Tras la reunión inicial, el siguiente encuentro del profesorado que compartirá la experiencia de un nuevo curso, es en un claustro extraordinario en el que se da a conocer la estructura organizativa del año académico y el horario de cada asignatura. Ya saben que el profesorado vigila el paso del tiempo con un calendario distinto, el escolar.
A partir de este momento, todo es vertiginoso, como si no estuviera preparado, como si no hubiera, que lo hay, una preparación meticulosa que deja poco hueco a la improvisación.
Estén tranquilos. Sus descendientes están en buenas manos.
Lo más fascinante de los centros educativos es que coinciden especialistas de todas las ramas del saber. Cada equipo educativo podría redactar una enciclopedia o funcionar como comunidad independiente presta a sobrevivir. Pero no están para eso. Su finalidad es la de abrir la puerta a todos los conocimientos humanos.
Se lo hemos dicho, queden tranquilos.
Economistas, geólogos, geógrafos, matemáticos, historiadores, físicos, químicos, filósofos, biólogos, historiadores de la música, de las ciencias, de la literatura, tecnólogos, informáticos, lingüistas, poetas, músicos, especialistas en educación física. Se enseña a leer las instrucciones de funcionamiento de la vida en inglés, francés, alemán, en griego, en latín.
En el caso del IES Padre Suárez, se custodian y exponen fondos bibliográficos y artefactos en unas impresionantes instalaciones para mayor gloria de la educación pública.
Se educa en valores, en la convivencia entre religiones, culturas, nacionalidades y diversidad sexual. Sin diferencia de género, ni edad, ni de línea ideológica.
Este proceso, siempre igual y siempre distinto, constituye un complejo entramado que gravita entre sostenerse en pie o quebrarse a la más mínima de cambio. Traemos a colación la imagen de los móviles de Calder. Una fragilidad exquisita y cambiante.

Por eso son tan necesarias figuras como la del profesor Casto Gea Cañavate. Conoce al dedillo el funcionamiento de la sala de profesorado.
Dotado de grandes dotes para observar la naturaleza humana, se presta a que todo su entorno se encuentre cómodo, confiado. No hay quien se haya acercado a él y no haya encontrado consejo, ayuda, apoyo, compañía.
No tiene mérito. El viene así de serie. De nacimiento.
Si estuviera socialmente aceptado podríamos intentar un símil taurino y afirmar que Casto torea bien con el capote. Ya saben, para templar. Pero también, para echar un capote a todo el que lo necesite. Pero como no podemos hacer ese tipo de comparaciones – no está bien visto- hagan como si no lo hubieran leído.
Lo intentamos de nuevo. Esta vez sin metáforas. Su objetivo siempre ha sido el de crear un buen clima de trabajo.
Decíamos que Casto viene así de serie pero se ha afinado con el tiempo porque ha alternado su tiempo de docencia con estadías en el Servicio de Inspección de educación. En Jaén, en Almería, en Granada.
Ahora, lo que honra a Casto, lo que más, es que cada vez que ha finalizado una de sus etapas como inspector, se ha cambiado el hábito y se ha vuelto al aula ¡con una dignidad¡ ¡con una alegría!

El es profesor de Historia. Y es de las últimas promociones de la muy ilustre universidad de Granada, en las que primaba el conocimiento historiográfico, la clase magistral heredera de saberes decimonónicos.
Su entusiasmo por la historia permanece intacto. El enseña por amor al pasado, al patrimonio, a la cultura, al arte.

En el IES Padre Suárez estamos raros.
El claustro extraordinario ha resultado extraño, porque hemos notado su ausencia.
Y es que Casto se ha jubilado de forma callada. No nos ha dado tiempo a despedirnos y agradecerle sus desvelos y ahora tendremos que acostumbrarnos a trabajar sin él ¡Y nos va a costar!
A Mario, para que conozca a Casto, el profesor.
En curso 2025 se han jubilado dos profesores históricos del Departamento de Historia del IES Padre Suárez. José Luis Palma y Casto Gea. Para que conste en acta






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