Vista aérea de los primeros bloques de Bellvitge , Hospitalet de Llobregat , 1966

Jaime Batlle: «Bellvitge, un maestro, una época»

Los recuerdos no dejan de ser un tiempo que nos sigue acompañando y que no hemos soltado. La voluntad hace su trabajo sin esfuerzo, porque los recuerdos se llevan sin peso. Lo que pesa es la conciencia, pero eso aparece más tarde. Cuando los recuerdos son infantiles, la conciencia no ha tenido tiempo de aparecer. Por eso, los recuerdos de los niños flotan sin pesar, y si nos acompañan, es que fueron importantes.

Pero el niño no puede generar aún el peso de la conciencia, por lo que el recuerdo le es dado. Y ello no deja de ser una tragedia, porque son los recuerdos los que nos construirán más adelante. Por eso el niño es tan inocente como frágil: inocente porque el tiempo es puro en su mirada, y frágil porque el futuro dependerá de los recuerdos pasados. El niño está al albur de quienes le acompañan en el tiempo y descargan la conciencia.

Tengo la suerte de pertenecer a una generación que escapó del sistema educativo que vino después, porque no nos conformó en sus cimientos. A nosotros nos moldearon maestros que asomaban a las puertas y ventanas de la libertad y la esperanza. Don Joaquín Rus Joyas fue uno de ellos.

Lo recuerdo como si fuera ayer: impecable traje azul marino y corbata, pelo corto y moreno, porte elegante que infundía esa clase de respeto que te hace importante con once años. Pero eso lo aprendimos mucho tiempo más tarde, cuando la libertad mal entendida acabó con el respeto ajeno y, lo peor, con el nuestro propio.

Hemos perdido los referentes, esos que se mantienen a flote desde el rigor y el escenario, donde un golpe de regla en la palma de la mano no hería la conciencia de nadie. Sobraba el abuso de autoridad, sencillamente porque nadie se lo planteaba. Luego vendría la realidad a poner las cosas en su sitio, con su brutalidad sin mano y esa sensación de preferir el dolor de la carne al del alma.

Pero ahí se llega justo al traspasar la frontera del país sin remedio.

Cuando se pone un pie en Idiotiland, has sido diluido.

He llegado tarde a poder darle las gracias a Don Joaquín, mi maestro en quinto de EGB, en los altillos de Bellvitge, antes de que estrenásemos el flamante colegio. Tiempo y recuerdos de un barrio tan pobre como digno.

Al estrenar el nuevo colegio, Don Joaquín estrenó un 1430 blanco. Siempre fue un dandy, un maestro a caballo entre dos épocas, siendo demasiado joven.

No siempre se llega a tiempo. Tampoco es importante.

Hay agradecimientos que, como los recuerdos infantiles, no pesan si no se dan a tiempo, sencillamente porque forman parte de uno mismo.

Jaime Batlle

21 de julio de 2025.

Redacción

Ver todos los artículos de


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

IDEAL En Clase

© CMA Comunicación. Responsable Legal: Corporación de Medios de Andalucía S.A.. C.I.F.: A78865458. Dirección: C/ Huelva 2, Polígono de ASEGRA 18210 Peligros (Granada). Contacto: idealdigital@ideal.es . Tlf: +34 958 809 809. Datos Registrales: Registro Mercantil de Granada, folio 117, tomo 304 general, libro 204, sección 3ª sociedades, inscripción 4