Del 4 al 14 de agosto se ha celebrado la décima edición del Encuentro y Residencia Internacional de Artistas Gráficos impulsada y coordinada por Emilio Luis Fernández Garrido y Juan Barbé Arrillaga. Durante diez jornada los 14 participantes han aprendido y trabajado diversas técnicas, compartido desayunos, almuerzos y cenas y actividades conjuntas como realizar parte de la ruta del Gollizno. El propio Emilio Luis explica que la habitual semana de las anteriores ediciones este año se han prolongado a diez para celebrar esta primera década y que las plazas estaban ocupadas desde pocos días después de la clausura de edición 2024. También que el programa de este año estaba ya pensado desde hace un lustro que quería contar con la artista Déborah Lulu Chapman que por fin ha podido venir para impartir su taller de iniciación en una técnica denominada mezzotinta. «Ha sido un placer tenerla aquí con nosotros pues es una artista internacional que reside en Canadá y no es fácil que venga a Europa para impartir este tipo de talleres», explica.

De Juan Barbé comenta que le conoce desde tres años antes de impulsar Moclín Print pues ya colaboraba en el Taller de Grabado La Granja, en la calle Cañaveral de Granada. «Aquí seguimos, años después fabricando papel con plantas autóctonas para un taller de técnicas de estampación», indica antes de añadir que «la verdad es que ha sido un año especial, con días muy intensos, conviviendo 24 horas con artistas de todos los rincones de España, compartiendo experiencias personales y profesionales.

Es un lujo y Moclín Print tiene un nombre dentro del panorama nacional e internacional de residencia de artistas», explica satisfecho. Por su parte, Juan M- Barbé ratifica lo afirmado por Emilio Luis y califica a Moclin Print como «la fiesta anual de del papel y la gráfica.. Se hace papeles en otros sitios, se hace gráfica en otros sitios, pero las dos cosas unidas y, además, de la manera que nosotros lo programamos no tiene paragón en toda España». A continuación comenta cómo han elaborado su propio papel a partir de fibras de plantas (avena) recogidas en el entorno con las que elaboran el papel sobre el que posteriomente estampan.

Por su parte, Déborah L. Chapman comenta que nació en el norte de Argentina, y estudió en este país Bellas Artes. Después emigraría a Canadá, concretamente a Montreal y Quebec, donde retomaría los estudios para profundizar en otras técnicas como la mezzotinta, que califica de «maravillosa, muy sutil con tonos del blanco al negro o del negro buscando la luz hacia un blanco». Así mismo indica que es una herramientas nuevas, que obliga «a pensar de otra manera, porque hay que empezar el metal cuando la placa está totalmente negra y empezar a sacar la luz». También señala que su deseo es que por lo menos, la mitad de los asistentes puedan seguir con esta técnica, «porque no es que uno elige esta técnica, sino es la técnica que elige a la persona». Para terminar también destaca la cocina que ha funcionado durante su estancia, «pues todos los días había algo nuevo» por lo que se muestra «fascinada», de la experiencia vivida, «una de las mejores que tuve en estos viajes que estoy dando para enseñar esta técnica. Así que muy agradecida a la gente con la que contacté aquí y con la que aprendí mucho».

Uno de los asistentes Cyan Carmelo Beltrán, licenciado en Bellas Artes y especializado en Grabado en general y Xilografía en metal que actualmente trabaja en un hotel en restauración como camarero, indica que este es su primer año en Moclin Print, que conoció por medio de Emilio Luis, quien le recomendó asistiese este año parra aprovechar las clases y taller de Déborah sobre la mezzotinta. «Se me presentó la oportunidad de poder realizarlo y no me lo pensé, me cogí unos días y aquí estoy», explica antes de añadir que «la verdad es que he estoy muy bien porque conozco a gente que ha venido anteriormente y ha sido toda una experiencia en positivo, tanto por la gente que nos hemos juntado como los métodos y técnicas que hemos podido aprender».


Por último, Nuria Verdú natural de Ibi (Alicante), nos informa de que estudió Bellas Artes en Altea para después desplazarse a Inglaterra antes de llegar a Salamanca, donde tuvo la gran suerte de coincidir con José Fuentes, un profesor de grabado en ella el interés por esta técnica. Tras finalizar su carrera estaría muchos años trabajando como restauradora de arte para finalmente dedicarse a la docencia. Actualmente imparte clases de dibujo a estudiantes de Secundaria y Bachiller lo cual le gusta muchísimo, aunque considera que su auténtica vocación es el grabado. Estando en Valencia conoció a sus compañeras de grabado que le hablaron de Moclínt Print. «Me picó la curiosidad, pues ellas me hablaron super bien y decidí venir pues me había hablado de que hay muy buen ambiente y muy buenos profesionales. Poco más puedo decir porque creo que en la cara se me nota» afirma antes de añadir «os animo a que vengáis cualquier otro año, porque venir aquí es un lujo».


Por sexto año consecutivo ha asistido a esta residencia de artista Carmen Castellano, Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Granada, y además posee el Grado superior de Grabado y Técnicas de Estampación. Reconoce que para ella «ha sido un auténtico lujo, poder formar parte de esta gran familia un año más». Agradece a Emilio Luis y Juan la creación de «este maravilloso evento que que ya ha cumplido 10 años» y a Deborah Lulu Chapman, que les ha adentrado en la complicada técnica de la Mezzotinta. «Lo hemos pasado muy bien con todo lo que nos ha mostrado sobre su trabajo, es una profesional increíble y hemos aprendido muchísimo de ella», afirma antes de añadir que con Juan, la recogida de la avena silvestre, es ya un clásico. Puntualiza que «también hemos hecho papeles con esparto, bambú, abacá y gampi, entre otras fibras. La producción de papel es muy refrescante sobre todo por el calor de agosto, y lo pasamos genial…».

Igualmente comenta que con Emilio Luis han trabajado con planchas de cobre, que también hemos recortado para dar formas diferentes a los grabados, y además, hemos tallado cada uno un sello en piedra.
«Éste año, hemos coincidido varios compañeros de ediciones anteriores y ha sido doblemente satisfactorio. Hemos creado un vínculo maravilloso, una amistad y un cariño que no tiene fronteras. Y como dice nuestra querida Alicia: «este lugar tiene magia», y eso es lo que vivimos cada año en Moclín, pura magia».
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