La presencia de piratas en la costa almeriense se remonta a la taifa de Almería cuando sus marinos hostigaban el tráfico comercial de los reinos cristianos del norte, lo que obligó a Aragón, Castilla, Génova y el Vaticano a fletar una flota que ocupó la zona durante más de diez años. La ensenada en que desembarcaron los marinos genoveses , junto a San José, debe su nombre precisamente a ese episodio, Playa de los Genoveses.
Más adelante cuando en los siglos XVI y XVII los moriscos abandonaron estos lugares, la piratería volvió a vivir una época de esplendor ya que como los moriscos conocían muy bien este litoral eran muy solicitados para tripular o capitanear los barcos piratas.
“ El Parque Natural de Cabo de Gata era el paraíso en cuyas calas desembarcaban los corsarios. Los Escullos, la cala de San Pedro, Las Negras o la Isleta del Moro que debe su nombre a la frecuencia con que desembarcaban allí, en esas radas escondían sus ágiles y veloces naves y las cubrían con ramas de arbustos y vegetación propia de la zona para ocultarlas de la vista de los galeones que patrullaban la costa.
Para prevenir las incursiones se fueron erigiendo torres de vigilancia como el Castillo de San Felipe, el de San Ramón o la Torre de los Alumbres.”
( Almería Hoy/ La Almería de los piratas 16-02-2020)
Actualmente existe una Ruta de los Piratas y desde Los Escullos hasta San Pedro catorce de aquellas fortalezas defensivas forman parte del patimonio cultural almeriense que convierten este tramo del litoral en “la costa de los piratas”.

Incluso hay una fiesta anual en el pueblo de San José, “el desembarco pirata”,en la que los vecinos se disfrazan y recrean las escaramuzas de la época. Rememoran un desembarco pirata que ,según las crónicas, tuvo lugar en el siglo XVIII en el lugar.
Todos los enclaves de esta Ruta de los Piratas tienen alguna historia o leyenda curiosa como la población de Las Negras cuyo origen y nombre se deben a una tragedia relacionada con el mar. Según esta leyenda los hombres del pueblo cercano de San Pedro se hicieron a la mar y nunca más regresaron. Las mujeres viudas tuvieron que acercarse a poblaciones cercanas para sobrevivir y crearon un asentamiento cuyo nombre “Las Negras” va unido a los vestidos negros del luto de sus fundadoras.

Si en esta ocasión las mujeres se erigieron en protagonistas de su historia también hubo mujeres protagonistas de las historias de piratas como es el caso de Malika Fadel ben Salvador, corsaria almeriense que de alguna manera fue una figura clave en la guerra entre Pedro I de Castilla “El Cruel” y Pedro IV de Aragón “El Ceremonioso”.
Malika nació en Almería en 1302 en la casa familiar cerca de las Atarazanas Califales, en 1309 Jaime II de Aragón sitió la ciudad , Malika y su abuelo veterano marino que traficaba con hachís, tejidos, especias, oro y que también acosaba y capturaba naves cristianas, sobrevivieron a la matanza de su familia al quedarse en un barco mientras su padre y hermanos varones que viajaban a Granada fueron atacados y asesinados. Así pues Malika quedó huérfana a los 7 años y al cuidado de su abuelo un conocido corsario que operaba en la República Marítima de Pechina, enclave portuario relativamente independiente del Reino nazarí de Granada y que le enseñó su oficio de marino, sobre todo el lucrativo negocio de la venta de esclavos que se hacía en el mercado de Almería y a los que capturaba en los pueblos de la costa o abordando barcos .
Malika apenas salía del barco y más adelante su abuelo la tomó por esposa para evitar que ningún hombre se acercara a ella, además le regaló para su seguridad un atlético eunuco negro que había obtenido del abordaje a una nave catalana.
En 1329 la peste negra asoló Almería , Malika sobrevivió pero no su abuelo que antes de morir la nombró capitana de su flota compuesta por tres navíos y una enorme tripulación de guerreros y esclavos, tenía 20 años.

