En el primer trimestre de este curso que ahora despedimos, concretamente el 13 de noviembre de 2024, un grupo de diez alumnos y alumnas del IES Montes Orientales de Iznalloz, acompañados de tres profesores, inician un viaje de cuatro días a Pamplona con motivo del II Congreso Internacional de Historia con Memoria en la Educación. Allí se reunirán docentes e investigadores de diferentes instituciones, asociaciones y centros educativos de toda España e incluso de otros países con un objetivo primordial: dar un paso más hacia la recuperación de la memoria.
Cada vez tengo más claro que la mejor manera de aprender, de vivir, es viajar. Porque nos abre la mente, nos muestra otros horizontes, otras perspectivas… viajar nos brinda la oportunidad de conocer personas con distintos puntos de vista y con algo que aportar al desarrollo de nuestra propia visión de la vida. Creo que es maravillosa la sensación de estar viviendo una experiencia con la constante intención de exprimirla al máximo y vivirla lo más intensamente posible para recordarla siempre y hacer memoria (la nuestra), que de eso se trata en la vida.

Después de un largo trayecto en autobús, tren y taxi, acompañado de siestas e interminables risas y una parada en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, por fin llegamos a la Granja Escuela Haritz Berri de Ilundáin, cerca de Pamplona, la que fue nuestro hogar durante cuatro días. Al día siguiente, tras una agradable mañana de paseo por la capital navarra y la recogida de nuestras acreditaciones como participantes, tuvo lugar la inauguración del congreso con la intervención de una serie de personas implicadas en la lucha por la memoria de una forma u otra.
Aquí me gustaría destacar la intervención de Elizabeth Lira, psicóloga e investigadora chilena enfocada principalmente en derechos humanos, la historia y la memoria. Me fascinó su manera de hablar y de expresar sus pensamientos a través de palabras llenas de calma, decisión y sabiduría. Después de informarme acerca de su vida y labor, he descubierto que principalmente se ha dedicado a defender los derechos humanos y a proteger y brindar ayuda a personas a las que se les fueron arrebatados y negados tras el golpe de estado de Pinochet, que sumergió al país en un periodo de injusticias, torturas, desapariciones forzadas, asesinatos, violaciones de las libertades más básicas , denigración y estigmatización .

Ante esta situación ella volcó su vida en ayudar y proteger a las víctimas del régimen, involucrándose en redes solidarias. Posteriormente ejercería como psicóloga prestando atención a personas que habían sido torturadas o a familiares de detenidos, ejecutados y desaparecidos. Desde entonces se ha dedicado a investigar y escribir sobre la reconciliación política de Chile, soñando con que algún día los seres humanos podamos vivir en paz, sin guerras y sin miseria, con un creciente sentido de dignidad personal en todos los rincones del planeta.
Escuchar a Elizabeth ha producido en mí la reacción de ser consciente de que la memoria histórica y democrática no es algo único y aislado de España y su pasado, sino que también está presente en otros países, y especialmente en países latinoamericanos, donde se sufrió y se sufren las injusticias del poder, la desigualdad y la deshumanización a la que puede llegar el ser humano.
Desde un punto de vista psicológico, con estas intervenciones he llegado a la conclusión de que la memoria está íntimamente conectada con el alma y con las emociones. De esta manera, cuando se nos inculca la creencia de que tenemos que olvidar, haciendo uso del extendido discurso negacionista, sólo estamos guardando y reteniendo un sufrimiento que tarde o temprano volverá a aparecer. Por ello algo que ha dañado al ser humano es la tendencia a descalificar sus experiencias, a negar sus recuerdos y a disociar estos con las emociones, cuando lo que necesitamos hacer es vincularlos.

A continuación llegó el turno de nuestras profesoras Lara García y Victoria Peinado, que condujeron una de las mesas de comunicaciones y dirigieron un debate acerca de distintos proyectos sobre memoria en la educación. Este debate me llevó especialmente a la reflexión sobre el papel del arte y la expresión artística en la memoria. El arte, como se dijo, traspasa directamente la teoría para llegar hasta la emoción, por lo que se trata de un elemento muy útil para trabajar la memoria ya que sus enfoques y disciplinas conforman además un medio de sensibilización.
