El viernes 12 de septiembre se estrenaba El cautivo de Alejandro Amenábar. La película es un homenaje al arte de contar historias y a la vida del hombre que escribió el libro más importante de la literatura española. Acerca de la vida de Miguel de Cervantes no hemos podido disfrutar de películas, sí que hemos podido ver películas y series sobre el Quijote pero no tantas sobre sobre Cervantes, al menos recientemente.
El Cautivo es una película bella, entretenida, bien documentada y ambientada en la época y lugar en los que se desarrolla. Además, cuenta con una buena actuación del protagonista, un actor que venía de un cine juvenil, que ha sido una apuesta del director y que ha resultado una gran interpretación que lleva gran parte del peso de la película.

No queremos dejar de hacer referencia a la polémica que se ha suscitado en torno a la cinta sobre si Cervantes pudo o no tener relaciones homosexuales. Creemos que esta no tiene mucho sentido y que, además, es una excusa para expresar opiniones conservadoras con poca o ninguna base histórica. Lo que sí es verdad es que el director Alejandro Amenábar se ha documentado para este guion y la mayor parte de los acontecimientos obedecen a datos biográficos. Aunque es cierto que siempre hay una interpretación y, en este caso, hay ficción, también. Asimismo, el autor tenía interés en mostrarnos el clima de cierta libertad sexual existente en aquella época en Árgel. Además, realmente existió el personaje que denuncia a Cervantes, Blanco de Paz, también magníficamente interpretado por Fernando Tejero.
La película recuerda en su trama a la historia de Sherezade y las mil y una noches. En este sentido, se trata de un guion muy metaliterario. La lectura, la escritura y la oralidad son, así mismo, protagonistas del relato. En la película los diferentes personajes disfrutan escuchando historias inventadas por Cervantes pero también escuchando la lectura de novelas de caballerías o Lazarillo de Tormes, con lo que el film recuerda el valor de estas prácticas y de estas obras en escenas emocionantes y divertidas. Por otra parte, Antonio de Sosa escribe y también lo hace Blanco de Paz, aunque en otro sentido.

En lo que se refiere al protagonista, este es una suerte de antihéroe muy particular, no es el típico héroe, sino que se trata de un personaje que triunfa gracias su pericia a la hora de contar historias, lo cual no es algo muy habitual. Además, este personaje no deja de tener algunos enemigos que intentan fastidiarle, ponerle palos en las ruedas, y, a pesar de ello, la historia acaba con un final feliz, al menos para el protagonista.
Por supuesto, no podemos olvidar, en otro orden de cosas, aunque no se dieron en la época ni en el lugar en los que se desarrolla la película, las intrigas que sufrió Cervantes provenientes de los círculos de Lope de Vega y de Quevedo, desde los cuales incluso llegaron a encomendarle a alguien, no se sabe muy bien a quien, que escribiera el Quijote de Avellaneda, un Quijote falso que se publicó antes de que Cervantes recibiera la segunda parte de del Quijote. Cervantes escribe la primera parte de El Quijote en 1605 y la segunda parte en 1610. En ese lapso de tiempo alguien escribe El Quijote de Avellaneda. No se llega a conocer quién fue el autor de ese Quijote falso, el cual Cervantes utilizando la metaliteratura trata de desmontar en la segunda parte verdadera del Quijote.

Volviendo a la película, resulta interesante también la multiculturalidad y la convivencia entre diferentes religiones con la relación que se muestra entre musulmanes y cristianos. Por otra parte, igual que en El Quijote, el amor es una cuestión protagonista en la película, como veréis o sabréis ya. Y junto a él también destacan las conversaciones en torno a cosas que hacen que la vida valga la pena, los pequeños placeres de ésta, la comida, los hammam o el sexo. Algunos otros momentos destacables de la película, son los deseos de Cervantes de volver a España relacionados con la escritura (a pesar de, no estar muy mal, en ocasiones, en Argel). De España, Cervantes, echa de menos en Argel, los corrales de comedias, las librerías, y, cómo no, los molinos. Y, por supuesto, es emocionante el momento en el que Cervantes manifiesta: “Quiero escribir y que me lean en mi tierra” sobre todo, sabiendo lo que le deparará el futuro y a lo que renuncia por ello.

En definitiva, recomendamos la película a los amantes de Cervantes y el Quijote pero también de la Literatura, el arte de contar historias, la lectura, la escritura. Además entendemos El Cautivo como un hermoso pero también divertido y entretenido canto al amor, a la libertad, a la tolerancia, a la multiculturalidad, y a las cosas que hacen que la vida valga la pena, gracias al cual podemos volver a disfrutar del mejor cine de un gran director español como es Amenábar, con una película que está a la altura de las mejores obras de este autor como Tesis, Abre los ojos, Mar adentro o Ágora.
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