Navidad es un momento de unión y esperanza, una llamada a la solidaridad y a la reconciliación con valores que con frecuencia ignoramos, un período entrañable que debiéramos extender a todo el año.
Con ese lema o una idea que no ha de ser temporal o meramente caprichosa, traigo recomendaciones de cuentos en los que impera el respeto, la solidaridad y esa lucha interior que cada día libramos, un conflicto de deseos o emociones.
Emma S. Varela, como autora, y Sara Sánchez (ilustradora), son las responsables de ¡Toma castaña! ¡Ya casi es Navidad!

Tercer álbum de una colección que comenzó con Te quiero un huevo, un cuento lleno de humor que servirá a los niños para empezar a leer de forma autónoma, publicado por la editorial La cuentería respetuosa.
De la misma autora, debemos reseñar Siempre serás mi orgullo, un cuento que expresa el amor incondicional que cualquier padre o madre siente hacia sus pequeños, destacando las bellas ilustraciones de Alessandra Canu.

Interesante resulta también un cuento que habla de lo invisible, lo diferente y lo caótico, ese viento travieso y oculto que llevamos dentro, de la autoaceptación o la ansiedad, entre otros aspectos.
Tania Izquierdo nos sorprende una vez más con Mi viento interior, un proyecto escrito e ilustrado por ella misma, impreso por Edelvives y financiado por el grupo Sonae Sierra como acción benéfica y solidaria (el 100% de los beneficios son destinados a la Fundación Aladina).

Y si hablamos de solidaridad, cerraré con tres títulos, publicados por Tu cuento y tú, que podrás adquirir y ayudar a protectoras, grupos de apoyo a la lactancia y a la asociación Entreculturas para que las niñas del mundo puedan acceder a la educación.
El primero es fruto de la colaboración de Julia Pérez Villegas y Alba La pintora de Somnis, titulado Mamá Naturaleza, una historia llena de vida, cuyas páginas interiores enamorarán al lector.

De la misma autora, pero con las ilustraciones de Eugenia Núñez, nos llega Entre avellanos, un álbum centrado en las diferencias, la amistad o la diversidad.

Para concluir nuestras recomendaciones, Desirée Acevedo y Silvia Álvarez nos presentan a Niña Colibrí, una metáfora de las dificultades que muchas niñas sufren a la hora de acceder a la educación (un porcentaje de la venta de este sueño convertido en libro, va destinado a la ONG Entreculturas).

Sirvan los títulos hoy aquí contenidos para construir una sociedad más equitativa.
Espero que mis deseos no caigan en saco roto.





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