El domingo, 21 de septiembre, participé en el décimo aniversario del Paseo Literario y Siembra de Libros en Granada, que organiza el Club de los Libros Perdidos.
Varias veces había quedado con Antonio Pérez en participar, pero se fue demorando hasta que aproveché una oportunidad. Aparqué el turismo cerca del Hospital de la Inmaculada y subí por las calles paralelas al rio Genil, cuando subía por Ribera del Violón vi a unas quince personas oyendo misa, fuera de la ermita de San Sebastián, pues tiene un aforo muy reducido. Es un antiguo morabito, donde se celebró misa por primera vez, después de la toma de Granada por los Reyes Católicos, en 1492.

A las once horas llegué a la Biblioteca del Salón, donde nos juntamos diez personas para hacer el paseo, dirigidos por el guía Antonio Ortega, en la zona sur de Granada, mientras que Antonio Pérez lo hacía con otro grupo en la zona norte, en la Avenida de la Constitución. Aquí, después de leer algunos escritos, redactados por los paseantes, a los ilustres personajes, caminaron por la Gran Vía hasta la Plaza de Isabel la Católica (el monumento de la reina y de Colón lo esculpió Mariano Benlliure, en 1892, con motivo del quinientos aniversario del Descubrimiento) y finalizaron el paseo en la Plaza del Poeta Luis Rosales.

Copio este párrafo de la carta de presentación: “El Club de los Libros Perdidos nace en Buenos Aires (Argentina), gracias a Facundo Bonomi, profesor documentalista de la Universidad Nacional La Matanza y que desde 2011 viene realizando la siembra mundial de libros en la vía pública, al inicio de cada estación (primavera, verano, otoño e invierno). El profesor salía con los alumnos y llevaba libros con dedicatorias, aconsejando a quien se llevara el libro abandonado que lo leyera y lo volviera a dejar donde lo encontró. Nosotros, desde agosto de 2015, estamos relanzándola en Granada como aportación a la sociedad para facilitar, fomentar y difundir la lectura de un modo lúdico. Aquí, desde hace años, hay personas que también vienen realizando esta actividad en sus comercios y lugares de trabajo. No hemos descubierto nada, sino más bien hemos venido a sumar. Queremos sembrar cultura para recoger más cultura. La idea es sembrar (dejar) un libro en un espacio público. El lugar de la siembra es muy variado, lo elije la persona: parque público, parada del bus, pretil de un puente, junto a un monumento, en una ventana, en el banco de un paseo o plaza…, para que otra persona, a la que no conocemos, si le gusta el título, lo recoja, se lo lleva a su casa, lo lea y ya ha adquirido el compromiso moral de volver a sembrarlo en otro lugar público. Que sean libros viajeros”.

A mediados de este mes, quedé con Antonio Ortega, Carlos Andreoli y Antonio Pérez, en un bar de la Calle Ribera del Genil. Empieza a hablar este último:
–Viajar a América Latina era un sueño para mí, por la música, las gentes, la cultura, la gastromía…, de manera que en 2012 fui en un crucero desde las costas de Brasil a Argentina y también viajé por carretera, durante ocho meses. Dio la coincidencia que en una biblioteca, precisamente de la ciudad de Granada, en Nicaragua, me hablaron del Club de los Libros Perdidos, que van dejando libros en la calle. Unos años después, en agosto de 2015, fundé el Club de los Libros Perdidos de Granada. En mayo pasado dedicamos un paseo literario monográfico a Mariana Pineda, leyendo textos de la época en la plaza que lleva su nombre. Y también se lo dedicamos al poeta albaicinero, Manuel Benitez Carrasco, comenzamos en la Casa de los Tiros, donde están recopiladas sus obras, después nos dirigimos a la Calle Panaderos, Plaza Larga, Calle del Agua, a la que dedicó un poema, pasamos por el Arco de las Pesas y por el Aljibe del Rey, donde recitamos algunos de sus poemas.

