Abrir varias opciones viene a resucitar los denostados “itinerarios”, al tiempo que reconocer oficialmente la ruptura de la llamada (nunca lo fue del todo) “comprehensividad” del sistema en 4º curso, ampliando -en parte, depende de cómo se mire- el Bachillerato o la FP un (primer) curso preparatorio.
Más relevante (y trascendente) a mi juicio es cambiar el artículo 30 de la LOE sobre condiciones para entrar en un Programa de Cualificación Profesional Inicial, estableciendo ahora que “podrán acceder a un programa de cualificación profesional inicial los alumnos mayores de 15 años, cumplidos antes de 31 de diciembre del año de inicio del programa, para los que se considere que es la mejor opción para alcanzar los objetivos de la etapa”. Así, sin más condiciones que el acuerdo del alumnado y de sus padres o tutores. Esto último abre la puerta para que se puedan dirigir a ella a todos aquellos alumnos difíciles para cursar con regularidad y aprovechamiento la ESO.
Si era preciso, como se ha argumentado, flexibilizar el sistema, para no impedir que puedan seguir estudiando y, particularmente, de este modo acercarnos a los objetivos europeos, cabe preguntarse si de este modo la ESO se puede “partir” en dos vías: la ordinaria y la de los PCPI. Con 15 años puede haber alumnos en 1º de la ESO (por haber repetido dos veces en Primaria y también una en la ESO) a los que ya se pueden dirigir por la puerta de los PCPI. Si además se facilita desde estos programas el acceso a los ciclos formativos de grado medio (haber superado los módulos obligatorios o mediante un “curso puente” específico), a menos que se establezcan otras restricciones, podemos reactualizar la división que justamente el modelo comprehensivo de la LOGSE quiso superar. Una cosa era cuando se hacía “por el pacto educativo” y otra ahora sin pacto. En cualquier caso esta doble vía dependerá de la normativa de desarrollo.
Es evidente que el marco curricular de la LOGSE, en lugar de ser un currículum para todos, se ha convertido en un listón por arriba que sólo algunos superan, excluyendo a un alto porcentaje, como muestra el persistente “fracaso escolar” de alumnos que no obtienen el título de Graduado. Y sin este último, la LOGSE, con el objetivo de revalorizar la FP (cosa que ha logrado), los condenaba fuera del sistema. Los Programas de Garantía Social, nos comentaba un profesor, eran una “ratonera”, es decir no conducían a ningún camino (excepto si se dedicaban a preparar, como adultos, el examen de Graduado).
Con la misma organización del currículum, sin introducir cambios sustanciales, resulta imposible acercarse (no digo “cumplir”) a los objetivos europeos de reducir el fracaso escolar y, particularmente, el abandono escolar temprano de personas que no tienen Secundaria Superior (pasar de un 31% a un 10%, establecido para 2010 y refrendada como punto de referencia para 2020). En el caso español, ya dijo el ministro que una meta realista sería el 15%. Esta meta, muy exigente, supone rebajar un 50% el actual abandono escolar, máxime cuando los porcentajes de alumnos que no obtienen el título de Graduado, lejos de disminuir, se incrementan.
Por tanto, como ya habían aconsejado informes de la OCDE, teníamos un sistema muy rígido, incapaz de hacer frente (con adaptaciones o diversificaciones) de modo personalizado a la diversidad de público escolar. Pero la llamada “flexibilidad del sistema” se puede hacer de varios modos: estableciendo dos vías, que pueden conducir a la segregación; o reorganizando el currículum de modo que pueda ser accesible al mayor número posible del alumnado. Rediseñar el currículum establecido en función de la “base común de conocimientos y competencias” es lo que ha hecho Francia, reformulando igualmente las condiciones para obtener la titulación, “sobreentendiéndose que, superado dicho umbral, nada impide ir mucho más lejos”, como dice Dubet. En nuestro caso, las competencias básicas se han quedado como una nueva retórica, pues son las asignaturas las que llenan el tiempo escolar y marcan la no obtención del Graduado. Sin retocar el currículum establecido, que sólo algunos alcanzan, seguramente sólo queda otra vía (otro currículum) para que todos (o la mayoría) puedan seguir estudiando hasta obtener la Secundaria Superior.
ANTONIO BOLIVAR
Catedrático de Didáctica y Organización Escolar
Universidad de Granada
web: http://www.ugr.es/~abolivar/
Revista: http://www.ugr.es/~recfpro
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NOTA: Este artículo se ha publicado en el número 3.900 del periódico Escuela (Descargar PDF)
Enlaces de interés:
– BOE del 05/03/2011 (Esta Ley tiene 203 páginas e interesaria a partir de la 168)
Antonio Bolivar
Universidad de Granada