El personaje que hoy es honrado en las estampillas de la ex-colonia lusa, fue un pintor inglés [Londres 05.01.1774-Macao 30.05.1852] que se pasó la mayor parte de su vida en la India y el sur de China. Disfrutó de una vida que, en la distancia, podríamos decir fue de novela hasta que recaló en Macao en 1825, una época en que los occidentales tenían restringido el acceso a China y muchos acababan instalándose en las entonces colonias de Hong Kong y la propia Macao. Allí se convirtió en un conocido y cotizado retratista que mostró mucho interés por los lugareños y ello le valió destacar en un mercado no excesivamente interesado por la pintura occidental. Hoy su legado pictórico alcanzó un gran prestigio y está diseminado por innumerables museos y galerías de arte en diferentes lugares del mundo.
El servicio postal de Macao le dedicó una serie de cuatro sellos y una hojita bloque -fue la que nos llamó la atención- donde aparece la Torre de Comunicaciones y por la que nos interesamos por aquello de entrar en la temática radiotelevisiva aunque, como veremos, también la podríamos encajar en otras temáticas.

La Torre de Comunicaciones de Macao [Macao Tower] alcanza los 338 metros [para hacernos una idea, la de Collserola, levantada para los Juegos Olímpicos del 92 en Barcelona, tiene 288 metros] y se ha convertido en una de las atracciones turísticas más visitadas de la otrora colonia lusa en China: es uno de sus símbolos que ofrece los clásicos servicios de comunicaciones, radio, televisión, internet, y una serie de actividades turísticas, incluidos los deportes de riesgo, etc.
La estructura se localiza en la península homónima y muy cerca de la bahía. Es la de mayor altura en la región y una de las más elevadas del orbe, tiene un mirador de 360 grados que me devuelven a una inolvidable comida en la Torre de Radio Berlín Internacional antes de que cayera el muro: comías en su restaurante giratorio y en una hora que duraba la vuelta completa habías contemplado todo el perímetro de la dividida capital alemana y, después, a pasear durante todo el día por el paraíso de los trabajadores para salir de Berlín Oriental poco antes del atardecer por su célebre Avenida de los Tilos [Unter der Linden] a través del famoso y cinematográfico Check Point Charlie que te dejaba de nuevo en el mundo capitalista y sus contrastes del que nos separa casi medio siglo de historia.
La de Macao te ofrece lo mismo y, para los que quieren adrenalina, aquí pueden realizar su “bungee” o salto que pasa por ser el más elevado del mundo que se realiza desde los 233 metros. Digamos, de paso, que la torre es un icono que enaltece el poder de atracción turística de la antigua colonia donde el juego y las carreras de coches suelen ser motivo para atraer a miles de personas en una zona donde se concentran millones de ellas.

La inauguración se realizó el 19 de septiembre del 2001 tras un trienio de trabajo y la propiedad de la estructura corresponde a la Sociedad de Turismo y Diversión de Macao S.A.R L. (STDM) y la arquitectura correspondió a la firma Craig Craig Moller. La historia de este mastodonte arranca con la visita a Auckland del multimillonario propietario de los casinos honkonitas Stanley Ho Hung-Su que quedó fascinado con la visita a la Sky Tower neozelandesa y cuando regresó, se obsesionó y acabó encargando una torre similar al Beca Group de Nueva Zelanda.
La emisión de esta preciosa serie pictórica consta de cuatro efectos (2.50-4-2.50-6 Patacas) y una hojita bloque de 16 patacas que es en la que aparece (lado izquierdo de la imagen y fuera del sello) el icónico edificio macaense. Los timbres fueron impresos en litografía y microimpresiones de seguridad por la holandesa Royal Joh. Enschedé en pliegos de 16 ejemplares diseñados por Ung Vai Meng, comenzaron a circular el 15 de septiembre de 2025.






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