Podemos conocer una época mediante sus expresiones artísticas, no hay mejor manera de plasmar los sentimientos, lo que nos lleva a aceptar que se trata de una parte crucial, no solo de la Historia y del pasado, sino también de la lucha presente. Por tanto pienso que sería muy enriquecedor trabajar la educación en memoria a través de medios artísticos como películas, cómics, pinturas, obras de teatro o poemas, logrado quizás así un mayor sentimiento de empatía por parte del alumnado.
Tras esa primera intensa jornada tuvimos la oportunidad de asistir al teatro, invitadas por la organización del congreso para ver la representación de la obra “El mar. Visión de unos niños que no lo han visto nunca”, historia que ya tratamos en clase de Patrimonio en 1º de Bachillerato de distintas maneras y que nunca deja de emocionarme. Cuenta la historia real de un maestro, Antoni Benaiges, y una promesa: la de llevar a ver el mar a sus alumnos de un pequeño pueblo de Burgos. Promesa que no pudo cumplir debido a que fue fusilado el 25 de julio de 1936.
A pesar de este trágico final, la historia del maestro nos brinda esperanza y nos recuerda que en la educación está el camino que debemos seguir para lograr un mundo mejor. Me impactó mucho la manera tan única en la que representaron la obra, desde una perspectiva muy dinámica, diferente e inesperada, poniendo especial atención en los objetos, aquellos que se encargan de conservar la memoria.
Durante la II República la educación obtuvo un papel central, los principios de la Constitución de 1931 establecían una enseñanza laica, mixta, obligatoria, gratuita y de calidad, formando un conjunto de docentes dedicados a las nuevas tendencias pedagógicas, así como la creación de miles de escuelas y bibliotecas en muy pocos años.
Con el franquismo, ese periodo de avance y prosperidad en la enseñanza fue completamente paralizado con la depuración y el fusilamiento de miles de maestros y maestras que representaban para el régimen la «España roja y progresista» . La historia del maestro Benaiges es la historia de todos esos maestros y maestras a los que les arrebataron su vocación, pero también de todos los alumnos y alumnas que fueron obligados a dejar de aprender y a hacerse adultos antes de tiempo.
El día 15 comenzó con una actividad dirigida a compartir las experiencias relacionadas con la memoria histórica de cada uno de los institutos que nos reunimos en el Congreso. Para ello nos dividimos en distintos grupos formados por alumnos de todos los centros para de esta manera poner en común las actividades realizadas por cada uno de nosotras. Fue una dinámica en la que pudimos conocer de manera general la labor de otros estudiantes y profesores, lo que me resultó muy interesante. Después los distintos grupos volvimos a dividirnos en dos y se nos repartió a cada uno un tema concreto sobre el que investigar y poner en común para crear posteriormente y entre todos un podcast. Los temas escogidos fueron los deportados a campos de concentración durante el franquismo y la represión franquista dirigida al colectivo LGTBIQ+.
Yo participé en la realización del podcast donde se trató el segundo de los temas. Al principio no veía muy claro lo de realizar un podcast en una mañana y sin haberlo hecho nunca, pero finalmente el resultado, y sobre todo el proceso, fueron increíbles. Me gustó mucho el momento de la actividad en el que los diferentes miembros del grupo intercambiamos experiencias, opiniones y pensamientos. Creo que es muy enriquecedor escuchar a los demás y conocer perspectivas y conclusiones a las que uno mismo quizás nunca llegaría solo.
Académicamente, con esta dinámica he aprendido a pensar más allá de la superficie, a ordenar y seleccionar las ideas, a fusionar varios puntos de vista, a reflexionar, empatizar y sintetizar todo para llegar a una conclusión y poder elaborar un producto final. Además, tuvimos la oportunidad de recibir consejos de periodistas y profesionales que nos guiaron en todo momento.