También hicimos una visita al Palacio de Dar al-Horra (‘la Honesta’, donde vivió Aixa la mujer de Muley Hacén, cuando este la repudió para casarse con la esclava cristiana Isabel de Solís). Después del almuerzo, bajamos por la Cuesta de Alhacaba y finalmente llegamos a la estatua del poeta, en la Avenida de la Constitución. Ambos recorridos los finalizamos siempre en la Plaza del Poeta Luis Rosales, donde expresamos nuestro agradecimiento a los nuevos paseantes y Nani Ladrón de Guevara lee un manifiesto a favor de la lectura. La siembra y la cosecha de libros solemos hacerla en puntos fijos y el eslogan que utilizamos es Si te gusta, llévatelo, y si te sobra, tráetelo. Este 2025 celebramos el décimo aniversario, desde nuestro primer Paseo Literario y Siembra de Libros por Granada. Diez años después, nos sentimos orgullosos de haber contribuido a la promoción, difusión y fomento de la lectura, sembrando más de ocho mil libros en la vía pública y salvándolos de la quema, además de realizar diversas actividades culturales. Asimismo, hemos donado cerca de dos mil libros a ONGs y numerosas entidades privadas. En octubre de 2021 realizamos un Paseo Literario y Siembra de Libros en Granada y, al mismo tiempo, a 10.000 km. tenía lugar otro paseo en Montevideo para celebrar el hermanamiento entreel colectivo de Mujeres de Negro, de Uruguay, y el Club de los Libros Perdidos de Granada. Se contó con la presencia de Jenny Escobar, representante en Granada del colectivo.
Antonio Ortega es el coordinador de la zona sur: “Yo colaboro desde el pasado año y para mí es una experiencia enriquecedora, he conocido a los personajes literarios y al poeta García Lorca a través de mi compañero Antonio Pérez. A comienzos del verano estuvimos en la inauguración de la Fuente de la Teja, en Valderrubio, que fue restaurada con la ayuda de los vecinos. A veces hemos reunido hasta veinticinco personas en los paseos literarios. También soy guía de senderos, en algunos pueblos”. El recorrido del sur tiene estas etapas: Biblioteca Municipal del Salón, Fuente de las Granadas, Carrera de la Virgen, Fuente de las Batallas, Plaza del Campillo, Plaza de Mariana Pineda, Calle Ganivet, Plaza del Carmen, Corral del Carbón, Placeta de Tovar, Palacio de Abrantes y Plaza del Poeta Luis Rosales.

Carlos Andreoli es un poeta y cantautor que nació en Buenos Aires, entona canciones de poetas españoles, argentinos y de elaboración propia. En 1975 editó el poemario Amanecer y desde entonces ha publicado nueve discos y cinco libros de poemas y canciones:
–Colaboro con Antonio Pérez desde2017, al final del paseo literario nos juntamos en la citada plaza y canto algunas de mis canciones, que acompaño con mi guitarra. Tengo influencias de Atahualpa Yapanqui pues reflejaba a Argentina en el paisaje, en las vivencias y en la poesía. Yo grabé una poesía mía, Esos ángeles de la luz, junto a Enrique Morente, y con Juan Pinilla compuseel Tango al Festival de Granada. Hace veinte años que vine a España y para mí ha sido un exilio elegido. En 2007, un amigo me dijo ven a España yasípudeactuar en el Teatro de Isabel la Católica, en la Cumbre Mundial del Tango. Al año siguiente participé en el Quinto Festival de Poesía de Granada y desde entonces he participado en numerosos festivales de tango, en diferentes ciudades españolas. Y este año lo he hecho en el Festival de Cantautores Abril para Vivir.
En la contraportada de su libro de poemas, Las joyas del trovador, Horacio Salas lo define así: Carlos Andreoli… desde hace años, su guitarra, su pasión porteña y su culto por la amistad son un hábito de Buenos Aires.
Finalmente, hay que destacar dos reconocimientos, a nivel institucional, del Club de los Libros Perdidos de Granada: En 2018 fue seleccionado por el Observatorio de la Lectura y del Libro, órgano perteneciente al Ministerio de Educación y Ciencia, “como entidad sin ánimo de lucro que realiza actividades culturales para facilitar, fomentar y difundir la lectura”. Y en sesión plenaria del Ayuntamiento de Jun, del 30 de abril de 2019, se adoptó el acuerdo de declarar Actividad de Interés Cultural (A.I.C.): “El proyecto Siembra Colectiva de Libros, presentado por el Club de los Libros Perdidos de Granada”.
Yo espero hacer pronto el paseo literario de la Avenida de la Constitución, pues allí están muchos personajes que forman parte de la historia de Granada. Aunque faltan Alonso Cano, José de Mora, Álvaro de Bazán, Francisco Suárez y otros…






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