Durante el mes de mayo pasado, tuvo el honor de presentar en la Casa de Jaén en Granada, un precioso palacete del siglo XVIII en pleno corazón de Granada, en la calle Jardines n.º 13, el libro titulado ‘Poesías al atardecer’ del que es autor Fermín Amezcua Molero.
Nacido en Cogollos de Guadix en el Marquesado del Zenete, hijo de Guardia Civil, ha recorrido parte de la geografía granadina y de la provincia de Jaén. En ambas se ha ido imprimiendo y desarrollando en el autor un sentimiento de nostalgia y cariño hacia las gentes y lugares donde ha ido viviendo que han quedado grabados en su corazón, y no podía dejar de ser recordado en sus poemas.
Los primeros años de su vida los ha vivido en el barrio de La Quinta, junto al rio Genil cerca de la Escuela del Ave María. Allí dio los primeros pasos en la escritura en los bancos de madera de la clase, de la mano de Dª Ubaldina, y a cantar sobre un mapa de España grabado en el suelo de ese gran patio. Recuerdo con cariño las visitas en ternas portando banderitas, desde la escuela y por la calle Molinos a la Iglesia de Santo Domingo, cantando ¡Viva María, / Viva el Rosario, / Viva Santo Domingo / que lo ha fundado!

De los primeros poemas que se atrevió a plasmar en un papel, fue durante su estancia en la provincia de Jaén, a la Sierra de Segura: donde bajo el titulo de Añoranza, expresa “Por Septiembre antes era, en Santiago de la Espada con luces y farolillos, la fiesta en toda la sierra”. Allí paso casi una década hasta los 15 años dejando los mejores años de la pubertad, donde fundaron en el año 1963 junto a un grupo de entrañables amigos, ( Dionisio, Siles, Antonio, Tano, Luis, Juan, Carmen, Mercedes, Marivi, Margarita, Charo, Tomasa, Mariluz, etc) el “Club Los Amigos”.
Allí, bajo la dirección del sacerdote D. Manuel, se atrevieron a montar la obra de teatro “Nosotros ellas y el duende” de Carlos Llopis, con un éxito extraordinario de público, que obligó a repetirla en otras dos ocasiones.
¡Que tiempos aquellos tan maravillosos!
Durante dos años se traslado al Instituto Virgen del Carmen de Jaén. Después al pueblo de Huelma, donde ya un poco mas formal, pretendió a María Jesús, la hija de Amanda de la Confitería de la plaza.

Claro que mientras ella se lo pensaba, con sus nuevos amigos, ademas de visitar en verano las albercas cercanas para refrescarse, también pateaban las fiestas y ferias de los pueblos mas cercanos. Con los pocos chavos que tenían, se los gastaban en refrescos, y una vez acabado de madrugada, no seria la primera vez que tenían que regresar a Huelma andando por los senderos de La Mata.
Huelma, ha dejado una huella muy profunda, no solo porque al final María Jesús le dio el si, y se casaron, sino también por los amigos que juntos recorrían el jardín, la plaza y como no el Bar Sol, centro de reunión y charla.
Nacieron los poemas dedicados a sus amigos, en Romances recordando La Calesera, la plaza, el Chopo, la cuesta Los Gallardos, etc.
La presentación tanto del autor como de la obra, fue de la manos del presidente de la Casa de Jaén, Apolonio Carabaño, que fue repasando la vida del autor y glosando sus obras, la huella y los sentimientos dejados en sus poemas.
Presentado en la Casa de Jaén y en Cogollos
En el acto de presentación, el autor estuvo en todo momento acompañado de un grupo de familiares y amigos, así como de personalidades de la vida social de Granada, que escucharon los poemas mas variopintos referidos a sus raíces, a su familia, poemas de amor, y en particular aquellos poemas dedicados a Andalucía y a Granada.