El proyecto final fue un podcast pensado como un elemento de esperanza y apoyo para las personas de este colectivo que todavía hoy no se sienten incluidas y aceptadas por gran parte de la sociedad. Para ello nos basamos en la historia de Tania Navarro, mujer trans que sufrió represión y expresiones de odio de todo tipo simplemente por querer ser quien quería ser. A pesar de ello en su testimonio pudimos escuchar sus palabras de valentía y fortaleza que animan a las generaciones futuras a levantarse y continuar su lucha.

Resumimos nuestro proyecto en tres palabras: la estigmatización que sufren estas personas al ser señaladas como diferentes; la represión posterior; y por último, lo que se pretende con este podcast, la inclusión. Personalmente, la realización de este proyecto me ha brindado mucho aprendizaje y hemos conseguido plasmar en el podcast el fruto de nuestro esfuerzo.
A continuación se dio paso a lo que fue la parte central de este viaje: la presentación en el salón principal del congreso de proyectos por parte del alumnado de diversos centros educativos del estado, exponiendo más detalladamente la labor en la historia con memoria desde diversos lugares como Madrid, Girona, Asturias, Sevilla, Navarra, Iznalloz y Barcelona.
Ha sido muy interesante conocer los distintos enfoques que cada centro ha dado al mismo objetivo. Además esto nos sirve como fuente de inspiración para futuros proyectos y como motivación para seguir enfocándonos en esta causa. El alumnado del IES Montes Orientales tuvimos la oportunidad de poner en común nuestro trabajo y nuestras propuestas, haciendo ver que los jóvenes tenemos un papel primordial en la recuperación de la memoria perdida y en su perduración en el tiempo.
Somos nosotros y nosotras los que debemos movernos y luchar para que las injusticias, la negación y privación de derechos y libertades, la violencia y la polarización que ha marcado las generaciones pasadas no marque también la nuestra. De esta manera estamos construyendo también un futuro mejor, basado en unos cimientos de conocimiento y consciencia sobre el pasado. En el siguiente enlace se puede ver nuestra intervención (a partir del minuto 00:32:28) y la exposición del podcast elaborado junto al alumnado de otros centros (a partir del minuto 01:10:00):
Para asimilar todo lo realizado en el día de una manera más cercana, por la tarde pudimos visitar algunos lugares de memoria de la ciudad de Pamplona. En primer lugar visitamos el Monumento de los Caídos, un edificio que fue construido como exaltación franquista, el segundo más grande de España después del Valle de los Caídos y que ahora se encuentra en una situación de constante debate entre el derribo o la resignificación, convirtiéndolo en un espacio de memoria y reflexión.
A continuación visitamos una placa en recuerdo a Germán Rodríguez Sáiz, un ciudadano que durante los Sanfermines de 1978 murió como consecuencia de la intervención policial y cuyo caso y culpable sigue sin resolverse. Este suceso dejó una importante huella en la ciudad, por lo que se levantó esta estela en su memoria, la cual ha sufrido varios ataques que reflejan la polarización ideológica que todavía sufre la ciudad.
Por último visitamos el memorial de los centros de detención, un conjunto de bloques de piedra que recuerdan a los diferentes centros de detención de republicanos que hubo en la ciudad durante la guerra y la dictadura y en los que muchas personas acusadas de izquierdistas fueron encarceladas y torturadas, siendo en muchas ocasiones el paso previo al fusilamiento y desaparición en fosas. Este paseo por los diferentes espacios de memoria me ha hecho ser más consciente acerca de la cercanía de los hechos y la presencia de los sentimientos que todavía perduran en el aire.
Con tristeza, el sábado 16 de noviembre nos despedimos de Pamplona y de una experiencia que recordaremos siempre. En el viaje de vuelta en tren, que se hizo más largo de lo normal a causa de una avería, tuvimos la suerte de encontrar un tesoro: la memoria democrática oral en su representación más real. Pudimos conocer y escuchar la historia de Nancy, una mujer argentina luchadora, valiente y resiliente que en muy poco tiempo ha sido capaz de demostrar que la vida siempre pone obstáculos, siendo precisamente la manera de enfrentarlos y de resolverlos lo que nos hace ser quienes somos.
