En lo que respecta los países ricos señaló que se asienta en el despojo de la riqueza natural y humana del los países pobres y propicia al fin el asentamiento de un modo de vivir esclavo, que nos hace pensar que seremos más felices cuanto más trabajemos, más dinero ganemos y, sobre todo, más consumamos.
Este profesor y autor del libro “En defensa del decrecimiento” (Editorial Catarata) defendió la necesidad de reducir sensiblemente los niveles de producción y de consumo, fundamentalmente por las posibilidades medio-ambientales del planeta y dado que el consumo no es igual a felicidad y bienestar. “Podemos vivir mejor con menos, recuperando la vida social y alejándonos de la lógica frenética de la producción y de la competitividad”, explicó antes de añadir que los indicadores sociales económicos como el PIB que calcula la producción no dicen nada sobre la felicidad humana, sobre la prosperidad de las sociedades y de su bienestar. “Yo admito de buen grado que los estadios iniciales del desarrollo, la disposición de riqueza, de recursos, de dinero, tiene que ver con el bienestar, pero ahora vivimos en el hiperconsumo que nada tiene que ver con la felicidad”, remarcó.
Para terminar indicó que el proyecto del decrecimiento implica, entre otras cosas, una reivindicación de la restauración de la vida local frente a la lógica de la globalización, tal y como esta promoviendo este centro a través del Proyecto Vegaeduca, y en paralelo, junto con la vida local, una demanda de establecimiento de formas de autogestión y de democracia directa.
Para saber más:
– Carlos Taibo (Artículo de la Wikipedia)
– Artículos de Carlos Taibo (Rebelión)