El jueves, 23 de octubre, se inauguraba en Espacio de Arte Santiago Collado una nueva exposición del polifacético artista multidisciplinar y arquitecto José RaMÓN Sánchez Herrera, MON, (Granada, 1969). Espacio expositivo que ha ampliado sus instalaciones con la incorporación del taller y la oficina de la asesoría contigua que les cede el espacio para exponer.
Como siempre en la inauguración Santiago Collado dijo unas palabras de bienvenida a todos los que quisieron acompañarles en ese momento y calificó como «grandísima persona, muy sencillo, muy humilde y gran amante del blanco negro». Así mismo, resaltaría que gracias a su formación como arquitecto sabe lo que son los volúmenes. También hablaría del original catálogo publicado por Entorno Gráfico para la ocasión pues está dividido en dos partes, uno dedicado a ‘Todo encaja’ «para el que hemos recuperado cajas de vino sobre las que se ha intervenido» y en la que no son cajas que sería la otra parte serían otro tipo de obras, con otros materiales como maderas y arpilleras.«Hacemos unos esfuerzos terribles para exponer en las tres saldas y para crear los catálogos, pero yo creo que la Granada Cultural del 2031 tiene que tener como base la humildad, ¿no? Y llegar con el corazón».

Por su parte MON comenzaría reconociendo que todavía se siente extraño cuando ve obras suyas colgadas y que venga gente a verlas, motivo por el que, al mismo tiempo, se considera muy afortunado. A ello añadiría las relación de personas que la han hecho posible y de cómo surgió la idea de pintar las cajas de vino. Igualmente informaría de la exposición en la Fundación de Paco Fernández en Torreblascopedro que sería inaugurada la semana anterior con varias instalaciones «maravillosas». Santiago Collado le invitaría a sacar su faceta reivindicativa pues en una de las obras expuestas en Granada «da un grito a la normalización de todos los desastres que estamos viendo, cogiendo fotografías iconos como la chica esta que salió del Nepal con las manos abiertas, instantánea de las torres gemelas tirándose de la gente de la de las mismas torres, la conocida foto del miliciano de Frank Capra, el cadáver del niño Aylan Kurdi en la playa,… », explica. Por su parte, MON aclara que, al coger fragmentos de esas imágenes, él quería que fueran totalmente abstractas, de forma que cuando viéramos una serie de 40 imágenes no se reconociera absolutamente nada, pero que todo partía de una foto muy reconocible.

Para terminar, Santiago recordaría que, además de la celebración con vino, cerveza y jamón, el día de la inauguración, como es habitual todas las personas interesadas en adquirir una de las obras expuestas se beneficiaría de un descuento del 20%
Ver vídeo del acto inaugural:
Reproducimos a continuación el texto incluido en el catálogo a modo de presentación, firmado por José Miguel Martínez del Río:
Todo encaja…o no. MON vuelve a sorprender.
Me siento afortunado de tener a MON por amigo desde hace casi treinta años. Lo conocí inmerso casi en exclusiva en la arquitectura, pero ya comenzaba a adentrarse en la pasión que, exposición tras exposición, tenemos el placer de disfrutar.
Creo que la obra de MON viene marcada por su carácter. Su introversión es casi tan grande como su tozudez y ambos rasgos definen la relación que mantiene con la creación plástica. El primero le hace guardar distancias con el boato y le genera un pánico por los encargos que lo sitúa lejos del mundo del arte como un profesional al uso. Jamás se sintió cómodo ante un cliente esperando la conclusión de una obra o pensando que su actividad pueda identificarse con un trabajo funcionarial.

Lo que lo hace fuerte es el segundo, la tozudez, que se traduce en una huida continua del compromiso, la comercialidad o el encasillamiento. Consecuencia de ello es la imposibilidad de definir de un modo sencillo su creación, pues jamás ha buscado una etiqueta que lo identifique como autor, ni ofrecer al público un producto perfectamente clasificado.
A lo largo de su vida, usando sus propias palabras, se ha ido “metiendo en charcos” de los que antes de entrar no sabía bien si sería capaz de salir. Siempre embarcado en líneas de trabajo elegidas no por su demanda comercial, sino por el reto que suponen, buscando una dificultad que lo obligue a llegar más allá de lo que él mismo se creía capaz. Es por eso que su obra se caracteriza por una dualidad en sus líneas de trabajo, que lo hace acudir del mismo modo al abstracto y al figurativo, ambos con asombrosos resultados.
Tal vez lo más llamativo en su actual etapa creativa es su obsesión por lo oscuro. Consciente de que es más sencillo impactar con una paleta de color, y en su eterna huida de lo fácil, se ha lanzado a sumergir en un negro puro a unas figuras dotadas de una perfección anatómica y expresión a veces desgarradoras que provocan la emoción que todo autor pretende en su público. Detengámonos también en sus dípticos. Presentes desde el inicio de su actividad creativa, su formato plasma perfectamente la intención que persigue como artista: resolver mediante la pintura un reto del que no está totalmente seguro de salir indemne, solventar la dificultad compositiva y el equilibrio que suponen este tipo de obras. A la vista está que lo consigue.

Las creaciones de MON se caracterizan por el uso de múltiples materiales como forma de expresión gráfica. Hierro, hormigón, madera, piedra, sacos de café… Su mirada siempre supo encontrar la belleza en el material de desecho, dotando de vida a lo inerte o cambiando nuestro punto de vista sobre objetos cotidianos. Ahora nos sorprende regalando una segunda vida a viejas cajas de vino. Si su contenido pudo alegrar el espíritu de algún afortunado comensal, el continente se convierte ahora en objeto de un placer eterno para quienes lo paladeamos.
La visita a esta exposición no dejará indiferente a nadie. Cada espectador se cuestionará cómo elegir de entre todas las obras aquella que más se identifica con su propia mirada. No quisiera finalizar este texto sin agradecer a MON que haya contado conmigo para introducir al público en esta nueva aventura, pero aun más la amistad que me ha regalado a lo largo de tantos años. Todo encaja. Todo está en su sitio. Como siempre.
José Miguel Martínez del Río
Ver visita guiada a la exposición:






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