– ¿Cómo se le ocurre novelar un tema tan terrible que muchas familias ahora está descubriendo?
– Hace aproximadamente tres años y medio, gracias al comentario de una señora que me dijo que hacía unos treinta años una monja le intentó comprar a su bebé, que como ella iba ser una madre soltera no podría cuidarlo con las mismas condiciones que una familia convencional. A partir de ahí comienzo a gestar esta novela.

– Entonces, ¿cuánto hay de realidad y cuánto de ficción en “Los niños de la Encarnación”?
– Después de las cartas que he recibido de muchos de los afectados por esta cuestión hay mucho de realidad con respecto al sufrimiento de las madres y padres que perdieron o les robaron a sus bebés, al igual que por los personajes que casi siempre coinciden como las monjas, los ginecólogos y los peces gordos que tapan todas estas cuestiones. De ficción toda la trama que he montado para intentar conseguir que la gente sienta todas estas cosas y se den cuenta que esto nos podía haber pasado a cualquiera.

– ¿Está al tanto de los casos que han saltado a la prensa en Granada?
– Estoy al tanto de casi todos los casos que se están y se han producido en muchas de las ciudades de España, como en Granada con lo casos del sepulturero que comentaba que los ataúdes no pesaban, todos los casos que la fiscalía ya ha archivado y, sobre todo, por las redes sociales que cada vez me cuentan más casos y a través de la Asociación ANADIR con la cual colaboro y un porcentaje de los beneficios de la novelan van para ellos.

– ¿En quién se ha inspirado para la creación de sus personajes?
– Cada uno de los personajes de esta novela soy yo en cada situación o cada contexto de la trama. Salvando las distancias todos en nuestra vida pasamos por circunstancias en las que las afrontamos de diferente maneras y, es por eso, que dentro de nuestra personalidad y en nuestros sueños nos gustaría ser muchas cosas en la vida.

– ¿Esperaba la buena acogida que le han dispensado los lectores de su tierra y de otras provincias españolas?
– La verdad es que el primer borrador la gente que lo pudo leer ya comentaba que la novela estaba muy bien, pero después del trabajo magnÍfico de mis editores tanto por parte de María José Bonilla, como por Víctor Miguel Gallardo, la aceptación está siendo espectacular. Se están encontrando una novela que juega con el lector de principio a fin, con un ritmo endiablado y una trama perfectamente montada para que los que lo lean la vivan.

– ¿Se la imagina en la gran pantalla?
– Me la imagino. Me encantaría y tengo todos los actores que utilizaría para cada personaje. De hecho muchos de los lectores me comentan que les gustaría verla en el cine.

– ¿Para cuándo la segunda parte que le demandan ya sus lectores?
– Estoy empezando con el guión, pero lo compagino con otros dos proyectos que llevo a medias que se titulan, “Eternamente te amaré”, una historia de amor relacionada con la ETA y “La maldita güija de Miró”, una historia de unos adolescentes que entran en una casona hacer una sesión de guija y ven un asesinato.

– ¿Ha sido difícil el camino hasta llegar a la granadina editorial Dauro y conseguir que su sueño de publicar este libro se haga realidad?
– Muy difícil y muy complicado, muchas llamadas y puertas tocadas y eso que España es ahora mismo uno de los países del mundo que más publicaciones se hacen al año.

		Daniel Segovia se declara admirador de Agatha Christie, Mary Higgins Clark, Katherine Neville, entre otros escritores. Así mismo considera que el libro digital está muy bien para cuando se viaja, pero que «a la mayoría de las personas por suerte aún les gusta el contacto con el papel, ver las tapas, y sobre todo el ritual de ir a una librería y elegir un buen libro».
	SINOPSIS: La Madre Superiora del Monasterio de la Encarnación de Madrid ha aparecido brutalmente asesinada en un motel de carretera dedicado a la prostitución. En el espejo de la habitación un misterioso mensaje escrito con sangre de la víctima parece presagiar que éste será sólo el primero de una serie de crímenes. Óscar Hermida, un policía alcoholizado, y su amigo Damián, un sacerdote, iniciarán una carrera contrarreloj en la que poco a poco descubrirán que la historia reciente del Monasterio incluye adopciones ilegales y el robo de niños recién nacidos, y también que hay una serie de influyentes personajes de la alta sociedad madrileña que están dispuestos a todo para ocultar estos hechos. La búsqueda del asesino no ha hecho sino comenzar.

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