Aún con resaca, en el buen sentido de la palabra, porque esta resaca nos ha dejado muy buen sabor de boca. Sería demasiado extenso hablar de todos los grupos que han pasado por esta 34ª edición del Parapanda Folk y a la vez, siento que es injusto no hacerlo.
La calidad de todos los grupos ha sido extraordinaria y durante toda la semana del 21 al 27 de julio hemos disfrutado, cada noche, de la actuación de dos grupos y en algún caso hasta de tres.
Este Festival Internacional convoca a artistas de muy distintas procedencias y nos ha dejado con las raíces levantadas al aire. Yo me voy a centrar en una breve selección de actuaciones, mas por criterios emotivos que objetivos o de calidad musical.
Durante las noches del lunes y del martes se dedicó el festival, fundamentalmente a grupos y asociaciones locales. No puedo dejar de mencionar esas dos noches en las que como buena ilurquense, me he sentido especialmente orgullosa al comprobar que en Illora la cultura musical goza de buena salud, con una gran variedad de estilos y edades, en las diferentes agrupaciones musicales: el coro rociero de La Encarnación, el Taller Municipal de Música Tradicional, la Banda de música villa de Íllora y la Coral Polifónica San Rogelio. Para un pueblo de cinco mil habitantes es un magnifico logro. Espero que sigamos avanzando y fortaleciendo la cultura en general.
Las restantes cinco noches han sido protagonizadas por artistas de muy diversas procedencias. La noche del viernes tuvimos el privilegio de disfrutar del arte del magnifico Amancio Prada. Un Amancio Prada entregado, ameno, sublime, casi etéreo, comenzó el concierto con la canción “Libre te quiero” y nos fue liberando, quitándonos serenamente, paso a paso, las capas que aprisionan el alma y consiguió no solo elevar nuestros espíritus con su música sino que nos hizo reír y soñar, llevándonos hasta el borde del mismísimo cielo.
Si Amancio Prada nos hizo vibrar en las alturas, Mercedes Peón nos conectó con la tierra, con nuestras raíces mas ancestrales. Y paradójicamente lo hizo con ritmos y creaciones mas rompedoras, mezclando lo ancestral y la vanguardia, las voces primigenias y la música electrónica. El subidón de energía y la euforia se apoderaron del público en ambos conciertos. Y seria injusto decir que fueron los únicos artistas en conseguirlo. El público del Parapanda Folk se ha puesto en pie en todas y cada una de las veladas vividas.
El homenaje a Antonio Machado ha dotado a esta edición del festival de un valor añadido de exquisita sensibilidad y de acercamiento a la poesía. Un homenaje al que se han sumado la mayoría de los artistas participantes y en el que cada noche el taller local de poesía “Raros de luna” ha hecho su generosa aportación.
“Semilla de lirios.
Vínculo celeste.
Palabra divina.
Expansión cósmica.
Amor sin fronteras.
¡Música y poesía!
Cópula perfecta.
Dioses caminando sobre la Tierra”.
El Parapanda Folk se ha constituido un año mas en un acto de multiculturalidad y convivencia donde las raíces culturales y las vanguardias han caminado juntas. Y han sido muchas las voces que se han levantado a favor de la paz, la concordia y contra el genocidio de Gaza. Gaza ha estado presente, todas las noches, en el corazón del público y de los artistas.
Han sido noches memorables, pero no solo las noches, también los días y las actividades paralelas de las que quiero destacar el contenido del VIII Foro Folk Ismael Peña que nos ha acercado a la figura de Agapito Marazuela, máximo exponente del folklore castellano. Agapito fue un hombre comprometido con su tiempo. Es una figura a la que les invito a acercarse. Paralelamente al Parapanda se ha realizado la exposición” Las milicias segovianas y Agapito Marazuela”.
La multiculturalidad, la convivencia, entre diferentes culturas, la diversidad del folklore español, el plurilingïismo, la diversidad cultural, han sido los verdadero protagonistas de esta edición. El definitiva, el Parapanda es una puerta abierta a la esperanza, es una muestra de que la convivencia entre las diferentes culturas no solo es posible y necesaria, sino que además, nos enriquece y nos alegra la vida.
El listón ha quedado muy alto y ya esperamos expectantes la próxima edición en la que deseamos contar con nuevos asistentes y volver a encontrarnos con el público y los participantes incondicionales de cada año (Ismael Peña, Fernándo Íñiguez, Juan Bedmar …).
“Un rayo de luz duerme sobre las enredaderas
y gotas de rocío brillan en la mañana quieta.
En las charcas juegan al escondite
insólitos gallipatos y locuelas ranas.
Tambores de silencio y paz
se enredan entre las encinas de la sierra.
En Parapanda el aire acuna orquídeas
sin que el mundo lo sepa.
Mis raíces también laten en Parapanda”
Ana Barea Arco
Comentarios
2 respuestas a «Ana Barea Arco: «Un Parapanda folk memorable»»
Cuando lees el artículo escrito por esta illurquense amante de la cultura y de la vida, apetece presentarse allí y disfrutarlo
Gracias Antonia!
Aquí puedes venir cuando tú quieras.
Disfrutar del Parapanda folk siempre merece la pena.