Nancy nos contó sus recuerdos sobre la dictadura de la Argentina de Videla, del secuestro de su padre y de su propia detención; cómo todavía puede ver y sentir en su cuerpo el miedo, la violencia y la represión que tantos sufrieron. Además de superar este periodo, Nancy ha tenido toda una vida de caídas en las que siempre ha conseguido salir hacia delante, más fuerte y capaz que antes. Su historia me ha impactado y me ha hecho reflexionar acerca de muchas cosas.
Y pienso que de esto se trata la memoria: de escuchar, conectar y empatizar con las historias de los represaliados, de tal manera que consigamos trasladarnos en cierto modo a ese pasado, despertando así un sentimiento que nos mueva a luchar por dignificar este pasado oculto, silenciado y olvidado. Estos encuentros fugaces e inesperados dan lugar al aprendizaje en su forma más pura, ya que nos genera unas emociones que nos impactan y enseguida interiorizamos y recordamos para siempre, haciendo que nos planteemos y cuestionemos muchas cosas.
Todo lo que estamos investigando y descubriendo estos últimos cursos sobre memoria democrática en el instituto nos ha hecho ser conscientes de que hay que luchar para recuperar la memoria y la dignidad de todas las víctimas de aquella represión franquista que aún a día de hoy sigue latente. Todos estos años, y en concreto esta experiencia en el congreso y en el tren de vuelta a casa, han sido un verdadero regalo que nos ha hecho darnos cuenta de que todo ha merecido la pena; de que sirve de mucho investigar, recopilar fuentes y archivos, contrastar información, preguntar y volver a preguntar porque algo no ha quedado claro.
Merece la pena por esas víctimas que son y fueron personas reales, no simples números o letras en papeles. La memoria es pasado, es presente, es futuro, es transmisión y lucha. No debería de entender de bandos ni de ideologías sino de personas, derechos humanos y libertades.
Esta experiencia me ha ayudado a visualizar desde otras perspectivas el concepto de memoria. Siempre la vinculamos a un pasado traumático de sufrimiento, y efectivamente se trata de esto, aunque pienso que quizás podríamos promover una visión en la que la memoria constituya la capacidad de creer en un objetivo, en un sueño de futuro. Podemos realizar un cambio de mentalidad y unir la memoria también a un reconocimiento de la capacidad que podemos poseer las personas para luchar por aquello que consideramos justo y digno, ser resilientes y salvar y ayudar a los demás.
Quizás se trata de esto, de redirigir nuestra mirada a un proyecto de futuro basado en un pasado traumático, entendiendo la memoria como un derecho inalienable. Y es que esto es lo que me ha dado este viaje: esperanza. Esperanza por ver a tantas personas de tantos lugares diferentes unidos en la lucha con un mismo objetivo, esperanza, porque este es sin duda el camino que debemos seguir para lograrlo.
Por último me gustaría destacar lo maravilloso que ha sido este viaje a nivel humano. Durante estos cuatro días la risa nos ha acompañado constantemente y esto es lo que nos hace humanos al final, reír, la diversidad, la amistad, las experiencias compartidas, los recuerdos. Me siento muy agradecida de haber vivido esta experiencia y ha sido tan increíble gracias a todos los que han formado parte de ella.
Gracias por haber contribuido a la construcción de un recuerdo que formará siempre parte de mi memoria.
“Mirar hacia atrás es esencial para el futuro, para la vida, para la memoria, porque mirar hacia atrás tiene una razón de carácter epistemológico, una razón de carácter ontológico y una razón de carácter político” (Walter Benjamin).

Carmen Huertas Vega
Alumna de 2º de Bachillerato
IES Montes Orientales de Iznalloz
Granada)
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