumpla la función que le está encomendada por definición: la de dar herramientas a futuros ciudadanos y ciudadanas comprometidos con la justicia social; con la acérrima e innegociable defensa de los derechos humanos más básicos y de la cultura como arma de transformación social; con la empatía, la ética, la moral, la democracia y las libertades; así como la tolerancia y el rechazo a todo tipo de violencia por cuestión de religión, género, etnia o nacionalidad.
Es por ello que defendemos que las aulas no sean jaulas.
José María García-Consuegra Flores
Profesor de Geografía e Historia.

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