Malika había aprendido muy bien el oficio de su abuelo , además también intervenía en el rescate de prisioneros musulmanes capturados por barcos cristianos y hacía transacciones comerciales con mercaderes egipcios, tunecinos y genoveses.
Según la leyenda nunca permitió que se vendiese a mujeres y mandó construir un palacete cercano a la Puerta del Mar en Almería para una esclava egipcia a la que liberó.
Alrededor de 1350 los reinos de Castilla y Aragón habían pactado una tregua con el Reino de Granada pero el almirante franco- catalán Moreau de Perellós no respetó el trato y atacó la flota de Malika capturándola.
Esta ruptura de la tregua agravó las tensiones entre Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón que dieron comienzo a la llamada Guerra de los Dos Pedros (1356) y que retrasó la toma de Almería hasta 1489 ya por los Reyes Católicos.
Sobre el final de Malika hay dos versiones: una que fue ejecutada y otra que fue vendida como esclava.
Lo que sí está claro es que, aunque de manera indirecta, su captura propicío el retraso de la toma de su ciudad natal por las tropas cristianas.
Fuentes consultadas : – “Almería hoy/ La Almería de los piratas”
– “La pirata de Almería”, Elsa Peñasco, COPE.
– “Desde los Escullos a la cala de San Pedro…” Elena Ruiz,
Traveler.
– “La corsaria de Pechina”, José R. Cantalejo Testa, Biografía de mujeres andaluzas.
Sobre la piratería y los piratas hay mucha literatura que trata su historia , causas ( no siempre son las mismas en todos los casos), épocas, países…., pero también hay mucha idealización como una forma de vida al margen de las normas y de la sociedad.
En la historia de Malika se encuentra la violencia y hasta la crueldad que había en la vida de los piratas (saqueos, captura de prisioneros para esclavizarlos y venderlos,…) pero también esa parte de idealización romántica del pirata, en este caso una mujer libre, independiente, dueña de su destino, sin ataduras ni miedos.
En la primera parte de este artículo “Espronceda en Almería y una de piratas” se recogen estrofas del magnífico poema de José de Espronceda la “Canción del pirata”, que es un canto a esos ideales de libertad e independencia pero no es el único poema de un gran escritor romántico sobre el mismo tema y la figura del pirata, George Gordon Byron ( 1788 – 1824 ) conocido como Lord Byron fue un revolucionario y un poeta del movimiento del Romanticismo británico que escribió “El Corsario” en 1814, largo poema narrativo con un personaje romántico, marginado, rebelde, sensible, misterioso con el que los lectores se identificaron desde el primer momento de su publicación y que tuvo un gran éxito y acogida.
Byron además representó con su vida esa figura rebelde a la sociedad que le había consagrado como poeta. Sale de su patria al mundo entero , que era su patria verdadera, viaja por toda Europa y lleva una vida intensa de amores y aventuras.
Se alistó en el ejército griego cuando Grecia luchaba contra los turcos por su independencia y murió en combate. Aunque sus restos volvieron a Inglaterra para ser inhumados, el corazón se quedó en Grecia, en el mausoleo que se le erigió en Misolonghi, ciudad donde murió y que fue ferozmente sitiada dos veces por los turcos sin llegar nunca a controlarla.
Su vida cautivó a gran parte de la juventud europea de su tiempo y además fue uno de los poetas que tuvo más popularidad en vida. En todos los países surgieron grandes poetas que siguieron sus huellas, Musset en Francia; Heine en Alemania; Leopardi en Italia; Espronceda en España.
Nada mejor que unos versos de su poema “EL Corsario” para evocar el mundo idealizado en el que se puede ubicar la historia de Malika o la de tantos piratas y corsarios reales o ficticios que llenan las páginas de la historia y la leyenda siendo a veces muy dificil deslindar la una de la otra.
El Corsario
Nessun maggior dolore
Che ricordarsi del tempo felice
Nella miseria
Dante
I
“Del negro abismo de la mar profunda
sobre las pardas ondas turbulentas,
son nuestros pensamientos como él, grandes;
es nuestro corazón libre, cual ellas.
Do blanda brisa halagadora expire,
do gruesas olas espumando inquietas
su furor quiebren en inmóvil roca,
hed nuestro hogar y nuestro imperio. En esa
no medida extensión, de playa a playa,
todo se humilla a nuestra roja enseña.
Lo mismo que en la lucha en el reposo
agitada y feliz nuestra existencia,
hoy en el riesgo, en el festín mañana,
brinda a nuestra ansiedad delicias nuevas.
¿Quién describir pudiera nuestros goces?


……………………………………………………………..
Do el cobarde ve el riesgo, él ve la gloria,
y solo por luchar la lucha anhela,
el pirata feliz, rey de los mares.”
…………………………………………………….
George Gordon Byron.
(Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)
Ver también:
«Paseando por Almería, (1/3): John Lennon en Almería»
«Paseando por Almería, (2/3): Espronceda en Almería y una de piratas” (1ª parte)»






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