Durante el acto de presentación, Carabaño, impuso al autor de la obra Poesías al atardecer, la Oliva de Plata de la Casa de Jaén en Granada que agradeció de corazón tal distinción, quedando a disposición de la Casa de Jaén, muy querida por el autor, para las múltiples actividades culturales muy arraigadas entre la sociedad Granadina, que se llevan a cabo en la Casa de Jaén en Granada.
Asimismo, el pasado 27 de agosto, en plenas fiestas de San Agustín, patrono de Cogollos de Guadix, y continuando con el espíritu y colaboración con las actividades culturales del Ayuntamiento, presentaba este poemario, con la colaboración de Andrés, coordinador Cultural del Ayuntamiento, que contó con asistencia de numerosos vecinos.

Durante la presentación, se entregó al autor una placa de conmemoración por parte del Ayuntamiento, de dicho acto, y reconocimiento de la labor realizadal Por su parte, Fermin Amezcua, manifestó que «no hay mayor orgullo recibir dicha placa, y que se me reconozca su labor cultural en el pueblo que le vio nacer».
Durante el acto que contó con un centenar de asistentes se recitaron parte de las obras contenidas en el poemario que el público agradeció con su reconocimiento. Después de dichos actos de presentación del poemario poemas, el autor dedicó ejemplares a los presentes.
Enamorado de Granada
A pesar de sus costumbres jiennenses, Fermín Amezcua es un enamorado de Granada, dedicando un bello poema a sus cinco rosas, los Gitanos y sus Cuevas, la Virgen de las Angustias, Mariana Pineda, Federico García Lorca, Manuel de Falla.
¡Ay Federico! que tu no querías
venir a posarte en Granada
ni venir a tu huerto de amapolas,
en las almenas rojas de las flores
apareciste en la noche de colores
a escuchar el arrullo de las olas.
Nunca ha dejado de sentirse un granaíno, prendado de sus costumbres y lugares mas recónditos en calle Molinos, Campo del Príncipe, el Realejo, Santo domingo, calle Elvira, Plaza Nueva, ¡Ay! del Paseo de los Tristes! ¡Ay de ese Río Darro! de la Alhambra, el Albaicin, El Sacromonte, ¡Ay de la Sierra Blanca!.
Carmen a carmen Granada
que no daría por contemplarte
desde las altas cumbres
desde la sierra entera,
y muy de mañana despertarte
entre claveles y jazmines,
y acompañarte.
¡Granada quien pudiera!”
Granada dicen que es mora
altanera de postín,
manola de tez morena,
sonrisa al viento gitano
por el calor de su gente,
dichosa herencia que nos dejaron
los moros ¡bendito vientre!

La obra recoge variados capítulos dedicados a sus Raíces, entre los que se ofrecen retazos y estrofas de algunos de ellos. destacando no solo a su pueblo, Cogollos de Guadix
Después de tomar la cosecha,
vaciar de grano la era
cuando el estío toca a su fin,
descansar de tanta faena
y dar cuenta a San Agustín.
sino también a Málaga ciudad donde actualmente vive, y a su Virgen pequeñita, a su Virgen mas marinera, a su Virgen del Carmen.
Allá por La Malagueta
lloraban los marineros
de alegría, porque la mar
soplaba tan quieta,
que los barcos de movían
al toque de las sirenas.
No podían faltar los Poemas de Amor:
Cuanto daría esta mañana
por acercarme y darte un beso,
estar a tu lado y rozar tu piel
con las mejillas para no romper
el hechizo de este bello sueño.
a sus amigos,
Me enseñó su casa entera,
y el nácar de los naranjos
alfombrando las aceras,
¡y el Giraldillo acuestas
de mi Sevilla, presidiendo la feria!

y de una manera muy especial a la familia.
Que a mi niña nunca le falte
el calor de mis manos
y los sueños contigo,
que mientras salga la luna
y tu abuelo respire
mi niña no tendrá frío.
Y de una manera muy personal a su madre
Con cuanto amor te daba mi vida,
con cuanto amor te daba mi pecho,
abarrotado, lleno, sin tener medida
calmando tu sed hasta dejarlo seco.
Bella flor en la tierra
que da vida a mi valle,
sé que no te encontraré
en la casa donde te dejé,
sino en el cielo, en el aire,
en el aroma y las flores
que adornan mi calle.






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